LOS PARAÍSOS FISCALES DE SARKOZY O EL PODER DE LA BANCA SUIZA

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¿Se acuerdan de aquellas declaraciones rotundas de los gobernantes europeos contra los paraísos fiscales?

Pues tras aquella cortina de humo del G-20 en Londres, quedó indicado el camino de los convenios bilaterales limitados para “combatirlos”. Y Zarkozy, que ha querido ir más allá en su convenio con Suiza, ha fracasado y entonces ha publicado una lista nueva con efectos fiscales.

El lunes 15 febrero 2010, un decreto del gobierno francés recogía una lista de paraísos fiscales de solo 18 países; una lista tan insignificante como la de la OCDE con sus 17 países y territorios de escaso relieve financiero. Lista esta válida a fecha día 18 de febrero, porque se reduce semana tras semana a medida que van cumpliendo lo que esta Organización pomposamente denomina “estándar fiscal convenido internacionalmente”; es decir, dejan de ser considerados paraísos fiscales en cuanto suscriben doce convenios de intercambio fiscal a petición de la otra parte; naturalmente respetando las legislaciones de las partes y, por tanto, el secreto bancario y operativo.



Francia, miembro activo del G-20 y de la OCDE, sin embargo, no parece tomarse muy en serio ese “estándar” (que no es norma jurídica) porque incluye en su lista negra países que dicha Organización ha catalogado como “jurisdicciones comprometidas” porque ya han suscrito los doce convenios bilaterales

La lista francesa – que será actualizada cada año- abarca países de menor cuantía financiera como las islas caribeñas de Anguila, Dominica, Granada, Montserrat, San Vicente y las Granadinas, Saint-Kitts-et-Nevis (San Cristóbal de las Nieves) y Santa Lucia; y los del continente americano Belice, Costa Rica, Guatemala y Panamá; y en el Pacifico, las islas Cook, las Marshall, Nauru, Niue y Filipinas; junto con Brunei en Oriente Medio y Liberia en África.

Las rentas de capital (dividendos, intereses,etc.) que pasen por esos territorios podrán tributar al 50 %; lo que no permitirá a Francia mejorar sus déficit fiscal dado la escasa importancia de esos micro países en las finanzas globales.

Aparte de algunas coincidencias de nombres en ambas listas hay una coincidencia fundamental porque las dos excluyen a Suiza, Luxemburgo, Liechtenstein, Mónaco, Jersey-Guernesey y las islas de Man o las Caimán; que para los 30 países miembros de la OCDE ya no son paraísos fiscales, sin mayores consecuencias, en todo caso.

Según las malas lenguas francesas, esta decisión gubernamental tenía como objetivo tapar el fracaso del gobierno francés en su intento de perforar vía diplomática el secreto bancario de la vecina Confederación Helvética. Desde agosto pasado, los ministros del presupuesto y de finanzas se pavoneaban de haber firmado con Suiza un nuevo convenio de intercambio de información fiscal que iba más allá del modelo de la OCDE, aunque tampoco obligaba al país alpino a modificar su legislación sobre secreto bancario. Pero el caso es que presumían de que con ese acuerdo obtendrían de los suizos información sobre cualquier sospechoso de fraude fiscal. El gobierno francés solamente tendría que aportar un nombre, una dirección y un periodo de tiempo, concretando por supuesto la información deseada; pero sin tener que dar de antemano el nombre del banco suizo o de la entidad instrumental empleada por el defraudador; datos que se entregarían solamente si se conocieran; información clave que suele ser la más difícil de obtener . El gobierno de Zarkozy pensaba que iba a horadar el secreto bancario suizo, algo que únicamente Francia después de los EEUU habrían conseguido.

Los EEUU no han conseguido mucho de Suiza, como hemos contado en nuestro otro blog sobre el G-20; pero Francia, tampoco. Las autoridades suizas le han hecho saber a las francesas que será necesario aportar también el nombre del banco, deteniendo el proceso de ratificación del convenio negociado y firmado en 2009. La excusa ha sido que la filial en Ginebra del banco británico-global HSBC hizo público en Diciembre que un ex empleado había robado un fichero de clientes que habrían evadido el fisco, con una relación de cerca de 3.000 personas que ha llegado al gobierno francés. Y ahora Suiza pide que se reabran las negociaciones; que Francia tendrá que dar el nombre del banco suizo – alegan - y si de modo excepcional, no hay certeza de ese nombre tendrán que solicitar previamente información de las autoridades suizas. El texto negociado ha resultado ser, pues, un claro fracaso de Zarkozy y su gobierno frente a Suiza. Y tres días después de la noticia, el gobierno francés publicaba su mini lista de paraísos fiscales.
Pero lo más importante es que durante 2010 se mantiene la seria inquietud política por el inestable modelo financiero global que tanto perjudica a los ciudadanos.-

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