A lo largo de sus cuatro décadas de actividad, el Banco Ético Cooperativo JAK ha demostrado ser una realidad sostenible para más de 35.000 suecos que han decidido apostar por un modelo financiero alternativo, desde la convicción de que es necesario restablecer una economía equitativa y sostenible.
Miguel Ganzo
Una de las más exitosas películas del director Tim Burton, titulada en España “Pesadilla antes de Navidad”, es conocida en América Latina como “El extraño mundo de Jack” y narra la historia del esqueleto Jack, el rey de Halloweenland. Cansado de celebrar cada año la misma fiesta de Halloween, Jack descubre por casualidad la magia de la Navidad y decide apropiarse de esta fiesta para regalar su alegría a todos los niños del mundo. Pero, a pesar de sus buenas intenciones, el sueño de Jack se convierte en una gran pesadilla navideña para los humanos y finalmente el rey tiene que abandonar su quimera.Aparte de ser el título de una divertida película de animación, “El extraño mundo de Jack” podría representar el eslogan publicitario de otra historia, esta vez real (aunque para muchos se trata de pura utopía), en la que el protagonista se llama JAK (sin una “c”), es un Banco y, como el rey de Halloweenlandia, tiene un sueño: crear una economía libre de intereses. Pero, a diferencia de lo que ocurre en la película, el sueño de este banco no solo no se convierte en una pesadilla sino que llega a ser una realidad concreta para muchas personas y un caso de estudio para otras.
El principio subyacente que mueve a este Banco, consiste en considerar el uso del interés como poco ético, innecesario y sobre todo dañino para la economía. Según la lógica del JAK Bank, inspirada a la teoría económica de Margrit Kennedy, la tasa de interés contribuye, en el largo plazo, a la instabilidad económica, aumenta el desempleo y transfiere una cantidad cada vez mayor de dinero de los pobres a los ricos. Para el JAK, el dinero tiene utilidad como facilitador del intercambio de mercancías comerciales, y no como instrumento de especulación financiera. El reto de este banco es, por lo tanto, concienciar a la gente acerca de los efectos negativos de los intereses con el objetivo de contribuir a la creación de riqueza real, de obtener una economía más igualitaria y sostenible.
JAK nació como asociación cooperativa en 1965, en un pequeño pueblo llamado Skovde al Oeste de Estocolmo. La iniciativa surgió inicialmente con la idea de contrarrestar los flujos de capitales que los bancos suecos drenaban desde las áreas rurales hacia las ciudades. En 1997, la cooperativa obtuvo la licencia bancaria y desde entonces sus asociados crecieron exponencialmente. Actualmente JAK, cuyo acrónimo significa Jord, Arbete, Capital (Tierra, Trabajo y Capital, los tres pilares de la economía), cuenta con más de 35.000 socios distribuidos por todo el territorio Sueco.
¿Que es lo que hace tan llamativo a este pequeño banco cooperativo Sueco?
Como en otros bancos cooperativos, los socios de la cooperativa son los dueños del banco. La peculiaridad del JAK consiste en haber creado un sistema de préstamo y ahorro totalmente libre de intereses. El banco no cobra intereses por prestar dinero ni paga interés a los titulares de los ahorros depositados en él. Para acceder al banco se paga una cuota de ingreso de 200 Coronas Suecas y una cantidad anualmente. Al entrar en la cooperativa, los socios depositan sus ahorros en un fondo común que representa la reserva de liquidez del banco. Este fondo servirá para financiar los préstamos solicitados por otros socios. La ventaja de abrir una cuenta de ahorro infructífera consiste únicamente en poder acceder en un futuro a un préstamo sin tener que pagar el coste del dinero recibido. Para cubrir los gastos operativos, el JAK cobra anualmente un porcentaje del préstamo que varía en función de la duración del mismo (lo que para el Banco de Suecia equivale a un interés implícito que denomina “tasa efectiva de interés”). Este porcentaje es mayor para préstamos de corta duración y menor para préstamos de larga duración.
La concesión de préstamo por parte del JAK depende de tres factores: la reserva de liquidez del banco en el momento de solicitar el dinero, la capacidad del socio de restituir la cantidad adeudada, y los depósitos realizados antes de realizar la solicitud.
Para garantizar el préstamo, el JAK Bank pide a los prestatarios un aval personal o inmobiliario. Al mismo tiempo, el banco obliga al deudor a depositar una cuota equivalente al 6% de la cantidad financiada que le será restituida una vez devuelto el préstamo.
El sistema financiero creado por el JAK se basa en un mecanismo sencillo: los Puntos de Ahorro (Saving Points). Por cada euro depositado en la cuenta, el socio recibe un punto de ahorro y por cada euro prestado gasta uno. Los Puntos de Ahorro pueden ser acumulados previamente a la solicitud del préstamo (pre-saving period) y durante la devolución del mismo (after saving period). Cada socio tiene que acumular tantos puntos como haya gastado. Al obtener un préstamo, el socio se compromete a restituir la cantidad recibida en base a un plan de amortización.
El socio puede solicitar la financiación sin haber acumulado previamente puntos de ahorro pero está obligado a depositar mensualmente y durante toda la duración del préstamo una cuota idéntica a la cantidad recibida en la cuenta de los post-ahorros. La función de la cuota de ahorro es la de reintegrar rápidamente la liquidez del banco y garantizar fondos suficientes para otros prestatarios. Si antes de solicitar un préstamo, el socio ha acumulado puntos de ahorro (pre-saving points), éstos serán descontados de los depósitos obligatorios durante el periodo de devolución del préstamo.
Con todo, el socio puede elegir si utilizar los puntos ahorrados para reducir la entidad de los depósitos obligatorios o si transferir sus derechos de acceder al préstamo a personas individuales o causas específicas hacia las que se sientan atraídos..
Para que el sistema JAK funcione es indispensable mantener constante el balance entre la suma total de los depósitos y de los préstamos. El mecanismo ideado permite a los directivos del banco realizar un seguimiento constante de los fondos acumulados y recibidos en préstamo por cada socio y, por lo tanto, controlar la reserva de liquidez total. Por otro lado, para garantizar su sistema de ahorro cooperativo, el JAK Bank invierte el 20% de todos sus depósitos en Bonos del Tesoro Sueco.
En sus más de cuarenta años de historia el banco JAK ha mantenido su nivel de liquidez estable y ha sufrido un porcentaje muy limitado de morosidad. Este resultado se debe en parte a la propia naturaleza del JAK (Banco Ético Cooperativo) y al hecho de que sus clientes son al mismo tiempo propietarios de la entidad. Por otro lado, el JAK Bank está muy presente en pequeñas comunidades locales (especialmente en entornos rurales), donde las relaciones interpersonales son muy fuertes y contribuyen a disuadir comportamientos oportunistas.
¿Quién y qué financia el JAK Bank?
La mayoría de los prestatarios que acuden al sistema de financiación del JAK son familias o personas (especialmente jóvenes) que tendrían dificultades a obtener un préstamo concedido por un banco tradicional, o que simplemente prefieren poner su ahorros a disposición de otros confiando en que un día podrán acceder a un crédito con un coste mínimo. En muchos casos los socios utilizan el dinero obtenido del JAK para pagar una parte de la deuda que han contraído con otros bancos. No obstante, en la mayoría de los casos los socios solicitan un préstamo para comprar una casa o bienes de consumo, sobre todo coches.
Tan solo un porcentaje minoritario de los fondos prestados por el JAK van a financiar iniciativas empresariales. Esta circunstancia se debe al hecho de que la filosofía crediticia del JAK se adecua mejor a las exigencias de las personas que a las de las empresas. De hecho este mecanismo incentiva particularmente los ahorros (cuanto mayor son los depósitos realizados antes de solicitar el préstamo (pre-saving), menores serán los depósitos obligatorios durante la devolución del préstamo. Las empresas normalmente no tienen una gran propensión al ahorro, dado que no pueden inmovilizar considerables cantidades de dinero en una cuenta infructífera durante mucho tiempo (post-saving obligatorios). Al mismo tiempo su necesidad de liquidez inmediata no puede ser subordinada a la disponibilidad momentánea de liquidez del banco.
Por otro lado, pese a que los proyectos empresariales que utilizan el JAK Bank son cuantitativamente pocos, existen otros tipos de proyectos que se benefician del sistema financiero sin intereses. De hecho, la intensa relación con el entorno y las comunidades locales a la que se aludía anteriormente hace que se incentiven las inversiones en proyectos de desarrollo local. El “Local Enterprise Bank Account” permite a los socios que así lo deseen apoyar proyectos específicos en dicho ámbito. Normalmente se trata de inversiones que tienen como objetivo genérico la protección del medio ambiente, y la promoción del bienestar económico y social de la comunidad. En el año 2000 han sido financiadas la construcción de un matadero ecológico y la recreación de un poblado Vikingo del año 1000, para fomentar el turismo local (Anielski 2004).
¿Cuál el final de nuestra historia? ¿Se trata de sueño, utopía o realidad?
Bien mirado, el “extraño mundo de JAK” puede ser a la vez sueño, utopía y realidad.
A lo largo de sus cuatro décadas de actividad, el Banco Ético Cooperativo JAK ha demostrado ser una realidad sostenible para más de 35.000 suecos que han decidido apostar por un modelo financiero alternativo, desde la convicción de que es necesario restablecer una economía equitativa y sostenible.
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