Manuel V. Gómez, en El País
Una diferencia básica en el mercado laboral entre 2012 y 2013 ha sido lo sucedido con el empleo en el sector público. Hace dos años, la austeridad fiscal y el apoyo de la reforma laboral, se llevaron por delante bastante más de 100.000 afiliados a la Seguridad Social entre quienes trabajaban en la Administración. En cambio, en 2013, en las tres ramas de afiliación en las que domina el empleo público (educación, sanidad y Administración Pública y defensa) el incremento fue de 50.819 cotizantes. Sin embargo, no hubo cambio alguno en la industria y en la construcción. En ambas ramas se destruyeron puestos de trabajo en los dos ejercicios, si bien lo hicieron con mucha menos fuerza en el año que ha acabado hace apenas cuatro días.
La construcción es el sector que más ha sufrido los rigores de la crisis. Desde que el empleo en el sector tocó techo en el ladrillo a mitad de 2007, con unos 2,5 millones de afilados, hasta el mes pasado, cuando la caída continuaba, ha perdido más de 1,5 millones de cotizantes. Apuntan los analistas que en los últimos meses el deterioro en el sector ya apuntaba hacia su final. Angel Laborda, de Funcas, apunta que parte de ese freno puede estar relacionado con el menor empeño de los gobernantes por contener el gasto y la obra pública.
Tampoco la industria ofreció un saldo positivo en 2013: perdió casi 41.000 afiliados. En el pasado, gran parte del empleo perdido en el sector secundario se debía a la manufactura auxiliar de la construcción. Para saber si esta tendencia se mantiene, habrá que espera a conocer la encuesta de población activa del último trimestre de 2013, el mejor medidor del mercado labora, que el Instituto Nacional de Estadística publicará el próximo 23 de enero.
En el caso de la industria, la mala noticia es doble. A la pérdida del trabajo, se suma la destrucción del empleo de mejor calidad. Normalmente, las manufacturas ofrecen mejores sueldos y su índice de contratación temporal suele estar muy por debajo de la media. Además, dada la cualificación de la mano de obra es uno de los sectores en que los empresarios son más reacios a despedir y optan en mayor medida que en otros por otras iniciativas (bajadas de sueldo, menores jornadas) antes que por el despido. De ahí, que entre los conocedores del mercado laboral se afirme que cuando se erosiona el empleo de esta rama se deteriora el núcleo del mercado laboral.
También han sufrido los rigores de la crisis en 2013 quienes trabajaban en bancos y cajas de ahorros. Las fusiones de entidades financieras y los cierres de oficinas y despidos colectivos que suelen ir aparejados a este fenómeno han tenido su reflejo en la afiliación que cayó tanto en diciembre como en el conjunto del año.
Por lo que respecta al buen dato de afiliación diciembre, buena parte se debe a lo sucedido en el comercio y en la agricultura. El aumento del consumo en la campaña navideña explica lo sucedido en el primer sector; la recogida de la aceituna, lo del segundo. No obstante, el tirón de fin de año no sirvió a ninguno de ellos para cerrar el año en positivo.
A diferencia de lo sucedido con el comercio, los trabajadores de la hostelería no se han beneficiado de la campaña navideña, puesto que la afiliación cayó durante el mes pasado. No obstante, en el saldo final de ejercicio sí que ha registrado un resultado positivo.
EL AJUSTE LABORAL ACABA EN EL SECTOR PÚBLICO PERO SIGUE EN INDUSTRIA Y LADRILLO
Etiquetas: recesion, soluciones, trabajo | author: jose luis ochoaPosts Relacionados:
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