Quién se está forrando con la crisis. Qué tumbó a España. Qué podía hacer el Gobierno para no cargar la salida en la espalda de una parte de la sociedad. Joan Majó, doctor en Ingeniería Industrial, exministro de Industria con Felipe González y uno de los escogidos por el Gobierno de Artur Mas para su Consejo Asesor para la Reactivación Económica, acaba de poner su lucidez en papel. En Luz al final del túnel, publicado por RBA, habla de la crisis y contra las crisis. Una charla fácil capaz de arrastrar al lector por el río que nació en la podredumbre de la banca de EEUU pero también en un país, España, en el que se vendían 800.000 pisos al año cuando hacían falta 350.000. Majó habla con Público sobre algunos de los temas que trata en su libro.
¿En qué punto estamos?
El sistema financiero internacional estaba tan podrido que los gobiernos lo salvaron con nuestro dinero y endeudándose. Ahora, quienes nos llevaron a la crisis dicen que no prestan a los gobiernos porque se han endeudado mucho. Y mientras, se están forrando. En diciembre, por ejemplo, se anunció para enero una emisión de deuda de España y otra de Portugal y los mercados dijeron que no se colocaría por debajo de un 4% y 7% respectivamente. La Bolsa bajó. Luego la deuda se colocó más barata y la Bolsa se disparó en un día un 10%. ¿Quién pudo comprar acciones baratas con la tranquilidad de que subirían? Los que renunciaron a ganar 60 millones con la deuda para ganar 20.000 millones en Bolsa.
¿Cómo desmontamos esto?
Tristemente, una parte no es culpa del sector financiero, sino de los políticos. Han ido aceptando el endeudamiento. Cuando el G-20 no aprueba regular a la banca es porque sabe que se queda sin financiación y por lo mismo sí se reforman las pensiones. Mi padre decía, si te endeudas, no escogerás en qué silla te sientas.
¿Cuál es el gran error de Europa en esta crisis?
Tener una única moneda y libertad en política económica. California está muchísimo peor que Grecia, pero no se hunde porque Bernanke (presidente de la Reserva Federal de EEUU) llamó a los fondos y les dijo, si especuláis con los bonos de California, os haré perder dinero. Aquel fin de semana de mayo, Angela Merkel dijo que el euro no se hundía pero que tocaba ajustarse, como llevaban años haciendo ellos por la reunificación. La gente se llevó las manos a la cabeza: España intervenida. Menos mal, digo yo.
¿El ajuste tenía que ser tan brusco en España?
Zapatero estuvo medio año sin darse cuenta de la crisis, pero Rodrigo Rato desde el FMI, tampoco. Luego se dijo que era el contagio. Y no. En España no hubo crisis financiera. Ahora la hay. Los diez años de antes, nadie ahorraba en España, no había depósitos, los bancos no tenían un euro y todo el mundo quería créditos. La banca iba fuera no a comprar activos, sino a pedir dinero para prestarlo y se iba hinchando la burbuja. Ojalá la crisis financiera internacional hubiera llegado en 2003. No hubieran quedado 1,2 millones de pisos sin comprador. El mercado español necesita 350.000 pisos al año y se vendían 800.000 por los que se compraban para revender. Cuando dejó de llegar dinero de fuera y se acabó el crédito, había pisos para cuatro años. ¿Qué se podía hacer? Parar la producción. Y en dos meses, creamos un millón de parados de la construcción. El día que vuelvan a trabajar, será en otra cosa. Por eso, las medidas debían ser de reconvertir y estuvimos poniendo miles de millones en reactivar. Tras la crisis griega, había que recortar los gastos. Para hacerlo inmediato hay que bajar el sueldo a los funcionarios o subir el IVA.
¿Cómo ve las reformas?
Las que se han hecho (laboral, pensiones, financiera) eran necesarias pero cargan los costes sólo sobre un lado de la sociedad. Lo malo son las que no se han hecho: la re-regulación del sistema financiero y la fiscal. En 15 años se han hecho cuatro reformas fiscales, todas regresivas. Se quitó patrimonio, creando un foco de fraude. Se quitó sucesiones para todo el mundo. Y lo más grave, se dividió en el IRPF trabajo y ahorro, incluyendo en este último la especulación. Si ganas 100.000 euros trabajando, pagas el 36% o más. Si lo ganas especulando unos días en Bolsa, pagas el 18%. Hay que reformar esto.
¿Se está desmontando el Estado del bienestar?
El Estado tiene que garantizar que el que se caiga no se cae al suelo. Pero, ¿por qué los hijos de los ricos, que podrían pagar el 100% de los costes de la universidad, han ido también casi gratis? Eso no es Estado del bienestar.
¿Su solución al empleo?
Hay una revolución en el mundo de la energía. Muchos trabajos no son sofisticados, son de aislamiento, nuevos materiales... Hemos de convertir el problema de la energía en uno de los elementos de salida de la crisis.
¿Hay esperanza entonces?
Ahora hay un diagnóstico claro pero falta una unión de voluntades. La oposición ha hecho un daño enorme. El PP decidió que si algo era bueno para Zapatero no lo podía permitir, aunque fuese bueno para España.
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