PARA QUÉ Y PARA QUIÉNES REFORMAR LAS CAJAS DE AHORRO

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Fernando Moreno Bernal – ATTAC Cádiz

El próximo 20 de Abril se celebrarán elecciones en la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) las más disputadas por trascendentes de su historia. En ellas nos jugamos el futuro de un modelo social de entidades financieras vinculado al territorio, único en el mundo al servicio de familias, pequeñas y medianas empresas según la normativa y estatutos que conforman su naturaleza jurídica. Las tensiones internas se han manifestado en las declaraciones, entrevistas y abrupta dimisión de su Presidente Juan Ramón Quintás tras el último Consejo de la CECA celebrado en Sevilla el pasado 17 de Marzo. En el fondo del debate se dilucidan intereses sociales contrapuestos. Habrá beneficiados y perdedores según se resuelva la lucha interna. ¿Qué debemos defender desde la defensa del interés de la ciudadanía? ¿A qué proyecto responden las diferentes posturas y a quienes beneficia y perjudica cada una de ellas?

En el último año, desde que se aprueba el Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB), asistimos a una campaña mediática patrocinada por la gran banca a través de los medios de comunicación controlados por ellos cuestionando la solvencia, viabilidad futura y, sobretodo, la naturaleza jurídica de las Cajas de Ahorros. Postura que es defendida desde el Ministerio que dirige Elena Salgado y desde el Banco de España por Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

La realidad de Bancos y Cajas de Ahorros

¿Qué hay de verdad? Ángel Berges y Francisco J. Valero [1] de Asesores Financieros Internacionales (AFI) dicen que las cajas de ahorros tienen algo más de peso inmobiliario en su cartera crediticia que los bancos (20% las cajas, versus 16% los bancos), pero éstos tienen mucho mayor peso en dos categorías de crédito (consumo y pymes), cuya tasa de morosidad ha comenzado a repuntar recientemente de forma mucho más rápida que la del sector inmobiliario, y se espera que lo haga con mayor intensidad en próximos meses.

Se debe considerar también la pérdida neta de recuperaciones en caso de impago, y es mucho más intensa en las dos categorías en las que la banca está más expuesta. Si se consideran ambos efectos, morosidad y pérdida neta de recuperaciones, las pérdidas esperadas serán muy similares en bancos y cajas de forma agregada.

En cuanto al saldo vivo de crédito de bancos y cajas cayó en España en torno al 1% (20.000 millones de euros) en 2009. Los bancos redujeron en algo más de 13.000 millones su crédito vivo, frente a una caída de 7.000 en las cajas, cuando ambos sectores tienen un saldo vivo de crédito prácticamente similar. No puede decirse, por tanto, que las cajas hayan echado el cierre del “grifo crediticio” por estar financieramente mal o por su tardanza en sanearse o reestructurarse.

La conclusión de Ángel Berges y Francisco J. Valero es que la posición financiera agregada de las cajas no es peor que la de los bancos, independientemente que haya Cajas y bancos más o menos solventes. La crisis afecta a todos pero en distinta medida según haya sido la prudencia en su gestión y la asunción de mayor o menor riesgo en la vorágine del crecimiento especulador previo al estallido de la crisis.

Los intereses en juego

Desde el primer Gobierno de la democracia se instituyó que los/as ministras de Economía tenían que tener el beneplácito previo de los grandes bancos con el argumento de que “con las cosas de comer no se juega”. Desde Miguel Boyer hasta la actual Elena Salgado ha sido así. Emilio Botín, Presidente del Banco Santander no tuvo ningún recato en señalar a Pedro Solbes como su hombre en el Gobierno. No debe extrañarnos que se defiendan desde el Ministerio los intereses de la gran banca a costa del modelo vigente de Cajas de Ahorros, y tan sólo se cuente con economistas y técnicos en extremo liberales, la mayoría de ellos vinculados con el Opus Dei.

La salida a la crisis se enfoca buscando prioritariamente el crecimiento del PIB. En España 1.400 personas (0,035% de la población total) que integran los Consejos de Administración de la banca, Cajas de Ahorros y grandes empresas participadas por ellos controlan el 80,5% del PIB [2]. El poder de este reducidísimo grupo que personalizan el capital en España se ha visto incrementado en los últimos veinte años con los procesos de privatización de las empresas públicas, patrimonio común de toda la ciudadanía que mal vendida ha pasado a incrementar su patrimonio particular y a internacionalizarse. Su beneficio privado empresarial y creación de empleos ya no responden a los intereses mayoritarios de la ciudadanía española. La lógica de querer incrementar el PIB lleva a responder a las exigencias de este reducido número de personas que lo controla, y que hoy quieren incrementar su poder del mercado financiero español a costa de las pequeñas y medianas Cajas de Ahorros. Este proceso de concentración ha supuesto en 2009 la supresión de 1.577 oficinas y de más de 6.000 puestos de trabajo, cuyo coste se ha cargado a la Seguridad Social mediante prejubilaciones y al INEM.

El modelo de Cajas que defienden la banca, la Caixa, Caja Madrid, otras grandes Cajas, Banco de España y el Ministerio de Economía y Hacienda, y que se representa en la candidatura a la Presidencia de la CECA de Isidro Fainé, actual Presidente de la Caixa, pasa por desmontar la democracia económica y política del vigente modelo incorporando derechos políticos a las cuotas participativas sin límites, lo que abriría la puerta a la paulatina reducción de la importancia proporcional de los actuales bloques representativos en su Asamblea General, poniendo como excusa las exigencias de Basilea III y la necesidad de captar ¿capital de calidad?; “despolitizarlas” de su influencia de los políticos locales y autonómicos para que estén exclusivamente al servicio de los intereses “políticos privados de la minoría social poseedora de capital” desvinculándolas de los intereses de la población residente en un determinado territorio; bancarizar los procesos de fusión, sean con el modelo de Sistema Institucional de Protección (SIP) o de fusión e integración de diferentes Cajas en una de tal forma que la resultante ya sean en si bancos. Por último, se producirán todas las presiones sobre Amado Franco, actual Presidente de Ibercaja, candidato de las pequeñas y medianas para que retire su candidatura antes del 20 de Abril, que muy posiblemente lo hará.

Cajas de Ahorros para una salida de la crisis para las personas

Si buscamos la salida de la crisis del capitalismo financiero para las personas el empleo y la actividad productiva serán sus prioridades. Una política de pleno empleo pasa por anteponer los intereses de 45 millones de personas residentes en España sobre los de 1.400. La economía de cercanía es la que mantiene la actividad representando más del 80% de la actividad y el empleo. De ella depende la demanda interna y el mercado de las pequeñas y medianas empresas, y se fortalece con el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios, programas de protección y la creación de empleo. El apoyo público para salir de la crisis debe dar prioridad a los sectores que atienden a los mercados interiores y no al sector exterior, para reforzar así una economía de cercanía que centre sus objetivos en satisfacer demandas reales de la población y persiga sobre todo la creación de empleo en los distintos territorios. Agricultores y ganaderos deben ser sacados de su situación de agonía para defender nuestra soberanía alimentaria. Dos de los sectores estratégicos a potenciar desde la intervención estatal han de ser las infraestructuras sociales y la economía verde.

Se ha de garantizar desde los poderes públicos las necesidades de financiación de las PYMES, especialmente de la economía social, e incrementar la cobertura social de las familias bajo el umbral de la pobreza. Ello requeriría potenciar la banca pública, y ante su carencia actual por las privatizaciones, reforzar el control social y democrático de las Cajas de Ahorros en lugar de eliminarlos y la puesta en funcionamiento de forma progresiva de una Renta Básica de Ciudadanía.

Desde una clara opción de defensa de los intereses de las personas los representantes de los bloques representativos de Comunidades Autónomas y municipios, sindicatos e impositores de las actuales Cajas de Ahorros deberían movilizarse antes del 20 de Abril para exigir a sus Presidentes un claro posicionamiento en la votación de:
- Defensa de la actual naturaleza jurídica de las Cajas como prioridad, recuperando su vinculación con las necesidades sociales y los territorios de sus Comunidades Autónomas.
- Consolidación del control político y social democrático de las mismas, incluyendo la determinación de los porcentajes y fines de su Obra Social.
- Modificar la forma de elección de los impositores para garantizar su representatividad al margen de su poder adquisitivo (el 98% del total de impositores no está representado) primando la constitución de asociaciones representativas y aumentando el poder real de sus competencias. Fortalecer la representación de Sociedades de Economía Social para anclar su actividad a la economía real productiva del territorio.
- Buscar formas de capitalización diferentes a la accionarial

El 20 de Abril no sólo está en juego quién será el próximo Presidente de la CECA. Estará en juego el futuro de la naturaleza jurídica de las Cajas de Ahorros, al servicio de qué y de quienes.

NOTAS:
[1] Berges, ángel y Valero, Francisco J. “Bancos y Cajas: debate permanente” El País. Negocio 21.03.10
[2] Santos Castroviejo, Ignacio, (2008) “Una aproximación a la red social de la élite del poder económico en España” ponencia presentada a las XI Jornadas de Economía Crítica, 28 de Marzo 2008. Citado por Torres, Juan en “La Crisis Financiera: Guía para entenderla y explicarla” Pág. 26 Edit. ATTAC 2009

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