Cuando el otro día escribí El nuevo gobierno griego pide dos años más para cumplir con sus compromisos, la conclusión positiva y optimista se relacionaba a que los primeros indicios era que el nuevo gobierno griego entendía sus responsabilidades y que llegaría a acuerdos razonables con sus socios europeos.
Parte de lo razonable es que tienen compromisos adquiridos, que entienden estos compromisos y que lo que pedían era más tiempo para cumplir. Como muchos que me leen en estas páginas saben, he criticado las prisas que tienen los líderes occidentales en conseguir el cambio de rumbo económico y la vuelta a las finanzas sostenibles. La prisa sólo debe verse con la introdución de las políticas económicas correctas y sostenibles, la prisa no debe ser intentar llegar a números mínimos en el muy corto plazo. Ahora parece que el nuevo gobierno griego tiene la intención de exigir a sus socios europeos exactamente lo que antes de las elecciones Alexis Tsipras, líder del partido Syriza, estaba demandando. Tanta elección del pueblo para llegar al mismo sitio de enfrentamiento y demora.
Para dejarlo claro, es bueno que se introduzcan medidas que lleven los presupuestos del Estado a un déficit por debajo del 3% del Producto Interior Bruto (PIB) y que lleven a la deuda estatal a niveles por debajo del 60% del PIB. Lo que no es bueno es que se espere que estos número se alcancen en dos o en tres o, incluso, en cinco años.
Recordando que la fiesta del boom, donde se gastó, malgastó y excedió, duró 25 años, no podemos esperar que se resuelvan las consecuencias de los excesos inmediatamente. Es suficiente ver lo antes posible las políticas económicas que sitúen a las cuentas estatales en la senda sostenible pero el objetivo debe ser llevar al país a la consecución de los objetivos buscados en 10 o 20 años.
Los mercados financieros verán mucho mejor programas de muy largo plazo que son creíbles y sostenibles y los líderes europeos, por una parte, deben ser firmes con Grecia en sus exigencias de que las políticas económicas deben introducirse inmediatamente y cumplirse pero, por otra parte, el tiempo de cumplimiento de resultados debe fijarse con periodos largos.
Si es verdad que los nuevos líderes políticos griegos, bueno, nuevos es un decir, están pensando pedir que todos los acuerdos anteriores se renegocian, volvemos más o menos a lo que exigía Alexis Tsipras, pues que vuelva Alexis Tsipras, que tiene más credibilidad que ese puñado de políticos.
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