Vicente Clavero, en Público.es
Controla un 62% más de depósitos que en 2007, mientras que el crédito que proporcionan a sus clientes sólo ha crecido un 9%
Los principales grupos bancarios españoles (Santander, BBVA, Popular y Sabadell) acumulan 1.082.000 millones de euros en depósitos de sus clientes, según datos de la patronal AEB correspondientes al 30 de junio último. Eso supone un 62% más que a finales de 2007, cuando surgieron los primeros síntomas inequívocos de la crisis económica, que no les ha impedido seguir creciendo, al calor de la inconclusa reestructuración del sistema financiero.
Una de las consecuencias de dicha reestructuración ha sido el cambio de personalidad jurídica, cuando no la desaparición pura y dura, de buena parte de las cajas de ahorros, cuya credibilidad ha quedado seriamente comprometida durante el proceso. Esa situación, agravada por escándalos como el de las participaciones preferentes y las indemnizaciones millonarias, ha hecho que miles de depositantes buscaran acomodo en la banca y, dentro de ella, en las entidades más grandes.
Pescadores en río revuelto
La pérdida de confianza en las viejas cajas fue aprovechada por sus rivales de toda la vida prácticamente desde el primer momento, lanzando ofertas de remuneración del pasivo muy agresivas, dirigidas a quitarles clientela. En paralelo, los principales grupos bancarios, no siempre con el mismo entusiasmo, se dedicaron a comprar algunos restos del naufragio o a evitar que se produjeran otros que habrían puesto al sector en una situación todavía más difícil.
El Sabadell adquirió el Guipuzcoano y la muy dañada Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), casi triplicando con ello sus depósitos, que rondan los 98.000 millones, frente a los 33.000 de hace cinco años y medio. Para no perder comba en la pugna por el tercer puesto del ránking nacional, el Popular acometió la compra del Pastor, lo que le permitió multiplicar por dos el volumen del dinero que le habían confiando sus clientes y que hoy asciende a 106.000 millones.
Si la crisis ha permitido que Sabadell y Popular den un importante paso adelante en términos relativos, el que más pasivo han captado en valores absolutos es el líder del sistema. El Santander ha logrado atraerse unos 250.000 millones de euros que a finales de 2007 no tenía, hasta alcanzar los 595.000 millones, el doble que el BBVA, cuyo crecimiento ha sido el más moderado, un 27%, tras haberse anexionado tres pequeñas caixas (Sabadell, Terrasa y Manlleu).
No despega el crédito
Sin embargo, la acumulación de depósitos no se ha traducido en una subida proporcional del crédito, contrariamente a lo que se pretendía con las sucesivas reformas del sistema financiero, según argumentaron en su momento tanto el Gobierno de Rajoy como antes el de Zapatero. Frente a un 62% en el ahorro gestionado por la gran banca, los préstamos a las familias y empresas sólo han aumentado un 9% entre el 31 de diciembre de 2007 y el 30 de junio de 2013.
Fuentes del sector explican ese desfase alegando que buena parte del dinero ha tenido que destinarse a cubrir los nuevos requerimientos de capital y a dotar al Fondo de Garantía de Depósitos para hacer frente a las obligaciones de las entidades que no podían satisfacerlas por sí mismas. Pero no es un secreto para nadie que el acceso al crédito también se está viendo entorpecido por las crecientes exigencias impuestas por todos los bancos con el propósito de evitar el riesgo de insolvencia.
Las inversiones crediticias del Grupo Santander permanecen estancadas desde el inicio de la crisis en torno a los 670.000 millones de euros En el lado opuesto se encuentra el Sabadell, con una mejora del 77%, mientras que el crecimiento del BBVA en este capítulo ha sido del 8,8% y el del Popular, del 13%. No obstante, estos avances son fruto, sobre todo, de sus adquisiciones y no tanto de que hayan inyectado el dinero fresco que necesita la economía.
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