LA LUCHA MINERA Y LA CRISIS DEL PERIODISMO

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Visto en 'La última en llegar'

El pasado 22 de junio comenzó la III Marcha Minera, una apuesta de los mineros de dar visibilidad a la protesta ante el cerrazón del Gobierno a negociar el recorte de 200 millones de euros que llevaría a la desaparición del sector del carbón en el país. Está previsto que lleguen el 11 de julio a Madrid, donde se prevé que haya miles de personas apoyando las reivindicaciones del sector, el único realmente movilizado en plena época de recortes en el gasto social, ayudas multimillonarias a la banca, medicamentazos y amenazas de subidas del IVA y de otros impuestos.

Las cuencas mineras llevan desde el 30 de mayo en huelga indefinida, con un apoyo importante de la población, tanto en las zonas afectadas como en el resto del país, que, compartiendo o no todos sus métodos de protesta, entiende que se están jugando el pan de sus hijos.

No se ha repetido este apoyo en los medios de alcance nacional, que han pasado de ignorar el conflicto, a destacar sólo las acciones de violencia o los gestos de apoyo político en el Congreso a la lucha minera, la irrupción de las mujeres de los trabajadores en el Senado (con la consiguiente expulsión) o la negativa de Juan Morano, senador del PP, a apoyar unas cuentas públicas que certificaban la muerte del sector minero en el país. En los últimos días, en gran medida gracias al apoyo de los líderes de UGT y CCOO a la Marcha Negra, en las escaletas de los informativos de televisión se han podido ver colas con el día a día del periplo hacia la capital.

Ante la evidencia de unos medios que, en general, no están prestando atención al conflicto, los mineros han decidido organizarse: han abierto cuentas de Twitter, que mantienen muy activas, para contar lo que ocurre cada día (@PorAsturies , @Mineros_Leon @MarchaNegra ), han creado una radio comunitaria y emiten un programa diario de la Marcha Negra (http://www.javiermanzano.es) y, en general, han decidido dar la espalda a los medios de comunicación tradicionales, actitud más que justificada si se tiene en cuenta lo ocurrido hoy.

El ministro de Industria convocó ayer a los sindicatos mineros a una reunión para desbloquear el conflicto. Durante la reunión, no sólo no ofreció ninguna alternativa, sino que insistió en que el Plan del Carbón acaba en 2018 y que no se puede renegociar, en un ejemplo de desviar la atención porque de lo que se trata hoy es de tratar que se cumplan con los acuerdos firmados hasta 2018.

Al mismo tiempo que siguen los encierros de mineros y la Marcha Negra, un grupo ha vuelto a hacer visible el conflicto cortando carreteras y líneas férreas; ayer hubo 11 detenidos y hoy se han vuelto a producir incidentes, lo que ha motivado que los antidisturbios hayan entrado, de nuevo, a Ciñera, León, donde han vuelto a mantener un duro enfrentamiento con los mineros que allí resistían. Hay al menos detenidos, y seguramente no te hayas enterado de lo ocurrido porque ningún medio de comunicación considera que esto sea noticia.

La agencia Europa Press ha volcado el primer teletipo a las 17.04 horas de hoy (Titular: “Los antidisturbios intervienen en Ciñera (León) después de que un grupo de mineros cortara la N-630 y la línea férrea”) y los informativos de televisión siguen centrados en las celebraciones de la Eurocopa, por lo que no han emitido ni siquiera colas de lo ocurrido, a pesar de que los vecinos hablan de una fuerte presencia policial y de uso de material antidisturbios de manera indiscriminada.

Por otra parte, Juan Morano ha adelantado que solicitará su baja como militante del PP y abandonará el Grupo Parlamentario Popular de la Cámara Alta, de modo que pasará a formar parte del Mixto, después de que se conociera que la Dirección Nacional del PP le ha suspendido temporalmente de militancia y le ha abierto expediente por las críticas vertidas contra el Gobierno y por romper la disciplina de voto en la aprobación del recorte en el sector del carbón.

Desde hace años se viene hablando de una crisis del periodismo en cuanto al modelo (el choque con el modelo que impulsan las nuevas tecnologías, unido a la crisis económica, materializada en el número de anunciantes, han llevado a 7.000 periodistas a las lsitas del paro).

Sin embargo, tanto la adoración deportiva a la selección española de fútbol como el silencio informativo ante una noticia que cumple casi todos los principios que mencionamos antes para que un hecho sea noticiable certifican que la crisis empieza por la base del negocio. Muchos ya no saben diferenciar una noticia de lo que no lo es, de manera que la reflexión comienza desde la misma base: A las cinco W a las que hay que dar respuesta (Quién, cómo, cuándo, dónde y por qué en inglés) se añaden ahora otros interrogantes aun más importantes: ¿Quién soy, qué hago y adónde voy?

En este contexto, podrían tomar lo ocurrido hoy en Ciñera, y el silencio mediático, como el principio de una reflexión profunda. No somos optimistas al respecto.

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