ZAPATERO COMPRÓ LA MERCANCÍA AVERIADA DE LA ECONOMÍA DEL PP

|


Entrevista a Juan Francisco Martín Seco, economista y ferviente defensor de lo público, analiza los orígenes reales de la crisis financiera y critica el liberalismo. Fue secretario general de Hacienda

Belén Carreño, en 'Público'
El economista Juan Francisco Martín Seco (Madrid, 1944) ha intentado resolver bajo el título La trastienda de la crisis las dudas sobre los orígenes de la crisis para aquellos menos avezados en el sistema financiero. El sugerente subtítulo Lo que el poder económico quiere ocultar, habla por sí solo de la opinión de este profesor sobre las sombras que han rodeado la crisis de las hipotecas basura. La entrevista se realizó antes de que se diera a conocer el plan de ajuste del Gobierno.

Parece en su libro que ningún gobierno en la democracia lo ha hecho bien en política económica.

En general, todos los gobiernos del mundo occidental han estado imbuidos del neoliberalismo económico. No es un problema español. A partir de 1980, con la llegada de Thatcher y Reagan, comienza una contrarrevolución. Intentan desmontar todo lo que se había venido haciendo después de la crisis del 29.

Y de esos polvos estos lodos.

Claro, porque se han puesto los mismo presupuestos ideológicos que existían a principios del siglo XX y que fueron los que originaron la crisis del 29. Si actuamos de la misma forma, las consecuencias son iguales.

¿Es posible hacer una política económica de izquierdas?

Dentro del neoliberalismo económico, no. Ha tenido la habilidad de crear unos presupuestos ideológicos basados en la globalización, que no son ciertos, porque no globalizan la cultura ni la tecnología. Se trata sólo de que los mercados se liberen del poder político.

¿Hay algún caso de éxito?

No es posible hacer una política individual de un gobierno. Todo está unido. Por eso ha habido un retroceso brutal en la sociedad, en los esquemas de protección social, de distribución de la renta la desigualdad se ha incrementado mucho. En el libro hablo de que la globalización se dice que ha traído una gran dosis de bienestar. Sin embargo, a partir de 1980 las tasas de crecimiento son menores, las de paro mayores, hay una distribución de la renta en contra de los trabajadores y a favor del capital y unos desequilibrios muy grandes.

No todo el mundo se atreve a ser tan escéptico con el euro como usted.

Ahora son muchos los que dicen que va a ser dificil mantener la Unión Monetaria. Pero salirse tiene ahora un coste altísimo.

¿Vale más quedarse que marcharse?

El problema es que no sabemos si podrá mantenerse la Unión Monetaria. Yo ya dije que era contrario a que España entrase como se hizo, sin unión política. Es un caso único en la historia, hacer una unión monetaria sin que al mismo tiempo haya una unión política, presupuestaria, fiscal no es viable. Si no hacemos el ajuste y la corrección en términos monetarios, lo tendremos que hacer en términos reales, a través del paro, los salarios y la depresión. La diferencia es que cuando devaluamos todos perdemos por igual, porque es la moneda la que se deduce frente al exterior. Cuando el ajuste es en términos reales, no todos perdemos por igual, pierde el ciudadano medio frente al capital.

Cuando usted acabó el libro, no había atisbos de la situación de Grecia. ¿Cómo ve el proceso?

Grecia es el caso más claro de lo que estoy diciendo. Grecia entró en la Unión Monetaria y no es capaz de aguantar la situación, en parte porque Alemania no quiere. Se está imponiendo la política económica de Alemania. Y eso que Alemania exporta y crece porque otros importan y tienen déficit, no por su demanda interna. Pero esto no se puede prolongar hasta el infinito. Por eso, el problema de Grecia es también de Alemania. Estamos condenados a hacer una unión fiscal, a la que Alemania se niega porque es la más rica y tendrá que pagar.

Cuesta entender que Grecia entrara en la moneda única.

Es que una unión monetaria no se puede hacer si los países no son homogéneos. La Europa de los seis podía tener unión monetaria, pero la de los doce ya era difícil.

¿Algo bueno nos habrá traído Europa, no?

El problema es que nos podría haber traído mucho más, porque no se ha avanzado simétricamente. Mientras se ha avanzado en libre circulación de capitales, no se ha avanzado en impuestos, en derechos sociales Lo que está ocurriendo es que como el capital puede moverse con libertad, las empresas se van a donde están los salarios mas bajos, pero venden donde hay mayor nivel de vida.

Si el Gobierno de Zapatero hubiera aceptado antes la crisis, ¿la recesión habría sido menor?

Tenía que haber aceptado que había una crisis cuatro años antes al llegar al Gobierno. La crisis estaba cantada. Llevábamos ocho años con el crecimiento basado en el crédito. Zapatero compró la mercancía averiada y asumió que la economía iba bien. Entonces tendría que haber visto ya la burbuja especulativa y el déficit de balanza. El euro retrasó el comienzo de la crisis porque como moneda fuerte nos permitió endeudarnos. Pero el retraso es peor porque la crisis es más fuerte y nos hemos endeudado como no debíamos.

Lamenta la desaparición de la banca pública.

Yo lo lamento y creo que el Gobierno también. En estos momentos nos hubiera venido muy bien una banca pública. Aún estamos a tiempo de hacer una banca pública con las cajas de ahorros. Pero por ahora está dificil porque están en manos de las autonomías y dificultan más la solución que la banca privada. Esto está haciendo que el sistema financiero español esté tardando en sanearse.

No es muy optimista con la salida a medio plazo de la crisis.

Lo que soy es muy pesimista con que no se vuelva a repetir. Las respuestas coyunturales han estado bien pero no se han hecho estructurales. No hemos refundado el capitalismo, ni siquiera hemos vuelto al capitalismo de los setenta anterior a la revolución neoliberal.

¿Qué le parece el papel del G-20?

Con los temas que toca, se ha quedado en mera declaración de intenciones. El gran problema es que mientras el poder económico y los mercados se han hecho globales, los poderes políticos siguen siendo nacionales. Por eso insisto tanto en la libre circulación de los capitales. O hacemos un gobierno internacional o controlamos los capitales.

Esto del control de capitales huele a tasa Tobin'.

Es un sistema de control muy suave. Pensamos que lo de la libre circulación de capitales está escrito en la naturaleza de las cosas, que siempre ha sido así. Europa no tuvo libre circulación de capitales hasta 1989 y EEUU hasta el 1971 y porque le convenía.

¿Subir el IVA es de izquierdas?

Desde el punto de vista de la izquierda, es mejor subir los directos porque los indirectos los pagamos todos por igual. Lo veo regresivo. Pero yo no diría que subir el IVA no es de izquierdas. Diría que preferir subir el IVA a recuperar el impuesto de patrimonio es poco de izquierdas.

El Gobierno parece que ha comprado la teoría de que bajar el despido crea empleo.

No se sostiene de ninguna de las maneras. Lo último que piensa un empresario cuando contrata es cuánto le va a costar. La crisis ha afectado rápidamente al mercado laboral, porque es muy fácil despedir. La falacia llega hasta el extremo de que ha habido cuatro reformas del mercado laboral, todas tendentes a crear contratos temporales. Y ahora los mismos que hicieron esas reformas dicen que el mercado de trabajo es insostenible en España porque es dual.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

©2009 ECONOMÍA PARA LAS PERSONAS | Template Blue by TNB