¿QUIÉN QUIERE RESOLVER LA CRISIS?

|



Miguel A. Quinteiro

En una de esas tertulias improvisadas, alguien soltó esa pregunta que aún nadie llegó a formular en viva voz.

A mí, que siempre estoy a la que salta, me salió una repuesta a la gallega ¿La crisis de quien?...

Porque uno tiene la impresión de que se habla de la crisis, en singular, cuando en realidad habría que hablar de por lo menos tres, ya que cada quien tendría que aguantar su palo:

La crisis de los políticos, la crisis de los ciudadanos y la madre de todas las crisis, la de las entidades financieras.

La de los políticos viene de su incapacidad para enfrentar y resolver los problemas. De la cortedad de miras y su sometimiento las directrices de los gurús del “neoliberalismo”, no se sabe si por incompetencia, pleitesía, o falta de imaginación e ideario político, pero todo ello agravado por unas estructuras piramidales, faltas de democracia interna, y desde luego por su incapacidad para conectar con el pueblo, dialogando y debatiendo la información veraz y los proyectos para un futuro más acorde con las necesidades y posibilidades de la sociedad.

La de la ciudadanía viene dada por las otras dos, ya que se nos escamotea la información, no se nos da la oportunidad de participar responsablemente en el búsqueda de soluciones, se nos usa de chivos expiatorios en una liturgia obscurantista, y se nos engaña con estrategias publicitarias manipuladoras, entorpeciendo cualquier progreso en la organización social.

La crisis financiera, no es tal, ya que crisis es cuando ocurre el inesperado, ya sea por situaciones imprevistas o por errores en los objetivos. Y se da el caso de que los financieros tienen sobrada capacidad para saber lo que ya, otros mas honrados, venían anunciando desde hace tiempo. Ni hay errores en sus objetivos: cumplidos inexorablemente: Ganar dinero, ya que aunque aparentemente, algunos quiebren, lo cierto es que el balance conjunto siempre es favorable para ellos: los que pierden son los gobiernos, o los ciudadanos, ya sea directamente estafados, o a base de distraer los impuestos de todos. ¿Solución?... Puesto que los políticos no pueden sustraerse al poder de los financieros, el pueblo debería ponerse en huelga, de consumo, de pago de impuestos y de trabajo. Pero eso se puede (y se debería) evitar a tiempo.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

©2009 ECONOMÍA PARA LAS PERSONAS | Template Blue by TNB