EFECTOS SOCIALES DE LA CRISIS: DETERIORO GENERALIZADO DE LOS ÍNDICES DEL BARÓMETRO SOCIAL

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Por BSE1 

El análisis de 185 indicadores, expresados de forma sintética en una serie de índices estadísticos, muestra un empeoramiento generalizado de las condiciones de vida especialmente entre los años 2010 y 2012.

El Barómetro social de España analiza la evolución de once ámbitos de la realidad social en base a diversos indicadores estadísticos; para cada uno de esos ámbitos se elabora un índice sintético que resume las principales tendencias (para una explicación más detallada ver aquí). Los cambios registrados en los últimos cinco años permite esbozar un diagnóstico global del rumbo de la sociedad española.

La aparente contradicción entre condiciones socioeconómicas y ambientales

Nuestro índice sintético de empleo combina información de acceso a puestos de trabajo y de condiciones laborales (temporalidad, tiempo parcial, salarios y siniestros). A partir de 2008 su evolución muestra un continuo retroceso: la mayor caída del índice se produjo en 2009 (-15,6%) y en 2012 se registró un nuevo e importante paso atrás (-12,6%); en el primer momento la principal consecuencia fue la pérdida de empleo masculino relacionado con el sector de la construcción; en el segundo de un deterioro generalizado que refleja el impacto negativo de la reforma laboral.

Gráfico 1. Variación anual de los índices de Renta y patrimonio, Empleo y Medio Ambiente (2007-2012)



Fuente: Barómetro social de España

Paralelamente, el índice de renta y patrimonio –que sintetiza la evolución de los ingresos, la fiscalidad, las desigualdades y la pobreza- ha registrado también caídas continuas pero en este caso de forma cada vez más pronunciada. En otros términos, el deterioro en términos de renta y patrimonio de la mayor parte de la sociedad ha sido creciente y ha alcanzado su máximo nivel en 2012 (-20,6% respecto al año anterior).

En cambio, el índice sintético de medio ambiente –que resume indicadores de energía, calidad del agua y aire, residuos, agricultura, flora y fauna- mejoró de forma notable al inicio de la crisis (más del 20% en 2008 y 2009). El brusco frenazo de la producción capitalista generó una disminución de las emisiones de CO2 y del consumo energético. Este “decrecimiento salvaje” puso de manifiesto las posibilidades de mejorar la situación medioambiental; sin embargo, se trató de un espejismo coyuntural porque en 2010 y 2012 el índice ha vuelto a empeorar, a pesar del continuo retroceso de la producción medido por el PIB. En estos años vuelve a repuntar la dependencia energética del exterior, las emisiones de CO2 y disminuye el peso de las energías renovables, acosadas por las políticas del gobierno Rajoy.

Consecuencias sobre las condiciones de vida

Veamos cuál ha sido el impacto de la crisis y de las políticas gubernamentales sobre distintos ámbitos de la vida social (ver Gráfico 2).

El índice de igualdad de género valora la situación de mujeres y hombres en el plano laboral, de la salud, la formación y la protección social. A partir de 2008 ha registrado un retroceso constante para las mujeres sólo interrumpido en 2010 (debido a un mayor retroceso masculino en la situación de empleo); en los últimos cinco años ha experimentado una caída del 13%, incrementando la postergación global de la población femenina.

El índice de protección social reúne información sobre el sistema de pensiones, las prestaciones por desempleo, los servicios sociales y el gasto público en este ámbito. Su evolución fue positiva al inicio de la crisis, muy especialmente en 2009, debido a una mejoría de cobertura de las pensiones, los servicios sociales y las prestaciones por desempleo. El gasto en protección social mejoró –aunque de forma decreciente- hasta 2011, pero aún no se conoce la evolución a partir del cambio de gobierno. Sí puede observarse una caída continuada del índice global, que perdió 19% de su valor entre 2010 y 2012, a causa de los importantes retrocesos en el índice de prestaciones de desempleo (-38%) y de pensiones (-29%).

Gráfico 2. Variación anual de los índices de situación y políticas sociales (2007-2012)



Fuente: Barómetro social de España

El índice sintético de vivienda resume indicadores de acceso a la vivienda y de las políticas oficiales en este ámbito. Su evolución ha sido errática: se registraron mejoras en 2008, 2010 y 2011 por un “efecto automático” del fin de la burbuja inmobiliaria: caída de precios de compra y alquiler, incremento del porcentaje de viviendas de protección social (a raíz del freno de la edificación “libre”). Sin embargo, la caída del crédito hipotecario, el incremento de desahucios y lanzamientos judiciales, junto al deterioro del gasto público en el sector impusieron una caída del índice en 2009 y, especialmente, en 2012 (-26%), el peor año de la serie.

Otros dos sectores, educación y salud, han sido escenario de importantes conflictos sociales en los últimos años. En ambos las políticas oficiales han propiciado “recortes” y de organización de servicios, básicamente disminuyendo los recursos disponibles en los sistemas públicos –bajo el mantra de recortar gasto “excesivo” con el fin de pagar los intereses de la deuda pública- y favoreciendo a la oferta privada-concertada. No obstante, las consecuencias de estos cambios no se trasladan de forma inmediata a los resultados producidos por ambos sistemas, que cuentan con una gran inercia y sólo muestran los resultados de los cambios organizativos de forma paulatina.

Debido a ello el índice sintético de educación –que valora el gasto en educación, los resultados escolares y el nivel educativo de la población adulta- muestra una evolución positiva hasta 2011, aunque con valores decrecientes a partir de 2009. Pero en 2012 registra una caída (-2%), la primera que se observa en nuestra serie iniciada en 1994. El retroceso se debe principalmente a la caída del gasto público destinado a educación, y podrá ser mayor cuando se publiquen y computen los resultados escolares correspondientes a 2012.

Por su parte, el índice sintético de salud –que valora los recursos destinados a este ámbito, la morbilidad y hábitos de vida además de la mortalidad y esperanza de vida- es el único que presenta una mejora en todos los años comprendidos entre 2007 y 2012, aunque en este último año prácticamente se ha congelado y por primera vez se registra un empeoramiento de la esperanza de vida y un aumento de la tasa bruta de mortalidad.

En definitiva, con la excepción parcial del ámbito salud, todos los índices sintéticos elaborados por el Barómetro social muestran que en 2012 se ha producido un retroceso significativo en las condiciones de vida, de un nivel desconocido en la serie estadística iniciada en 1994. Más allá de las especulaciones gubernamentales acerca del “final de la crisis” y el “inicio de la recuperación” parece claro que un par de décimas de incrementos del PIB o unos pocos puestos de trabajo más resultan del todo insuficientes para superar el deterioro producido en los distintos ámbitos de la vida social por las políticas escogidas para afrontar esta crisis.

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