El Financial Stability Body (FSB) [en castellano, consejo de estabilidad financiera] es un organismo internacional creado por los bancos centrales de medio mundo --entre los que figuran el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de EE UU-- para coordinar los servicios de inspección que, en teoría, velan por el correcto funcionamiento del sistema financiero internacional.
Pues bien, el FSB considera que hay treinta entidades (24 bancos y 6 aseguradoras) de ámbito trasnacional que deberían ser especialmente vigiladas a fin de evitar que quiebren o acusen apuros graves, pues si así fuera se desencadenaría una crisis de proporciones y consecuencias planetarias.
Según ha revelado el rotativo londinense Financial times, el FSB ha precisado que es singularmente importante vigilar a las aseguradoras debido a sus alambicadas estructuras; lo que se debería a, entre otras cosas, la presencia de participaciones con intereses contrapuestos, a sus dependencias trasnacionales, y a que sus procesos de decisión están condicionados por delicados equilibrios.
Las treinta entidades señaladas --entre las que figuran dos españolas-- por el FSB han sido invitadas a elaborar una especie de testamento vital que prevea planes de liquidación en caso de que se produzca una crisis y así, al menos en teoría, paliar daños y evitar un efecto dominó.
La lista de entidades --siempre según la información difundida por el Financial times-- es la siguiente, por orden alfabético:
Banca Intesa, Bank of America, Barclays, BBVA, BNP Paribas, Citigroup, Credit Suisse, Deutsche Bank, Goldman Sachs, HSBC, ING, JPMorgan Chase, HSBC, Merrill Lynch, Mitsubishi UFJ, Mizuho, Morgan Stanley, Nomura, Royal Bank of Canada, Royal Bank of Scotland, Santander, Société Générale, Standard Chartered, Sumitomo Mitsui, UBS, UniCredit; más las aseguradoras Aegon, Allianz, Aviva, Axa, Swiss Re y Zurich.
Dos aspectos chocantes
En la propuesta o sugerencia del FSB hay dos aspectos --entre otros-- que llaman poderosamente la atención:
Primero, No existe ninguna autoridad de ámbito internacional que pueda forzar la puesta en práctica de controles rigurosos, salvo que el propio FSB, el FMI, la OCDE o/y organismos parejos fueran apoyados con acciones políticas concretas por parte de los países más ricos del mundo. Es más, ni siquiera los bancos centrales poseen poder suficiente para imponer sus criterios, y las leyes de ámbito estatal e internacional (por ejemplo, en la UE) acusan vacíos sustanciales. Esta indefensión del propio sistema es fruto en gran medida de las desregulaciones aplicadas a iniciativa de los gobiernos ultraliberales a partir de los primeros años noventa; y
Segundo, Resulta extraño y en principio injustificable desde un punto de vista económico que en el listado de entidades del FSB no figure ninguna de Brasil, China, India y Rusia; países en los que hay una decena de actores financieros con poderío e influencia de orden mayor y que tienen probada relevancia en el sistema internacional.
ENLACE a la información de Financial times: "Thirty financial groups on systemic risk list" (en inglés).
0 comentarios:
Publicar un comentario