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Marinaleda es un municipio sevillano de 3.000 habitantes con una tasa de paro del 0% y donde sus vecinos pagan 15 euros mensuales de hipoteca hasta alcanzar un coste total de ocho o nueve millones de pesetas (entre 48.000 y 54.000 euros) para una vivienda de nueva construcción. Juan Manuel Sánchez Gordillo es el alcalde del municipio y uno de los artífices de esta realidad que a día de hoy parece impensable.
¿Qué política de vivienda aplican en el municipio?
Consideramos que la vivienda tiene que ser un derecho y no un negocio. Es un bien que está reconocido por la Constitución como una necesidad humana, por lo tanto no puede ser objeto de especulación. Pensamos que hace falta un nuevo modelo económico que piense en el ser humano y en sus necesidades y no en los beneficios de una minoría. Hemos pasado de ser un pueblo de pleno paro a pleno empleo en el que todos los habitantes trabajan en cooperativas industriales o agrícolas ganando 47 euros al día por seis horas de jornada laboral.
¿Se ha mostrado mucha gente interesada en residir y trabajar en Marinaleda?
Sí, pero hay que entender que esto se ha levantado con mucho esfuerzo y mucho trabajo. 600.000 personas necesitan vivienda sólo en Andalucía, pero no podemos dar respuesta a todo el mundo, por eso hemos impuesto como requisito para acceder a una vivienda llevar dos años residiendo en Marinaleda, aunque sí tratamos de ofrecer trabajo a tantas personas como podemos.
¿Cuál es el coste medio de una vivienda de nueva construcción?
Entre unos ocho o nueve millones de pesetas. Hay que tener en cuenta que aquí el Ayuntamiento cede gratuitamente el suelo y ofrece los servicios de su arquitecto. Además, los materiales de construcción se consiguen mediante un acuerdo firmado con la Junta de Andalucía. A eso se suma el trabajo del auto-constructor, que será el propietario de la vivienda.
¿Y si la persona que quiere la vivienda no tiene conocimientos de construcción?
De peón sirve cualquiera. De todas formas, cuando alguien no puede dedicarse a la construcción de su vivienda puede delegar en un familiar o pagar a alguien para que lo haga en su lugar. Tratamos de adaptarnos a las necesidades de cada persona, parando la construcción en períodos de recogida de la aceituna, por ejemplo.
¿Es efectiva la actual Ley de Vivienda?
No. Hace falta una nueva Ley de Suelo. Hay que partir de que la vivienda es un derecho con el que no se puede especular. Por lo tanto, la nueva Ley debería de contemplar que la primera vivienda fuera obligatoriamente de suelo público. De esta manera se abarataría el coste de las casas en un 120%. La Administración Pública tendría que comprometerse para que las personas insolventes pagaran un alquiler con opción a compra sin permitir la negociación.
¿Podría extrapolarse la gestión de Marinaleda al conjunto de España?
Por supuesto, siempre y cuando se aprobara una nueva Ley de Suelo que no contemplara la especulación, se apostara por el alquiler y se creara un banco público de financiación que gestionara y regulara la actividad financiera en España. La iniciativa privada tiene sentido para segundas viviendas, viviendas vacacionales, etc., pero no para la primera vivienda.
¿Cómo evolucionarán los precios de los pisos en 2011?
Tendrán que seguir bajando. Las empresas perderán dinero porque compraron el suelo sobrevalorado, pero es difícil que exista otra solución. Es mejor que rebajen un 30% el precio a que tengan un patrimonio muerto, como son ahora las viviendas.
¿Cuáles fueron los errores que nos llevaron a esta crisis del ladrillo?
El error fundamental es la concepción de la vivienda como un negocio especulativo en lugar de cómo un derecho. La empresa privada tiene que tener beneficios pero no tan elevados. Hay que cambiar de filosofía.
¿Se repetirán estos mismos errores en el futuro?
El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. En lugar de darle tanto dinero a los bancos, que son los que han provocado la especulación, habría que intervenir y regular el mercado financiero. De lo contrario, dentro de 5 o 7 años volveremos otra vez a la misma situación.
¿Podría extrapolarse la gestión de Marinaleda al conjunto de España?
Por supuesto, siempre y cuando se aprobara una nueva Ley de Suelo que no contemplara la especulación, se apostara por el alquiler y se creara un banco público de financiación que gestionara y regulara la actividad financiera en España. La iniciativa privada tiene sentido para segundas viviendas, viviendas vacacionales, etc., pero no para la primera vivienda.
¿Cómo evolucionarán los precios de los pisos en 2011?
Tendrán que seguir bajando. Las empresas perderán dinero porque compraron el suelo sobrevalorado, pero es difícil que exista otra solución. Es mejor que rebajen un 30% el precio a que tengan un patrimonio muerto, como son ahora las viviendas.
¿Cuáles fueron los errores que nos llevaron a esta crisis del ladrillo?
El error fundamental es la concepción de la vivienda como un negocio especulativo en lugar de cómo un derecho. La empresa privada tiene que tener beneficios pero no tan elevados. Hay que cambiar de filosofía.
¿Se repetirán estos mismos errores en el futuro?
El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. En lugar de darle tanto dinero a los bancos, que son los que han provocado la especulación, habría que intervenir y regular el mercado financiero. De lo contrario, dentro de 5 o 7 años volveremos otra vez a la misma situación.
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