M.J. Montesinos
Algunos de los argumentos que se usan para defender la necesidad de energía nuclear no han sido nunca ciertos, o han dejado de serlo.
1.- No podemos prescindir de la energía que nos aportan las nucleares. En la actualidad, las nucleares aportan el 21% del la energía eléctrica española. En esta aportación hay que tener en cuenta que se encuentra privilegiada frente al resto de fuentes energéticas: cuando se da un pico en el suministro, Red Eléctrica hace parar a las centrales térmicas, parques eólicos, se desconectan las huertas las solares o se deja de soltar agua por las presas hidroeléctricas, pero no se apaga una central nuclear, porque es muy caro y conlleva riesgos. Su aportación por tanto está sobrevalorada. En muchas ocasiones, su aportación no sería necesaria y podría cubrirse con renovables.
En el mundo, la energía nuclear apenas supone un 6%. El planeta no depende pues, de la energía nuclear , aunque determinados países sí la tengan como fuente principal.
2.- Es más barata. La industria nuclear no es responsable en España de la gestión de sus residuos radioactivos, la gestión de esos residuos de lleva a cabo por ENRESA, empresa pública y su coste se carga a los presupuestos generales del Estado, los que pagamos entre todos los españoles con nuestros impuestos. Actualmente, mientras se construye un almacén temporal central (ATC) para el que actualmente el ministerio de industria busca ubicación, pagamos a Reino Unido y Francia, a quienes enviamos esos residuos. Este contrato sin embargo, expiraba este año 2011, ahora se ha prolongado porque aun no existe el ATC, por esa prórroga fuera de plazo estamos pagando a Francia, por ejemplo, 60.000 euros diarios.
En el mundo, la energía nuclear apenas supone un 6%. El planeta no depende pues, de la energía nuclear , aunque determinados países sí la tengan como fuente principal.
2.- Es más barata. La industria nuclear no es responsable en España de la gestión de sus residuos radioactivos, la gestión de esos residuos de lleva a cabo por ENRESA, empresa pública y su coste se carga a los presupuestos generales del Estado, los que pagamos entre todos los españoles con nuestros impuestos. Actualmente, mientras se construye un almacén temporal central (ATC) para el que actualmente el ministerio de industria busca ubicación, pagamos a Reino Unido y Francia, a quienes enviamos esos residuos. Este contrato sin embargo, expiraba este año 2011, ahora se ha prolongado porque aun no existe el ATC, por esa prórroga fuera de plazo estamos pagando a Francia, por ejemplo, 60.000 euros diarios.
Si se incluyera el coste de esa gestión, el precio del kilowatio/hora sería muy superior.
La radioactividad de estos residuos permanecerá durante cientos de años, así que todavía no es posible calcular lo que acabará costando que ese combustible esté guardado de manera segura.
Por otra parte, las centrales españolas fueron construidas hace más de 20 años, un plazo que permite que en estos momentos lleguen a su amortización. Las instalaciones de energías renovables, todavía están amortizándose, en el caso de los parques solares su plazo de amortización es de unos 10 años. La última gran central nuclear emprendida es Olkiluoto-3, en Finlandia, en cuya construcción el gobierno de Helsinksi, lleva gastados 4.000 millones de euros y aún no ha sido acabada. Por su parte, la revista Forbes calificó a la energía nuclear como "el mayor fiasco en la historia económica norteamericana".
3.- Es la energía del futuro. Lo cierto es que las reservas de uranio apenas llegan a los 40 años, menos aún que las previstas para el petróleo. Eso teniendo en cuenta el número de centrales nucleares existentes hasta ahora.
Si China (que ha anunciado que suspende de momento sus planes de construir nuevas centrales), Rusia, -que mantiene sus planes de incrementar su número de instalaciones nucleares-, y otros países que también previstas más centrales, el uranio se acabaría todavía antes.
4.- Nos libra de la dependencia energética exterior, de países en zonas inestables. España no tiene uranio, tenemos que comprarlo a otros países. Las minas de uranio se encuentran en Canadá, Australia, Kazajistán, Rusia, Níger, Namibia, Venezuela y Brasil. Salvo Canadá, Australia y seguramente Brasil, el resto no son países demasiado estables o con los que tengamos asegurado un buen entendimiento. En Alemania todavía recordarán el frío que pasaron el invierno de 2006 cuando, en su guerra de precios con Ucrania, Rusia decidió cerrar los grifos de sus gasoductos y dejó a la República Federal sin suministro durante días. España no tiene uranio, sin embargo tiene grandes potenciales eólicos, muchas horas de sol, embalses y saltos hidroeléctricos, mareas, energía geotérmica…
5.- Las necesidades de electricidad de España no se pueden cubrir con renovables. El Informe “Renovables 2050: un informe sobre el potencial de las energías renovables en la España peninsular”, realizado por el Instituto de Investigaciones Tecnológicas (IIT) de la Universidad de Comillas ya ha probado que sí es posible. Según el estudio, los recursos renovables más abundantes son los asociados a la energía solar: con tecnologías solares disponibles hoy (termoeléctrica, fotovoltaica y chimenea solar) se podría generar electricidad equivalente a 45,3 veces la demanda eléctrica o a 8,32 veces la demanda energética total de la península en 2050.
6.- Las renovables aún no están desarrolladas. La eficiencia de las instalaciones solares, de las obleas de las placas, de la potencia de los aerogeneradores instalados… ha crecido exponencialmente en los últimos años, de hecho las tecnología asociada a las renovables es la que ha experimentado el desarrollo más rápido jamás conocido en la Historia. Los cálculos del informe del punto anterior, aunque proyectados en el tiempo hasta 2050, se han hecho solo contando con la tecnología de la que se dispone hasta ahora o la que se sabe a ciencia cierta que ya se habrá podido desarrollar.
También se dice que son inestables y hacen inestable el sistema. Es verdad que de noche no hay sol, pero el viento no se para de noche, además de día se puede subir agua con la electricidad generada por las huertas solares y soltarla por la noche, generando electricidad, también las baterías de los coches eléctricos son reservas de electricidad que se pueden verter a la red. Hay muchas maneras de almacenar la electricidad o los medios para generarla, solo es usar un poco la inteligencia, encontrar las soluciones y ponerlas en práctica. No se habla de ciencia-ficción, si no de soluciones que existen y que podrían usarse ya.
7.- Las renovables son caras. En otras formas de conseguir energía no se incorporan los costes ambientales, pero esos costes existen y suelen tener que afrontarse por el Estado, con cargo a los presupuestos generales que financian todos los españoles. Hemos mencionado también el hecho de que se trata de inversiones recientes que todavía están amortizándose.
Por otro lado, las renovables son un sector económico en crecimiento: de 1998 a 2009, en aumento del empleo en las renovables ha sido del 3.005%. Por el contrario, la nuclear es la fuente de energía que menos empleo genera por unidad de energía producida.
8.- En España no pasan accidentes. Nunca ha ocurrido algo semejante a Fukushima pero en noviembre de 2007 hubo una fuga en Ascó I, de la que la central no informó, y sólo admitió haber sufrido ese accidente en abril de 2008, tras presentarse denuncia contra ellos.
9.- No queremos nucleares, pero compramos energía a Francia, un país con una contribución muy grande de la energía nuclear. En 2010, el saldo fue favorable a España, es decir, exportamos al país galo más de la electricidad que le pedimos a él. Dado que en el mix español tiene un peso considerable las renovables, hemos contribuido a hacer más ‘limpio’ el consumo eléctrico francés.
10.- La nuclear no contamina. No emite CO2, principal culpable del cambio climático, pero está claro que contamina, y mucho, y de manera inmediatamente letal, catastrófica e incontrolable.
La radioactividad de estos residuos permanecerá durante cientos de años, así que todavía no es posible calcular lo que acabará costando que ese combustible esté guardado de manera segura.
Por otra parte, las centrales españolas fueron construidas hace más de 20 años, un plazo que permite que en estos momentos lleguen a su amortización. Las instalaciones de energías renovables, todavía están amortizándose, en el caso de los parques solares su plazo de amortización es de unos 10 años. La última gran central nuclear emprendida es Olkiluoto-3, en Finlandia, en cuya construcción el gobierno de Helsinksi, lleva gastados 4.000 millones de euros y aún no ha sido acabada. Por su parte, la revista Forbes calificó a la energía nuclear como "el mayor fiasco en la historia económica norteamericana".
3.- Es la energía del futuro. Lo cierto es que las reservas de uranio apenas llegan a los 40 años, menos aún que las previstas para el petróleo. Eso teniendo en cuenta el número de centrales nucleares existentes hasta ahora.
Si China (que ha anunciado que suspende de momento sus planes de construir nuevas centrales), Rusia, -que mantiene sus planes de incrementar su número de instalaciones nucleares-, y otros países que también previstas más centrales, el uranio se acabaría todavía antes.
4.- Nos libra de la dependencia energética exterior, de países en zonas inestables. España no tiene uranio, tenemos que comprarlo a otros países. Las minas de uranio se encuentran en Canadá, Australia, Kazajistán, Rusia, Níger, Namibia, Venezuela y Brasil. Salvo Canadá, Australia y seguramente Brasil, el resto no son países demasiado estables o con los que tengamos asegurado un buen entendimiento. En Alemania todavía recordarán el frío que pasaron el invierno de 2006 cuando, en su guerra de precios con Ucrania, Rusia decidió cerrar los grifos de sus gasoductos y dejó a la República Federal sin suministro durante días. España no tiene uranio, sin embargo tiene grandes potenciales eólicos, muchas horas de sol, embalses y saltos hidroeléctricos, mareas, energía geotérmica…
5.- Las necesidades de electricidad de España no se pueden cubrir con renovables. El Informe “Renovables 2050: un informe sobre el potencial de las energías renovables en la España peninsular”, realizado por el Instituto de Investigaciones Tecnológicas (IIT) de la Universidad de Comillas ya ha probado que sí es posible. Según el estudio, los recursos renovables más abundantes son los asociados a la energía solar: con tecnologías solares disponibles hoy (termoeléctrica, fotovoltaica y chimenea solar) se podría generar electricidad equivalente a 45,3 veces la demanda eléctrica o a 8,32 veces la demanda energética total de la península en 2050.
6.- Las renovables aún no están desarrolladas. La eficiencia de las instalaciones solares, de las obleas de las placas, de la potencia de los aerogeneradores instalados… ha crecido exponencialmente en los últimos años, de hecho las tecnología asociada a las renovables es la que ha experimentado el desarrollo más rápido jamás conocido en la Historia. Los cálculos del informe del punto anterior, aunque proyectados en el tiempo hasta 2050, se han hecho solo contando con la tecnología de la que se dispone hasta ahora o la que se sabe a ciencia cierta que ya se habrá podido desarrollar.
También se dice que son inestables y hacen inestable el sistema. Es verdad que de noche no hay sol, pero el viento no se para de noche, además de día se puede subir agua con la electricidad generada por las huertas solares y soltarla por la noche, generando electricidad, también las baterías de los coches eléctricos son reservas de electricidad que se pueden verter a la red. Hay muchas maneras de almacenar la electricidad o los medios para generarla, solo es usar un poco la inteligencia, encontrar las soluciones y ponerlas en práctica. No se habla de ciencia-ficción, si no de soluciones que existen y que podrían usarse ya.
7.- Las renovables son caras. En otras formas de conseguir energía no se incorporan los costes ambientales, pero esos costes existen y suelen tener que afrontarse por el Estado, con cargo a los presupuestos generales que financian todos los españoles. Hemos mencionado también el hecho de que se trata de inversiones recientes que todavía están amortizándose.
Por otro lado, las renovables son un sector económico en crecimiento: de 1998 a 2009, en aumento del empleo en las renovables ha sido del 3.005%. Por el contrario, la nuclear es la fuente de energía que menos empleo genera por unidad de energía producida.
8.- En España no pasan accidentes. Nunca ha ocurrido algo semejante a Fukushima pero en noviembre de 2007 hubo una fuga en Ascó I, de la que la central no informó, y sólo admitió haber sufrido ese accidente en abril de 2008, tras presentarse denuncia contra ellos.
9.- No queremos nucleares, pero compramos energía a Francia, un país con una contribución muy grande de la energía nuclear. En 2010, el saldo fue favorable a España, es decir, exportamos al país galo más de la electricidad que le pedimos a él. Dado que en el mix español tiene un peso considerable las renovables, hemos contribuido a hacer más ‘limpio’ el consumo eléctrico francés.
10.- La nuclear no contamina. No emite CO2, principal culpable del cambio climático, pero está claro que contamina, y mucho, y de manera inmediatamente letal, catastrófica e incontrolable.
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