BBVA RESULTADOS 2009. NOS ESPERA UNA LARGA AGONÍA

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Gurusblog

La verdad es que el mundo de la Bolsa es curioso. Ha sido presentar resultados del 2009 el BBVA, que parece que de repente los inversores se hayan dado cuenta que la banca española tiene algún que otro cadáver escondido debajo de la alfombra.

Debe ser que igual ha sido ahora cuando nos empieza a llegar el tufillo a descomposición, pero vaya no había que ser un lince para sospechar que algo no iba bien, si te encuentras a alguien con las manos ensangrentadas, un cuchillo en la mano y silbando disimuladamente.

Los resultados del BBVA aparentemente no han sido tan desastrosos, si te miras las noticias publicadas en prensa, y las cifras que se dan, pues parece que no haya para tanto. En 2009 el banco ha ganado un 16% menos que el año anterior, pero dada la situación y la countura no parece tan dramático y al fin y al cabo el beneficio atribuido a alcanzado los 4.210 millones. Sin embargo el cadáver está allí y empieza a oler bastante mal.

El cadáver, pues abulta bastante, los 325.000 millones de euros concedidos en créditos al sector inmobiliario, eran, son y serán un problema … un gran problema. Lo curioso es que se ha tardado casi dos años en que la misma banca entone el mea culpa y reconozca abiertamente que ya no sabe como ocular el muerto.

Vamos a darle un rápido vistazo a las principales partidas de balance y cuenta de resultados del banco. Pero hagámoslo con un poco de prespectiva y cojamos la serie histórica del 2006 al 2009 (cifras pre crisis y post crisis). El ejercicio es interesante, porque podemos ver que aunque el paciente parece gozar de buena salud (4.210 millones de euros de beneficios), podemos observar como sus constantes vitales se van deteriorando sin pausa.

A diferencia de la banca anglosajona, que opta por la filosofía del vale más ponerse una vez colorado que cien rojo, amos borrón y cuenta nueva provisionamos todo lo provisionable y empecemos de nuevo, aquí en la cultura latina parece que preferimos una lenta agonía, mejor no ir al médico, que se pensarán que estoy enfermo.

Analizando Resultados BBVA 2009





Activo Total:

Podemos observar que la expansión del Balance se ha prácticamente parado. Veníamos de épocas de crecimiento a dos dígitos del balance (¡Alucinante! si un negocio maduro como el bancario expande el balance al 20% anual y la economía crece al 4% , Houston tenemos un problema, algo no cuadra). Parada del crecimiento del balance, señal de que alguien ha echado el freno de mano.

Vías de Ingreso:

Básicamente un banco tiene dos formas de ganar dinero, uno captando ahorro y pidiendo prestado dinero a corto para prestarlo a largo plazo, a esto se le denomina margen de intermediación. Aquí la evolución es impresionante, pero algo artificial. Del 2007 al 2009, en valor absoluto el margen de intermediación se ha incrementado en 4.000 millones con prácticamente el mismo volumen de Balance.

¿Cómo se ha conseguido? Pues este incremento viene básicamente por la inyección de liquidez barata (una especie de subvención) de los Bancos Centrales a los bancos, y obviamente los bancos no han trasladado esta financiación barata a los clientes. El problema puede venir en un futuro próximo cuando esta subvención del BCE finalice. Atención porque este incremento de 4.000 millones del margen de intermediación le ha permitido al banca amortiguar mucho el impacto de las provisiones en su cuenta de resultados.

La segunda vía principal de ingresos, son las comisiones. Estás vemos que van ligeramente a la baja. Aunque se incremente el precio de comisiones de servicios, si al final formalizas menos préstamos e hipotecas, el negocio de las comisiones se resiente.

Deterioro de Activos:

Espectacular la escalada, se ha multiplicado por 3 el nivel de provisiones. Dicho esto, uno se queda con la sensación que falta mucho provisionar. Un ejemplo, en el 4T BBVA ha provisionado 705 millones de euros del fondo de comercio por la compra del COMPASS..pero aún quedan en su balance 5.200 millones de euros de fondo de comercio del Compass. Por no hablar de activos inmobiliarios comprados o en dación en pago.

Otra prueba sería la caída que experimenta el ROA en este periodo (acumula un 59%) versus la caída del beneficio neto (48%). Señal de que algo no se acaba de limpiar.

GOLPE DE ESTADO SILENCIOSO

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Se plantea quién manda, si políticos elegidos o ejecutivos de la banca

Simon Johnson es un prestigioso economista norteamericano que da clases en la escuela de negocios del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Nada izquierdista, fue economista jefe del Fondo Monetario Internacional y acaba de publicar un libro, aún no editado en España, titulado 13 banqueros que es una de las críticas más despiadadas a la banca de inversión desde el corazón del sistema, por su papel en la crisis financiera. Desde hace meses circula profusamente por la Red un artículo publicado por Simon en laAtlantic Monthly, titulado "El golpe de Estado silencioso", cuya tesis es que la industria financiera americana ha capturado a la Casa Blanca, lo que explica su poder y lo ocurrido desde el verano de 2007.

La reacción de Obama, plantando cara en sus declaraciones a los grandes banqueros, no sólo se entiende por las dificultades de los demócratas tras perder el control del Senado, sino por la sensación generalizada acerca del poder sin límites de la banca y por el mal uso de ese poder, a pesar de haber sido multimillonariamente ayudada con dinero público, liquidez sin cuento, avales y compras de activos. La hartura ciudadana, en medio de una larguísima recesión que conlleva altas tasas de paro y un empobrecimiento de las clases medias, es cada vez más explícita. Si existe un ámbito en el que la protección al consumidor es necesaria es en el de los ahorros de los ciudadanos, en los recursos que disponen ante un futuro incierto. Muchos no han entendido que el Estado, habiendo entrado mayoritariamente en el capital de las entidades para salvarlas de la quiebra, no haya ejercido a continuación los derechos políticos de las acciones que había adquirido, para evitar los abusos salariales, el riesgo especulativo desmedido, la altanería y falta de autocrítica de sus presidentes en las comparecencias parlamentarias, y la falta de crédito.

Aunque restan concreciones y un calendario explícito para las reformas del sistema financiero y de los mecanismos de regulación, Obama ha anunciado tres grandes ideas fuerza, más allá del fortalecimiento de la Reserva Federal como principal institución reguladora: primero, un impuesto sobre el pasivo, con el objeto de recuperar hasta el último céntimo del dinero público aportado a la banca para su supervivencia; segundo, la separación de las actividades comerciales y de inversión de la banca, recuperando la idea de la ley Glass-Steagall (aprobada en medio de la Gran Depresión), que fue abolida por la Administración Clinton, lo que demuestra que no sólo los republicanos activaron la desregulación financiera que llevó al desastre. Por último, el troceamiento de las entidades más grandes, aquellas a las que no se puede dejar quebrar so pena de riesgo sistémico; muchos economistas han abierto un debate muy interesante: por qué tienen que ser privadas aquellas instituciones que no pueden caer y han de ser apoyadas por las muletas públicas en caso de riesgo.

La reacción política de Obama, que ha sido apoyada por los dirigentes europeos, sean éstos de extracción socialdemócrata o conservadora, y por la opinión pública mayoritaria, se sustenta en los últimos abusos de la industria financiera: en cuanto las entidades han vuelto a los beneficios supermillonarios han recuperado las prácticas del pasado basadas en una innovación financiera desaforada, con operaciones opacas y fuera del balance; los escandalosos bonus récord a sus ejecutivos, en un momento en que se exigen sacrificios salariales al resto de los ciudadanos; y, sobre todo, la ausencia de líneas de crédito suficientes para empresas y familias. A ello se le ha unido un elemento coyuntural, pero de claro valor pedagógico: el cobro de comisiones a las transferencias de solidaridad con los afectados del terremoto de Haití (que también se manifestó durante los primeros días en los bancos españoles).

En el fondo de este debate subyace el viejo dilema ya planteado por Max Weber sobre quién manda en última instancia en el mundo de la economía: los representantes elegidos por los ciudadanos o el planeta de los negocios. La hegemonía de la política o de la economía. La gobernanza en tiempos de la globalización.

LAS CAJAS SIGUEN REALIZANDO OPERACIONES DE DUDOSA TRANSPARENCIA

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Miguel Ángel Quinteiro Núñez

Un ejemplo nos ilustra sobre cómo las Cajas acumulan fondos, en ocasiones, sin obligación de devolverlos y con dudosa transparencia: los fondos perpetuos

Un ejemplo de operación financiera, realizada por una Caja, en este caso Caixa Galicia:

 
Emisión en el mercado secundario, de una oferta de inversión, en unos 'fondos perpetuos', que ofrecen las siguientes características:

  1. No tienen plazo para su rescate, pues son perpetuos. Sólo se podrá recuperar el dinero encontrando un comprador en el llamado mercado secundario.
  2. Las condiciones son del pago de un interés del 3,5% durante los primeros cinco años, y luego el +0,5% sobre el Euribor (actualmente sobre el 1,4%, y a la baja).
  3. La Caja 'solo' garantiza el pago de intereses, si el nivel de beneficios supera determinados mínimos. No garantiza el rescate del capital invertido, en ninguna circunstancia, aunque podría amortizarlo voluntariamente.
  4. Este tipo de operaciones no se acoge a la garantía del Estado para las cantidades depositadas en los bancos, pues no tiene el carácter de depósito, sino de participación en riesgo.
  5. En la práctica, las personas que compraron estos títulos, y que habiendo superado el periodo de cinco años, traten de recuperar su inversión, están pendientes de que algún comprador los adquiera, pero las ofertas, dado su escasa rentabilidad y nulas perspectivas de recuperar el total invertido, no pasan de un 15% del valor real.
  6. La emisión fue de casi 140 millones de € en el año 2003 y, según un rumor no confirmado, su destino fue la financiación de la campaña electoral del PP.
  7. Este tipo de operaciones no estaban permitidas a las Cajas hace años, pero, hoy en día pueden comportarse como bancos especulativos, aunque posiblemente aún siga en vigor la limitación...

En realidad, se trata de un préstamo a la entidad emisora, que ésta no tiene obligación de devolver, solo se compromete a pagar intereses, cuando sus beneficios superen ciertos niveles (no digamos si entra en pérdidas) y además baja el porcentaje, con el transcurso de los años. En caso de desaparición de la entidad emisora, las obligaciones también desaparecen ¿Qué va a pasar con la fusión?

  
Realmente parece mentira que algunas personas hayan aceptado este tipo de operaciones, ya que ni siquiera la rentabilidad inicial era tan alta (el 3,5% anual). Solo la habilidad vendedora puede explicar que se haya cubierto la emisión, abusando de la confianza que las Cajas suelen disfrutrar frente a sus clientes, y empleando estratagemas engañosas (la decisión había que tomarla en un corto período de tiempo) y ocultando información que aclarase a qué se estaba comprometiendo el cliente.


 Sería estupendo que ese mismo criterio lo empleara la Caja con los clientes que les pidieran préstamos. Con él se resolverían la mayoría de los problemas financieros de las personas y empresas que necesitan


 Además, existe otro agravio comparativo: un cliente tiene que explicar en qué va a invertir el préstamo que solicita, pero la Caja no dice a que va a destinar los fondos que recibe... A lo que estaría obligada si aplicara las normas de Responsabilidad Social y Ética Empresarial, muy de moda, pero que nadie aplica en la Banca tradicional, ni en las Cajas de Ahorro...

  
Parece que ha llegado el momento, si queremos contrarrestar los efectos de la crisis, de que se apoye y facilite la puesta en marcha proyectos de Banca Ética, como COOP57, FIARE y JAK, así como un cambio de la políticas respecto a las Cajas de Ahorro.

EN PLENO INVIERNO FLORECE esPOSIBLE.

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Adriana Pérez Pesce

La nueva publicación online especializada en desarrollo sostenible esPosible nace con el objetivo de reflejar las acciones de las empresas, administraciones públicas, ONG, medios de comunicación y ciudadanos, en su camino hacia la sostenibilidad diaria y cotidiana.

A través de sus páginas, la revista propone “librar una batalla contra el escepticismo, reflejando hechos, propuestas e iniciativas que ponen de relieve que un mundo más sostenible es posible y que muchos ya están trabajando en él”. En el primer número se ha planteado el papel de las empresas de cara a la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones de CO2.

Cristina Monge, directora de Proyección Externa de Ecología y Desarrollo, entidad impulsora del proyecto con la colaboración de la Fundación Chandra, mantuvo una entrevista con Noticias Positivas en la que comentó el alcance y las expectativas de la publicación:

Noticias Positivas: ¿Por qué nace la idea de crear esPosible?

Cristina Monge: La idea surge ante la necesidad de demostrar que el enorme reto que supone la sostenibilidad es posible si todos hacemos nuestra parte. En el fondo, tiene mucha relación con una de las conclusiones que sacamos de la Cumbre de Copenhague y es que como decía un lema: “si la gente lidera, los líderes tienen que actuar”. Hay muchas personas – empresas, ONG, administraciones y ciudadanos- haciendo cosas importantes en el camino hacia la sostenibilidad y creemos que estamos en el momento de visibilizarlas para aprender de ellas y ser conscientes de los enormes avances que se van dando en este ámbito.

N+: ¿Con qué secciones cuenta la publicación?

C.M.: Combina secciones de análisis de fondo y reportaje –dedicados cada mes a un tema- con otras donde se cuentan experiencias en forma de breves. Dentro del tema central, incluimos una entrevista a un personaje relevante en la materia y una tribuna que le pedimos a un experto en ese ámbito. A estas secciones hay que unir una agenda de actos y una bajo el título “mercado verde”, que intenta contar iniciativas que están tomando las empresas para caminar hacia la sostenibilidad. Además, tenemos una sección del Foro de Reputación Corporativa, dedicada a difundir los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

N+: A modo de ejemplo, ¿qué temas tratarán en los próximos números?

C.M.: Entendemos la sostenibilidad en sentido amplio: desde su acepción de equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental, por lo que los temas a tratar van a ser muy variados. El próximo mes tenemos previsto trabajar el “empleo verde” y luego iremos abordando temas que tienen que ver con la responsabilidad social y la cooperación al desarrollo, entre otros.

N+: ¿Cómo se financia la revista?

C.M.: esPosible quiere ser coherente en todas sus dimensiones. Su financiación proviene de una publicidad que nosotros llamamos “con sentido”, es decir, sólo admitimos anuncios de proyectos o productos que contribuyan al objetivo de la revista y demuestren que la sostenibilidad es posible.

N+: Teniendo en cuenta que la publicación llega a más de 550.000 destinatarios de mail cada mes, ¿cuáles han sido las primeras repercusiones?

C.M.: Las primeras sensaciones son muy buenas: estamos recibiendo muchas felicitaciones y las ratios de visitas son superiores a lo que esperábamos. Ahora queda analizar bien qué información puede ser más útil y fidelizar a nuestros lectores.

N+: En el futuro, ¿tenéis pensado editar la publicación en papel?

C.M.: ¡Quién sabe! Eso lo dirán los lectores. Acabamos de nacer y hemos de seguir analizando minuciosamente qué tipo de información interesa más a nuestros lectores aunque los tiempos parecen que van por el camino de lo digital y las ventajas de difusión que tiene son tremendas. En este sentido, esPosible supone también una apuesta por las nuevas tecnologías, aunque eso no debe significar cerrar vías.

DATOS DE CONTACTO:

http://www.revistaesposible.org/

EMIGRACIÓN-INMIGRACIÓN: ¿A QUIÉN BENEFICIA?

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Félix Soria

Los movimientos de población transfronterizos tienen variadas raíces, pero casi siempre se dan por dos motivos: económicos (sea para buscar comida, mejor calidad de vida o abrir horizontes a la prole propia) y políticos (persecución ideológica, religiosa o étnica).

Los datos, además, demuestran que las migraciones más numerosas son las de orden socio-económico. ¡Que rápido ha olvidado el Viejo Continente que cientos de miles de europeos --se calcula que unos 45 millones-- embarcaron rumbo a América desde el siglo XVI hasta bien avanzado el siglo XX!

Desde hace más de un siglo y para colmo de males, la mayoría de los movimientos de población se producen desde países poco desarrollados a países emergentes o ricos. Por lo que a medio y largo plazo las migraciones contribuyen a empobrecer a los territorios pobres y multiplican las posibilidades de acumular riqueza en las geografías más desarrolladas.

Y pocas certezas más pueden extraerse de la historia de las migraciones. El rosario de simplezas, superficialidades u obviedades con las que algunos pretenden enriquecer el debate sobre las emigraciones e inmigraciones apenas clarifica nada y, para colmo, en ocasiones sólo sirve para emponzoñar actitudes. Naturalmente, hay cuestiones culturales --personales y colectivas-- de alto interés que exigen atención, pero en las Españas se ha llegado a un punto en el que cuando se habla de emigración o inmigración priman los discursos interesadamente alambicados, los simplismos propios de la ignorancia, e incluso empiezan a ganarcrédito la xenofobia (rechazo al otro) y el racismo (rechazo a otras etnias).

Y lo más chusco: ¡Hasta hay quienes aducen razones económicas para promover la construcción de muros!

Convendría colocar carteles en los lugares públicos más concurridos en los que figuraran estos dos hechos:
1. Históricamente, Europa es el continente emigrante por antonomasia, los datos así lo constatan; y

2. Las emigraciones siempre acaban beneficiando al país receptor y perjudicando al emisor, y de esto saben mucho cientos de miles de familias españolas, por mucho que ahora haya quienes se hacen los olvidadizos.

EL III FSMM SE PLANTEA BUSCAR ALTERNATIVAS AL MODELO ECONÓMICO Y SOCIAL CAPITALISTA

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Foro Social Mundial en Madrid-2010

Madrid, 25 ene. - Intelectuales, activistas, artistas, sindicalistas, teólogos, catedráticos, profesores de universidad, escritores y periodistas de todo el espectro social han firmado un Manifiesto de apoyo al III Foro Social Mundial de Madrid (III FSMM) -que se va a celebrar del 28 al 31 de enero- y en el que participarán alrededor de cuatro mil personas en 78 talleres.

Entre los firmantes destacan los profesores, Carlos Taibo, Jaime Pastor, Julia Varela, Fernando Álvarez-Uría, Heriberto Cairo, Carolina Descansa, Mirta Núñez Díaz-Balart y Carlos Fernández Liria. Entre los escritores y periodistas: Santiago Alba Rico, Marta Sanz, Roberto Montoya, Jorge Riechmann, Jordi Calvo i Rufanges, Pepe Mejía, Antonio Crespo, Isaac Rosa, José Manuel Martín Medem, Nazanín Amirian y Teresa Aranguren.

Además, firman el Manifiesto de apoyo al III FSMM los directores de publicaciones Evaristo Villar, Manolo Garí y Rafael Serra Naranjo. El director de cine Paul Laverty y el pintor Acacio Puig. Arquitectos como Ramón Fernández Durán, Aurora Justo e Isabel Fernández Galaz. Jerónimo Aguado y Paul Nicholson del mundo agrario. Carmen San José y Manuel Desviat de salud. Investigadores sociales como Rafael Díaz Salazar y Carlos Pereda. Juristas como Ángeles López Álvarez. Teólogos como Frey Betto y Juan José Tamayo. José Manuel Sánchez Gordillo. Entre los luchadores históricos firman Marcos Ana y Daniel Pereyra.

Del mundo sindical han expresado su apoyo Cándido González Carnero y Juan Manuel M. Morala. También han firmado José Falcão y Mamadou Bâ, miembros de los movimientos sociales de Portugal. También hay firmas provenientes de Ecuador, Panamá, Venezuela y Camerún.

“Los movimientos sociales de Madrid -que comparten la carta de principios del Foro Social Mundial- quieren reclamar ante la ciudadanía la necesidad de buscar alternativas al modelo económico y social capitalista que está en el origen de la crisis actual”, reza el Manifiesto del FSM de Madrid. El III FSMM planteará que otra salida a la crisis es posible.


CRISIS DE LA HUMANIDAD

Y es que la salida oficialista que se está dando a la crisis, -que es “de humanidad”, según Frey Betto- y que está asolando el mundo y dejando tras de sí despidos en masa, desempleo, hambre, desesperación y lágrimas. Es “la cara más destructiva de un capitalismo asentado sobre los pilares del individualismo, la acumulación y el consumo voraz que está poniendo en evidencia el fracaso de las políticas neoliberales y su total incompatibilidad con la cobertura de las necesidades básicas de las personas y del resto del planeta”, según Esther Vivas, activista de los movimientos sociales.

Necesitamos desandar el camino equivocado que nos ha llevado a esta situación irracional e inhumana y emprender “una acción política revolucionaria” que, según el filósofo y otro de los firmantes, Carlos París, nos lleve la alternativa al poder. El III FSMM se va a celebrar en el IES Lope de Vega en la calle San Bernardo 70 y el Patio Maravillas situado en la calle del Pez 21 en Madrid.

LOS PECADOS DE HAITÍ

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Eduardo Galeano

La democracia haitiana nació hace un ratito. En su breve tiempo de vida, esta criatura hambrienta y enferma no ha recibido más que bofetadas. Estaba recién nacida, en los días de fiesta de 1991, cuando fue asesinada por el cuartelazo del general Raoul Cedras. Tres años más tarde, resucitó. Después de haber puesto y sacado a tantos dictadores militares, Estados Unidos sacó y puso al presidente Jean-Bertrand Aristide, que había sido el primer gobernante electo por voto popular en toda la historia de Haití y que había tenido la loca ocurrencia de querer un país menos injusto.

El voto y el veto

Para borrar las huellas de la participación estadounidense en la dictadura carnicera del general Cedras, los infantes de marina se llevaron 160 mil páginas de los archivos secretos. Aristide regresó encadenado. Le dieron permiso para recuperar el gobierno, pero le prohibieron el poder. Su sucesor, René Préval, obtuvo casi el 90 por ciento de los votos, pero más poder que Préval tiene cualquier mandón de cuarta categoría del Fondo Monetario o del Banco Mundial, aunque el pueblo haitiano no lo haya elegido ni con un voto siquiera. Más que el voto, puede el veto. Veto a las reformas: cada vez que Préval, o alguno de sus ministros, pide créditos internacionales para dar pan a los hambrientos, letras a los analfabetos o tierra a los campesinos, no recibe respuesta, o le contestan ordenándole:
-Recite la lección. 
Y como el gobierno haitiano no termina de aprender que hay que desmantelar los pocos servicios públicos que quedan, últimos pobres amparos para uno de los pueblos más desamparados del mundo, los profesores dan por perdido el examen.

La coartada demográfica 

A fines del año pasado cuatro diputados alemanes visitaron Haití. No bien llegaron, la miseria del pueblo les golpeó los ojos. Entonces el embajador de Alemania les explicó, en Port-au-Prince, cuál es el problema:
-Este es un país superpoblado -dijo-. La mujer haitiana siempre quiere, y el hombre haitiano siempre puede.
Y se rió. Los diputados callaron. Esa noche, uno de ellos, Winfried Wolf, consultó las cifras. Y comprobó que Haití es, con El Salvador, el país más superpoblado de las Américas, pero está tan superpoblado como Alemania: tiene casi la misma cantidad de habitantes por quilómetro cuadrado.
En sus días en Haití, el diputado Wolf no sólo fue golpeado por la miseria: también fue deslumbrado por la capacidad de belleza de los pintores populares. Y llegó a la conclusión de que Haití está superpoblado... de artistas.
En realidad, la coartada demográfica es más o menos reciente. Hasta hace algunos años, las potencias occidentales hablaban más claro.

La tradición racista

Estados Unidos invadió Haití en 1915 y gobernó el país hasta 1934. Se retiró cuando logró sus dos objetivos: cobrar las deudas del City Bank y derogar el artículo constitucional que prohibía vender plantaciones a los extranjeros. Entonces Robert Lansing, secretario de Estado, justificó la larga y feroz ocupación militar explicando que la raza negra es incapaz de gobernarse a sí misma, que tiene "una tendencia inherente a la vida salvaje y una incapacidad física de civilización". Uno de los responsables de la invasión, William Philips, había incubado tiempo antes la sagaz idea: "Este es un pueblo inferior, incapaz de conservar la civilización que habían dejado los franceses".
Haití había sido la perla de la corona, la colonia más rica de Francia: una gran plantación de azúcar, con mano de obra esclava. En El espíritu de las leyes, Montesquieu lo había explicado sin pelos en la lengua: "El azúcar sería demasiado caro si no trabajaran los esclavos en su producción. Dichos esclavos son negros desde los pies hasta la cabeza y tienen la nariz tan aplastada que es casi imposible tenerles lástima. Resulta impensable que Dios, que es un ser muy sabio, haya puesto un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo enteramente negro".
En cambio, Dios había puesto un látigo en la mano del mayoral. Los esclavos no se distinguían por su voluntad de trabajo. Los negros eran esclavos por naturaleza y vagos también por naturaleza, y la naturaleza, cómplice del orden social, era obra de Dios: el esclavo debía servir al amo y el amo debía castigar al esclavo, que no mostraba el menor entusiasmo a la hora de cumplir con el designio divino. Karl von Linneo, contemporáneo de Montesquieu, había retratado al negro con precisión científica: "Vagabundo, perezoso, negligente, indolente y de costumbres disolutas". Más generosamente, otro contemporáneo, David Hume, había comprobado que el negro "puede desarrollar ciertas habilidades humanas, como el loro que habla algunas palabras".

La humillación imperdonable 

En 1803 los negros de Haití propinaron tremenda paliza a las tropas de Napoleón Bonaparte, y Europa no perdonó jamás esta humillación infligida a la raza blanca. Haití fue el primer país libre de las Américas. Estados Unidos había conquistado antes su independencia, pero tenía medio millón de esclavos trabajando en las plantaciones de algodón y de tabaco. Jefferson, que era dueño de esclavos, decía que todos los hombres son iguales, pero también decía que los negros han sido, son y serán inferiores.
La bandera de los libres se alzó sobre las ruinas. La tierra haitiana había sido devastada por el monocultivo del azúcar y arrasada por las calamidades de la guerra contra Francia, y una tercera parte de la población había caído en el combate. Entonces empezó el bloqueo. La nación recién nacida fue condenada a la soledad. Nadie le compraba, nadie le vendía, nadie la reconocía.

El delito de la dignidad

Ni siquiera Simón Bolívar, que tan valiente supo ser, tuvo el coraje de firmar el reconocimiento diplomático del país negro. Bolívar había podido reiniciar su lucha por la independencia americana, cuando ya España lo había derrotado, gracias al apoyo de Haití. El gobierno haitiano le había entregado siete naves y muchas armas y soldados, con la única condición de que Bolívar liberara a los esclavos, una idea que al Libertador no se le había ocurrido. Bolívar cumplió con este compromiso, pero después de su victoria, cuando ya gobernaba la Gran Colombia, dio la espalda al país que lo había salvado. Y cuando convocó a las naciones americanas a la reunión de Panamá, no invitó a Haití pero invitó a Inglaterra.
Estados Unidos reconoció a Haití recién sesenta años después del fin de la guerra de independencia, mientras Etienne Serres, un genio francés de la anatomía, descubría en París que los negros son primitivos porque tienen poca distancia entre el ombligo y el pene. Para entonces, Haití ya estaba en manos de carniceras dictaduras militares, que destinaban los famélicos recursos del país al pago de la deuda francesa: Europa había impuesto a Haití la obligación de pagar a Francia una indemnización gigantesca, a modo de perdón por haber cometido el delito de la dignidad.
La historia del acoso contra Haití, que en nuestros días tiene dimensiones de tragedia, es también una historia del racismo en la civilización occidental.

TRAMPAS Y MISERIAS DEL ESTADO DE BIENESTAR

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Artículo de Juan G. Bedoya publicado en El País, 6 de Julio de 2009 y galardonado con el “Premio Europeo de Periodismo 2009. Por la Diversidad. Contra la discriminación”

Los servicios públicos, atascados por la crisis, desvían a miles de ciudadanos hacia Cáritas. España destina a gasto social 74.000 millones menos de lo que le correspondería por su nivel de desarrollo.
“España es un gigante económico con pies de barro sociales”. Esta advertencia del economista Vicenç Navarro resume las alarmas de las organizaciones de caridad ante los desastres que está causando la crisis en cientos de miles de hogares españoles. En 2008, Cáritas atendió a un 50% más de personas que en 2007 y ahora las peticiones de alimentos y artículos básicos aumentan el 89,6%, y un 65,2% las ayudas para hacer frente a alquileres o hipotecas. Los mismos incrementos están registrando las cocinas económicas de las Hijas de la Caridad o el Banco de Alimentos en sus múltiples sedes. En la España que “va bien”, hay gente que no tiene para comer y ha de esperar hasta cinco meses a que la Administración Pública, en sus diferentes niveles, le conceda las ayudas a las que tiene derecho por ley.
Buena parte de las personas atendidas por las organizaciones católicas de caridad acudieron antes a los servicios sociales públicos, sin resultado alguno. A veces, son estos servicios públicos quienes, desbordados o sin presupuesto, envían a esas personas a las ONG, para que les atiendan. “Es una grave dimisión de responsabilidades”, lamenta el secretario general de Cáritas, Silverio Agea. El 52% de las personas que atiende Cáritas han sido derivados desde los ayuntamientos. “Cáritas tiene el compromiso de fe para atender a estas personas, pero quienes tienen la obligación son las administraciones públicas, que son quienes administran nuestros impuestos”, sentencia.

Al profesor Navarro, catedrático de Políticas Públicas en la Universidad Pompeu Fabra, en Barcelona, las quejas y denuncias de Cáritas no le han sorprendido. Lleva años advirtiendo contra las mentiras que escondía la reiterada presunción de que “España va bien”, proclamada sin rubor por gobernantes de todos los colores ideológicos. “Cáritas añade su voz a una larga lista de documentos que muestran las enormes insuficiencias del gasto público social en España y en cada una de sus comunidades autónomas. Aunque nuestro país ha hecho grandes avances en las áreas económicas, estamos todavía muy retrasados en las áreas sociales. En realidad, treinta años después de haber terminado la dictadura (que se caracterizó por su enorme insensibilidad social), España continúa estando a la cola del gasto público social por habitante en la UE-15 (el grupo de países de semejante desarrollo económico al nuestro)”, reitera de nuevo Vicenç Navarro.

Silverio Agea, de Cáritas, coincide en el análisis. Pese a la intensidad de la crisis, “los fondos públicos para ayudas básicas están este año en el mismo nivel que en 2007″. Agea concluye reclamando un “pacto de Estado” para cubrir a todos los necesitados en todo el territorio nacional, sin diferencias entre autonomías.

Cáritas acaba de publicar un informe elaborado por los expertos Miguel Laparra (Universidad Pública de Navarra) y Luis Ayala (Universidad Rey Juan Carlos) sobre el sistema de garantía de ingresos mínimos en España y la respuesta urgente que requiere la crisis social. El trabajo incide en que el sistema de protección español está “siete puntos por debajo de la Unión Europea”. Será remitido a los grupos parlamentarios y al Gobierno porque, como explicó Agea, “Cáritas tiene el objetivo de complementar los servicios públicos, no de sustituirlos”.

Primeras horas en una de las 468 oficinas de Cáritas en la diócesis de Madrid. Acaba de entrar una muchacha. Tiene 28 años, pero aparenta menos. Llega con dos chiquillos. Vive en la barriada de Carabanchel y acaba de quedarse sin casa. Tampoco tiene trabajo. Y ha perdido, además, al padre de sus hijos. Se ha marchado. Nada, no tiene nada. La mujer parece asustada, como un perrito apaleado. Ha acudido antes a las puertas del Estado. En realidad, llega a Cáritas remitida por los servicios sociales municipales. Es evidente que tiene derecho a una atención urgente, de emergencia, por parte de la Administración autonómica o municipal (una vivienda de integración, la renta social básica, el llamado salario social, etcétera), pero los servicios públicos están saturados. Ahora mismo, tardan meses -un mínimo de dos, a veces más de cinco meses- en tramitar esas ayudas, así que la propia trabajadora social ha tomado la decisión de remitir el caso a Cáritas.

La situación se repite miles de veces en toda España. “Es el pan nuestro de cada día”, lamenta Carmelo Corada, de Cáritas Bilbao. “Nosotros llegamos a donde podemos, pero no podemos con todo”, añade. La mayoría de las veces, el problema no es el dinero, sino la burocracia. “Esas personas tienen derecho a las ayudas oficiales, que terminan cobrando. Pero la administración tarda meses en dar una respuesta, así que nos piden que, mientras tanto, solucionemos la emergencia y adelantemos el dinero. Hemos pedido a la Administración que busque las respuestas adecuadas. No puede funcionar ahora con los mismos medios y los mismos esquemas”, sentencia Corada.

“Los trámites de las ayudas públicas para estos casos de emergencia (también para las tramitaciones ordinarias) son desesperantes. A veces, la persona en apuros debe esperar un mes para ser escuchada (lo llaman “cita previa”), y otros tres o cuatro meses (ahora, incluso más), hasta que la burocracia toma una determinación, casi siempre favorable. Pero hay que comer cada día, o hay que pagar el alquiler, así que acuden a nosotros, que podemos decidir en cada comento. A veces son las propias trabajadoras sociales del Ayuntamiento las que nos llaman con la recomendación. Es verdad que lo normal es que nos repongan ese dinero, pero el problema no debe resolverse así. Cuando llegan a nosotros, esas personas están enfadadas por tanto vete allí o vete allá. Están angustiadas y se enfadan. Es normal. Los trámites administrativos deben cumplirse bien, pero no puede ser que se prolonguen durante tanto tiempo”, lamenta el dirigente de Cáritas Bilbao.

A la muchacha de Carabanchel que llegó con sus dos críos la atendió personalmente Concha García, coordinadora técnica de Cáritas Madrid. “Nos preocupa el número creciente de personas que llegan a nosotros enviados por los servicios sociales públicos. Pueden representar el 54%, incluso el 56%”, afirma.

La mañana en que atiende la llamada del EL PAÍS, Concha García ha asistido a una reunión en la sede de Cáritas con la concejala de Familia y Asuntos Sociales en el Ayuntamiento de Madrid, Concepción Dancausa. Buscan solución a situaciones que les han desbordado de manera espectacular. Un dato: en Madrid, la tramitación de las ayudas de renta mínima de inserción se demora muchas veces entre cuatro y diez meses”. “Horrible”, exclama la persona que facilita la información, con lujo de detalles, a este periódico.

En la visita de la concejala Dancausa a Cáritas, los datos quedaron encima de la mesa. Cáritas Madrid se extiende en una red de 468 parroquias (91 en zonas rurales). También administra dos edificios con 120 viviendas de integración. Sin embargo, el dato que afea toda posible comparación con los servicios sociales públicos tiene que ver con el esfuerzo humano movilizado: Caritas cuenta con 6.693 personas (6.538 voluntarios y 155 contratados), frente a los apenas 600 trabajadores sociales del colosal Ayuntamiento de Madrid.

Según el economista Vicenç Navarro, marcadamente socialdemócrata -vivió algunas décadas exiliado en Suecia, donde estudió a fondo el potente Estado del bienestar de ese país nórdico-, el déficit social ocurre en todos los componentes del Estado del bienestar español, sea sanidad, educación, vivienda social, escuelas de infancia, servicios de ayuda a las personas con dependencia, pensiones no contributivas y servicios sociales, así como en las transferencias públicas que tienen como objetivo prevenir la exclusión social.

“La causa mayor de este gran retraso social es la falta de voluntad política de los sucesivos gobiernos españoles de aumentar los ingresos al Estado e incrementar sustancialmente el gasto público social a fin de converger socialmente con los países de la UE-15. Las fuerzas conservadoras y liberales tienen una excesiva influencia en las instituciones políticas de España. El argumento que tales fuerzas utilizan, indicando que es el sector privado el que debiera realizar las labores del estado del bienestar, ignora la enormidad del problema social de España. El sector privado puede complementar, pero no sustituir la función pública del Estado del bienestar. Cáritas no puede hacer la función que debe hacer el sector público. Su queja está totalmente justificada. No puede ser que constantemente se estén encontrando fondos especiales para ayudar a la banca, por ejemplo, mientras que las autoridades públicas continúan olvidando las enormes necesidades sociales de las clases populares”, afirma el profesor Navarro. En 2006 publicó el libro El subdesarrollo social de España. Causas y consecuencias, denunciando que el Estado del bienestar español era uno de los más retrasados de la Unión Europea.

La situación no ha mejorado, como ahora deja en evidencia la crisis. Vicenç Navarro dibuja una realidad aún más grave. “Este enorme retraso social de España no se debe a que seamos pobres. En realidad, el PIB per cápita de España es ya el 94% del promedio de la UE-15. En cambio, el gasto público social por habitante es sólo el 74% del promedio de la UE-15. En otras palabras, España se gasta en su Estado del bienestar 74.000 millones de euros menos de lo que le correspondería por su nivel de desarrollo económico. Y los que sufren más estos enormes déficits de gasto público social son las comunidades autónomas, y, muy en especial, los municipios, que son las cenicientas de la democracia española”.

La crisis ha cambiado el perfil de las personas que se acercan a pedir ayuda a los servicios sociales, públicos o privados. Aumentan las familias jóvenes con niños pequeños, en primer lugar; parados recientes que comienzan a agotar la prestación por desempleo y a entrar en situación de “ingreso cero” en sus hogares; hombres solos sin hogar y en paro; mujeres mayores con pensiones mínimas, e inmigrantes en situación irregular (uno de cada tres hogares sin ingresos está formado por extranjeros porque “en menos de un año los inmigrantes han perdido más de medio millón de empleos”). Cáritas -6.000 puntos de acción en toda España, 56.000 voluntarios y 4.400 trabajadores contratados- atribuye esa situación, entre otros motivos, a “una grave falta de previsión y ajuste ante la crisis”.

Donde más salta a la vista el perfil de los nuevos pobres es en las llamadas cocinas económicas, de las Hermanas de la Caridad de San Vicente Paul. En 2005 ganaron el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia y por sus manos pasan decenas de miles de pobres, a desayunar, almorzar o cenar gratis. También gestionan talleres ocupacionales, de integración. “No sé si podrán hacer fotografías en el comedor porque vienen personas que sienten vergüenza que les vean”, afirma sor Dolores Jiménez Muro, la directora de la Cocina Económica de Santander. En 2008 atendieron en el comedor a 7.549 personas (800 más que el año anterior). En total, sirvieron 31.961 comidas, 5.671 desayunos y 7.501 cenas, además de miles de bocadillos. Como el resto de las organizaciones de caridad, reciben dinero público, pero el grueso de sus gastos corre por cuenta de donaciones de particulares o empresas. Hace poco, la sociedad encargada de la limpieza en la ciudad de Santander, Ascan-Geaser, le entregó 7.000 euros. Era el importe de la comida anual que empresa y trabajadores habían acordado suprimir con ese fin.

“Con la crisis han aumentado las donaciones y crece el número de socios colaboradores. La respuesta está siendo muy generosa. La gente quiere arrimar el hombro”, sostiene María Ángeles Martín Piñals, secretaria general de Caritas Valencia. Abogada de oficio, dejó la profesión, no sin desgarro, para dedicarse a la organización, en la que ya trabajaba como asesora jurídica. Lleva 13 años en el cargo. “Este es un observatorio impresionante para ver las consecuencias de la crisis. Muchas veces veo cosas y nos llegan casos que me dejan sin respirar. Así que cuando se oye eso de que han pagado 94 millones por un futbolista, imagine cómo nos sentimos”, lamenta quien este año necesitará un 71% más de dinero, sin saber todavía de dónde va a salir.

EL GOBIERNO DE LA ECONOMÍA

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Juan Torres López – Consejo Científico de ATTAC España

Desde que el partido socialista ganara las elecciones de 2004, la derecha española no ha dejado de desestabilizar su gestión gubernamental. No oponiéndose a que gobierne de una u otra forma sino sea cual sea la manera en que lo haga. La derecha española está acostumbrada a considerar que España es suya y que sólo ella está legitimada y preparada para gobernarla y no ha dado ni un minuto de cuartelillo al partido socialista.

En la anterior legislatura, espoleada por el rechazo del resultado electoral, los propios dirigentes del Partido Popular actuaron como punta de lanza, centrándose principalmente en los asuntos relativos a los derechos civiles y personales y usando a la jerarquía de la Iglesia Católica, en manos de prelados de extrema derecha, como ocasional mascarón de proa contra José Luis Rodríguez Zapatero y su Gobierno.



En la actual, la crisis económica, que por supuesto el Partido Popular no había previsto (o al menos no lo advirtió así a los ciudadanos), ha sido la principal excusa para atacarlo constantemente. Pero, a diferencia de lo ocurrido en los cuatro años anteriores, ahora no son los líderes populares quienes cargan sobre sí con el principal peso de la batalla sino que se sirven para ello de la patronal, de los ideólogos al mando del Banco de España y de un buen número de economistas en nómina directa o indirecta de gabinetes de estudios, institutos o fundaciones creados bajo el amparo de los bancos y las grandes empresas.

Entre todos han logrado crear un clima en el que predominan tres ideas principales.

La primera que la crisis es responsabilidad exclusiva del gobierno de Zapatero, obviando que fue el propio gobierno de José María Aznar quien estableció en gran parte las bases para que aquí la hayamos sentido con singular intensidad y, sobre todo, que es el Partido Popular quien explícitamente defiende el capitalismo desregulado y con una presencia del Estado ínfima y al servicio de las corporaciones que la ha provocado.

La segunda idea es que lo que se necesita para salir de la crisis es más desregulación laboral, reducir el coste del despido y las cotizaciones sociales, debilitar la negociación colectiva y, en definitiva, reducir los salarios. Propuestas sin fundamento científico determinante y que, como ya he escrito aquí en otras ocasiones (¿Moderar los salarios?, Las cotizaciones sociales) empobrecerían aún más a nuestra economía, la harían más vulnerable y frágil, y que simplemente se encaminan a procurar que la gran patronal y los bancos salgan de la crisis en mejores condiciones aún y disfrutando de una parte más grande de la renta nacional.

Frente a ello, el Gobierno ha cometido tres errores fatales, que seguramente han actuado como causa encadenada uno de otro. El primer error ha sido la tardanza imperdonable en reconocer y abordar la situación de crisis con prontitud y haber trasladado a los ciudadanos una imagen de ceguera e improvisación que ha minado su credibilidad hasta límites seguramente mucho mayores de los que incluso muestran las encuestas. Mientras no se adelante a los acontecimientos y haga ver a la ciudadanía que lleva la iniciativa controlando los tiempos y la situación, seguirá perdiendo confianza y apoyo electoral. El segundo, haber dejado el gobierno de los asuntos económicos, el diseño estratégico desde presidencia y la política más concreta de Economía y Hacienda e incluso de otros ministerios, en manos de personas seguramente de gran honestidad y cualificación profesional pero que constantemente manifiestan estar básicamente de acuerdo con los postulados económicos de la derecha. Es lógico que con esas alforjas, los ciudadanos prefieran hacer el viaje con la derecha a quien suponen que hace esas políticas con más coherencia y eficacia.

Finalmente, y aunque hay que reconocer que el propio presidente Rodríguez Zapatero ha manifestado en ocasiones su voluntad de fortalecer las políticas sociales y de no dejarse llevar completamente por las propuestas de la patronal o del Banco de España, es decir, de la derecha de Rajoy que en materia económica se expresa por sus bocas, lo cierto es que ni se ha diseñado una política global diferente, ni apenas se ha hecho nada por lograr que los ciudadanos empoderen al Gobierno. Y así es muy difícil, por no decir imposible, que éste pueda tomar medidas algo diferentes a las que reclaman los grupos económicos y de poder acostumbrados a decir lo que hay que hacer con la economía española.

No hay que olvidar que lo que desde hace años va buscando la derecha económica en todo el mundo, y lo que en gran parte ya ha conseguido, es despolitizar el gobierno de la economía. Es decir, evitar que las decisiones económicas estén contaminadas de preferencias sociales y de decisiones democráticas. Lo plantean claramente en algunos ámbitos, como el de la política monetaria (que tiene un gran efecto sobre la distribución de la riqueza y que, sin embargo, se ha dejado en manos de los técnicos de los bancos centrales, que así pueden favorecer sin interferencias los intereses de los poderosos, como se viene demostrando constantemente) y lo promueven sin cesar en todos los demás. El ya fallecido Rudiger Dornbusch llegó a proponer que las finanzas argentinas estuvieran gobernadas por expertos extranjeros y eso es más o menos lo que en la práctica se asume cuando se dan por buenas sin rechistar las orientaciones de la OCDE, el FMI o la Comisión Europea.

Mientras predominen estas ideas y esta forma de abordar y dar respuesta a los problemas económicos será inevitable que las políticas económicas sigan favoreciendo a quienes tienen más poder al margen de las instituciones representativas y perjudicando a quienes ingenuamente se limitan a confiar en lo que hagan sus representantes políticos.

Seguramente sería muy improbable que en materia económica (y en otras) el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero pudiera ir tan lejos como quisieran sus miembros más progresistas o el partido que lo apoya en las críticas condiciones mundiales actuales, con las restricciones que impone una Unión Europea esclava de las corporaciones y del pensamiento neoliberal y la globalización excluyente y centralizada en la que vivimos. Pero eso es una cosa y otra que se acepte sin más esta situación, que se renuncie al empoderamiento, a transmitir a la sociedad un discurso diferente y, sobre todo, que no impulse un mayor protagonismo de los ciudadanos y de las ideas que demandan soluciones diferentes a los problemas económicos.

La soledad del Gobierno frente a una crisis que en gran medida han provocado quienes ahora le critican y que han no han sabido ver y cuyas causas han legitimado los economistas que ahora dicen saber cómo salir de ella, no solo es patética. Es también innecesaria porque en la sociedad, en las organizaciones sociales y en los sindicatos, e incluso me parece a mí que en su propio partido si no se le quisiera mantener anestesiado, podría encontrar suficiente apoyo y energía como para no tener que gobernar como un alma en pena.

Los poderosos y sus acólitos han procurado y procuran siempre hacer creer que la economía es un asunto técnico, un mecanismo ajeno a las preferencias sociales y que solo conocen y pueden componer los expertos que estudian científicamente su funcionamiento. Pero no es verdad. Las cuestiones que afectan a la vida y al patrimonio de las personas son economía política porque únicamente se pueden plantear y resolver en función de intereses y no en virtud de la técnica de la que se disponga sino del poder del que se disfruta.

Por eso, la única vía para salir de verdad de la crisis sin perjudicar aún más a los más débiles no es la de dejarse llevar por quienes se apropian de la voluntad social afirmando que ellos son quienes saben lo que conviene a todos, sino ampliando el debate social y la democracia económica.

Artículo publicado en Sistema Digital
www.juantorreslopez.com

LA UE DEBE CANCELAR LA DEUDA EXTERNA DE HAITÍ

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ecologistas
Con ocasión del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la UE, hoy en Bruselas, la campaña ¿Quién debe a Quién?, de la que forma parte Ecologistas en Acción, exige la cancelación inmediata e incondicional de la deuda externa de Haití.

Las más de 55 organizaciones sociales que conforman la campaña ¿Quién debe a Quién?, argumentan que el grado de destrucción que ha alcanzado el terremoto del pasado martes en Haití es fruto, en buena medida, de la situación de empobrecimiento y violación sistemática de los derechos humanos más elementales que viene sufriendo desde hace décadas el pueblo haitiano. Como causas que han agravado su vulnerabilidad, señalan la deuda externa, políticas de libre comercio, la imposición de un modelo agrícola industrial y exportador, el saqueo de su naturaleza y las empresas transnacionales. “La condición de vulnerabilidad del país a las tragedias naturales está conectada a la deuda externa y la ocupación militar”, explica Iolanda Fresnillo, del Observatorio de la Deuda en la Globalización.

La campaña ¿Quién debe a Quién? considera que es la responsabilidad de la UE actuar de forma coherente para que el pueblo de Haití pueda reconstruir el país y pueda forjar un futuro soberano. En este sentido, la respuesta en forma de ayuda humanitaria debe ser generosa e inmediata, pero también de calidad. Así, los recursos destinados a la ayuda de emergencia y la reconstrucción deben ser desligados de los intereses comerciales de los donantes, que no generen nuevo endeudamiento y libres de cualquier condicionalidad.

A la vez llaman a la UE y las instituciones financieras a cancelar de forma inmediata e incondicional la ilegítima deuda externa que Haití sigue pagando hasta hoy, a pesar de ser el país más empobrecido de América Latina.

Haití forma parte de la Iniciativa de alivio de la deuda para los países empobrecidos altamente endeudados (conocida como HIPC por sus siglas en inglés). En Junio de 2009 -y no tras el terremoto como han informado algunos medios de comunicación- Haití llegó al punto de culminación de dicha iniciativa, siendo beneficiario de una cancelación de deuda de US-$ 1.200 millones, y sólo tras la aplicación de duros ajustes y reformas económicas.

A pesar de la reducción, Haití sigue teniendo una deuda externa de US-$ 641 millones, la mitad es con el Banco Interamericano de Desarrollo y con el FMI. “El origen de esa deuda está en gran medida en el régimen dictatorial de Duvalier, por lo que podemos considerarla una deuda odiosa e ilegítima”, considera Edith Pérez Alonso, de Ecologistas en Acción.

Las cancelaciones de deuda deberían ser asumidas de forma inmediata por el Gobierno español quien preside el Consejo de la UE. “Demandamos también al Gobierno español la cancelación inmediata y sin condiciones de los cerca de 30 millones de euros de deuda externa que Haití tiene contraído con el Estado español”, enfatiza Fresnillo. Esta cifra supone 10 veces la aportación de la cooperación española anunciada por la Vicepresidenta del Gobierno para ayuda de emergencia a Haití.

“Asimismo instamos a la UE a que apremie al Banco Interamericano de Desarrollo y al Fondo Monetario Internacional, para que procedan con una cancelación total, inmediata e incondicional de la deuda externa de Haití, así como con ayuda de emergencia y reconstrucción sustancial, incondicional y no reembolsable”, manifiesta Pérez Alonso. “En este sentido, denunciamos como inaceptable y perjudicial el crédito de 100 millones de dólares que el FMI planea ofrecer a Haití dentro de su Programa de Reducción de la Pobreza y Crecimiento”, puntualiza.

DISCULPEN LA MOLESTIA

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Eduardo Galeano

Quiero compartir algunas preguntas, moscas que me zumban en la cabeza.

¿Es justa la justicia? ¿Está parada sobre sus pies la justicia del mundo al revés?

El zapatista de Irak, el que arrojó los zapatazos contra Bush, fue condenado a tres años de cárcel. ¿No merecía, más bien, una condecoración?

¿Quién es el terrorista? ¿El zapatista o el zapateado? ¿No es culpable de terrorismo el serial killer que mintiendo inventó la guerra de Irak, asesinó a un gentío y legalizó la tortura y mandó aplicarla?

¿Son culpables los pobladores de Atenco, en México, o los indígenas mapuches de Chile, o los kekchíes de Guatemala, o los campesinos sin tierra de Brasil, acusados todos de terrorismo por defender su derecho a la tierra? Si sagrada es la tierra, aunque la ley no lo diga, ¿no son sagrados, también, quienes la defienden?

Según la revista Foreign Policy, Somalia es el lugar más peligroso de todos. Pero, ¿quiénes son los piratas? ¿Los muertos de hambre que asaltan barcos o los especuladores de Wall Street, que llevan años asaltando el mundo y ahora reciben multimillonarias recompensas por sus afanes?

¿Por qué el mundo premia a quienes lo desvalijan?

¿Por qué la justicia es ciega de un solo ojo? Wal Mart, la empresa más poderosa de todas, prohíbe los sindicatos. McDonald’s, también. ¿Por qué estas empresas violan, con delincuente impunidad, la ley internacional? ¿Será porque en el mundo de nuestro tiempo el trabajo vale menos que la basura y menos todavía valen los derechos de los trabajadores?

¿Quiénes son los justos y quiénes los injustos? Si la justicia internacional de veras existe, ¿por qué nunca juzga a los poderosos? No van presos los autores de las más feroces carnicerías. ¿Será porque son ellos quienes tienen las llaves de las cárceles?

¿Por qué son intocables las cinco potencias que tienen derecho de veto en las Naciones Unidas? ¿Ese derecho tiene origen divino? ¿Velan por la paz los que hacen el negocio de la guerra? ¿Es justo que la paz mundial esté a cargo de las cinco potencias que son las principales productoras de armas? Sin despreciar a los narcotraficantes, ¿no es éste también un caso de “crimen organizado”?

Pero no demandan castigo contra los amos del mundo los clamores de quienes exigen, en todas partes, la pena de muerte. Faltaba más. Los clamores claman contra los asesinos que usan navajas, no contra los que usan misiles.

Y uno se pregunta: ya que esos justicieros están tan locos de ganas de matar, ¿por qué no exigen la pena de muerte contra la injusticia social? ¿Es justo un mundo que cada minuto destina tres millones de dólares a los gastos militares, mientras cada minuto mueren quince niños por hambre o enfermedad curable? ¿Contra quién se arma, hasta los dientes, la llamada comunidad internacional? ¿Contra la pobreza o contra los pobres?

¿Por qué los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de muerte contra los valores de la sociedad de consumo, que cotidianamente atentan contra la seguridad pública? ¿O acaso no invita al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y millones de jóvenes desempleados, o mal pagados, repitiéndoles noche y día que ser es tener, tener un automóvil, tener zapatos de marca, tener, tener, y quien no tiene, no es?

¿Y por qué no se implanta la pena de muerte contra la muerte? El mundo está organizado al servicio de la muerte. ¿O no fabrica muerte la industria militar, que devora la mayor parte de nuestros recursos y buena parte de nuestras energías? Los amos del mundo sólo condenan la violencia cuando la ejercen otros. Y este monopolio de la violencia se traduce en un hecho inexplicable para los extraterrestres, y también insoportable para los terrestres que todavía queremos, contra toda evidencia, sobrevivir: los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo, y hemos desarrollado una tecnología de la destrucción que está aniquilando, de paso, al planeta y a todos sus habitantes.

Esa tecnología se alimenta del miedo. Es el miedo quien fabrica los enemigos que justifican el derroche militar y policial. Y en tren de implantar la pena de muerte, ¿qué tal si condenamos a muerte al miedo? ¿No sería sano acabar con esta dictadura universal de los asustadores profesionales? Los sembradores de pánicos nos condenan a la soledad, nos prohíben la solidaridad: sálvese quien pueda, aplastaos los unos a los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha, ojo, mucho cuidado, éste te robará, aquél te violará, ese cochecito de bebé esconde una bomba musulmana y si esa mujer te mira, esa vecina de aspecto inocente, es seguro que te contagia la peste porcina.

En el mundo al revés, dan miedo hasta los más elementales actos de justicia y sentido común. Cuando el presidente Evo Morales inició la refundación de Bolivia, para que este país de mayoría indígena dejara de tener vergüenza de mirarse al espejo, provocó pánico. Este desafío era catastrófico desde el punto de vista del orden racista tradicional, que decía ser el único orden posible: Evo era, traía el caos y la violencia, y por su culpa la unidad nacional iba a estallar, rota en pedazos. Y cuando el presidente ecuatoriano Correa anunció que se negaba a pagar las deudas no legítimas, la noticia produjo terror en el mundo financiero y el Ecuador fue amenazado con terribles castigos, por estar dando tan mal ejemplo. Si las dictaduras militares y los políticos ladrones han sido siempre mimados por la banca internacional, ¿no nos hemos acostumbrado ya a aceptar como fatalidad del destino que el pueblo pague el garrote que lo golpea y la codicia que lo saquea?

Pero, ¿será que han sido divorciados para siempre jamás el sentido común y la justicia?

¿No nacieron para caminar juntos, bien pegaditos, el sentido común y la justicia?

¿No es de sentido común, y también de justicia, ese lema de las feministas que dicen que si nosotros, los machos, quedáramos embarazados, el aborto sería libre? ¿Por qué no se legaliza el derecho al aborto? ¿Será porque entonces dejaría de ser el privilegio de las mujeres que pueden pagarlo y de los médicos que pueden cobrarlo?

Lo mismo ocurre con otro escandaloso caso de negación de la justicia y el sentido común: ¿por qué no se legaliza la droga? ¿Acaso no es, como el aborto, un tema de salud pública? Y el país que más drogadictos contiene, ¿qué autoridad moral tiene para condenar a quienes abastecen su demanda? ¿Y por qué los grandes medios de comunicación, tan consagrados a la guerra contra el flagelo de la droga, jamás dicen que proviene de Afganistán casi toda la heroína que se consume en el mundo? ¿Quién manda en Afganistán? ¿No es ese un país militarmente ocupado por el mesiánico país que se atribuye la misión de salvarnos a todos?

¿Por qué no se legalizan las drogas de una buena vez? ¿No será porque brindan el mejor pretexto para las invasiones militares, además de brindar las más jugosas ganancias a los grandes bancos que en las noches trabajan como lavanderías?

Ahora el mundo está triste porque se venden menos autos. Una de las consecuencias de la crisis mundial es la caída de la próspera industria del automóvil. Si tuviéramos algún resto de sentido común, y alguito de sentido de la justicia ¿no tendríamos que celebrar esa buena noticia? ¿O acaso la disminución de los automóviles no es una buena noticia, desde el punto de vista de la naturaleza, que estará un poquito menos envenenada, y de los peatones, que morirán un poquito menos?

Según Lewis Carroll, la Reina explicó a Alicia cómo funciona la justicia en el país de las maravillas:

–Ahí lo tienes –dijo la Reina–. Está encerrado en la cárcel, cumpliendo su condena; pero el juicio no empezará hasta el próximo miércoles. Y por supuesto, el crimen será cometido al final.

En El Salvador, el arzobispo Oscar Arnulfo Romero comprobó que la justicia, como la serpiente, sólo muerde a los descalzos. El murió a balazos, por denunciar que en su país los descalzos nacían de antemano condenados, por delito de nacimiento.

El resultado de las recientes elecciones en El Salvador, ¿no es de alguna manera un homenaje? ¿Un homenaje al arzobispo Romero y a los miles que como él murieron luchando por una justicia justa en el reino de la injusticia?

A veces terminan mal las historias de la Historia; pero ella, la Historia, no termina. Cuando dice adiós, dice hasta luego.

ECONOMÍA DE MERCADO VS ECONOMÍA PLANIFICADA

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Yo mismo en Rankia
Aunque hablamos de comunismo y capitalismo, la realidad es que realmente se denominan sistemas de economía planificada y de mercado en función de cómo se organizan los recursos productivos. La respuesta es muy simple. O alguien organiza los recursos o bien los organiza el mercado. En este sentido tenemos que tener en cuenta que en un sistema de planificación es clave el control de los recursos, (tanto el trabajo como el capital), de forma que realmente al final el estado controla todos y cada uno de los recursos.

Es el estado el que decide que se produce, cómo y cuando. En este sentido desde luego, el mercado como concepto no existe, Por supuesto, esta es la teoría y el extremo, aunque desde luego, siempre existe algún tipo de mercado, aunque sea negro.

Respecto al sistema de economía de mercado, la base teórica es que es el mercado el que asigna eficientemente todos los recursos. Evidentemente el proceso es diametralmente opuesto, y si en el caso de la economía planificado el resultado final dependerá de lo adecuado de la planificación, en el sistema de economía de mercado, el resultado final dependerá de que los mercados funcionen correctamente.

El papel del estado se debe pues a los bienes de no mercado, (aquellos bienes públicos o bienes en los que el mercado no asigna correctamente los recursos), y desde luego a tratar de que los mercados se acerquen a las premisas de competencia perfecta.

El proceso de ajuste, se basa en los equilibrios de oferta y demanda, de tal forma, que la interacción de ofertantes y demandas, hacen variar los precios y los actores en los distintos mercados de tal forma que al final la famosa mano invisible lleva a los mercados al equilibrio.

Este ajuste va para el mercado de dinero, para el de los bienes y servicios y para el del trabajo. El procedimiento al final es sencillo. Si la demanda de un bien, un servicio, trabajo o dinero es mayor que la oferta, el precio de lo que sea sube, y en consecuencia por un lado la demanda se reduce y por otro lado la oferta se incrementa. Por otra parta cuando la demanda es menor, el precio se reduce, de forma que la oferta cae y la demanda sube hasta igualarse.

El papel de los gobierno ha de ser pues garantizar que los mercados funcionen de forma correcta.
Sé que esto es lo básico, y desde luego, hay toda una serie de premisas que han de cumplir los mercados para que el proceso funcione y los mercados realmente sirvan a su función, lo cual a su vez implicará que se consiga la asignación óptima de los recursos, lo que era a su vez la razón de ser de este sistema.

La realidad es que no necesitamos entrar a valorar las condiciones del mercado para analizar determinados fallos. Ya de entrada, es fácil ver que la asignación de recursos, provoca la eficiencia, lo cual a su vez provoca que la oferta se incremente y en este sentido el sentido del ajuste es sencillo. El precio de cada bien, se reduce de forma que la demanda se incrementa, y a su vez la oferta cae. Sin embargo, el hecho de que la oferta caiga o se reduzca significa que productores abandonan el mercado.

Este mecanismo, perfectamente superado en la teoría ha chocado con la realidad cuando nos hemos dado cuenta de que la oferta, en realidad son empresas o sectores, que están implantados en un ayuntamiento, que crean empleo o riqueza, (según todos los recursos). Lo cierto es que según el ajuste en el liberalismo, estos recursos, se destinarán a otros bienes, de forma que el capital y el trabajo se trasvasarán a otros sectores que ahora tienen unos precios más atractivos. Sin embargo, la realidad es que los grupos de presión, los empresarios y el capital ha invertido en un sector en particular, en una empresa determinada y en una zona determinada y realmente lo de ajuste y economía de mercado es algo que normalmente gusta hasta que el mercado dice que hay demasiados bienes de un sector determinado.

En definitiva, en el post acerca del progreso y reacciones, ya he tratado de colocar alguna de las claves de esto. La realidad es que si buscamos por un lado que los mercados asignen los recursos, en lugar de planificar la economía, parece un poco curioso que se intente solucionar el problema manipulando los mercados mediante todas las técnicas posibles, para que las empresas no caigan.
Lo mismo pasa con el mercado de trabajo. El proceso de ajuste es equivalente, de tal forma que cuando la actividad de la economía mejora, las empresas necesitan más trabajadores, de tal forma que la demanda de trabajo sube, (las empresas demandan el trabajo que los trabajadores ofrecen), en consecuencia el precio de los trabajadores (salarios) sube, esto provoca que las empresas tengan que buscar formulas para producir mejor, (tiendan a invertir en maquinaria), de tal forma que se mejora la productividad de la economía, a la vez que suben los salarios, para acceder a los resultados de esta mejora de la productividad. Al subir los salarios y mejorar las inversiones, el nivel de empleo cae y se produce el ajuste, con salarios y productividades mejores que el inicial.

Por supuesto, volvemos a la situación de antes, y en este caso, si se introduce el tema de la emigración, cuando la economía avanza, no se produce la escasez de trabajo consiguiendo que siempre exista un nivel de paro alto en la economía de tal forma que el procedimiento se bloquea.
Es en definitiva los procedimientos de escasez, abundancia en función de la evolución de los mercados, el sistema que provoca que los recursos se vayan asignando de la forma más eficiente. Por supuesto lo que debemos tener claro es que lo que era un modelo de liberalismo conceptual acaba siendo un puro modelo de planificación, con la diferencia de que en lugar de partir dicha planificación por parte de la sociedad, ahora realmente la planificación sale de los grupos de presión, que logran el poder suficiente en determinados mercados.

En este sentido es fácil detectar que al final, los mercados no reflejan la situación real, y por supuesto no funcionan para la asignación de los recursos. Lo que reflejan los mercados en esta situación es simplemente el poder que existe en cada uno de los mercados. Y por cierto, el tema del poder, el tema de los ajustes, el tema de la información y el tema de las reglas, son al final las claves en los mercados.

En definitiva, lo primero que debe hacer la sociedad, y desde luego todos estos grupos es decidir de una puñetera vez si queremos un sistema de economía de mercado o un sistema planificado. Vale una u la otra, pero lo que no es de recibo es un sistema de mercado en el que tengamos a todos los días al lobby de turno pidiendo ayudas, subvenciones, normativa y apoyo y protección al sector de turno, para después decir que el modelo productivo es el que es, (¡como si viniese de la nada!), y echando la culpa a la cualificación de los trabajadores, como si los contables, operarios de fabrica y demás grueso de la fuerza laboral española tuviese otro problema para adaptarse a una empresa de valor añadido que la tontería de que son 4 en España, lo cual explica por cierto que investigadores y demás o emigran o malviven.

De esto tocarán otros post, pero la realidad es que tras esta primera visión, la realidad es que aunque a simple vista se comprueba que paradójicamente, tenemos un sistema que comparte muchas más similitudes con el comunismo que con el ideal de liberalismo. Con el agravante que de alguna forma, nos hemos encontrado con un sistema que reúne las desventajas del sistema comunista con las del capitalismo y sin ninguna de las ventajas, lo cual es lo que lo hace insostenible.

"CAPITALISMO: UNA HISTORIA DE AMOR" y odio

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Johari Gautier Carmona

Diagonal 21-01-2010

Tras los éxitos de Bowling for Colombine y Fahrenheit 9/11, Michael Moore vuelve a las andadas con un documental crítico sobre su América natal que tanto quiere y que, según él, tanto peca de orgullo y de arrogancia. Desde los inicios, y a veces con un humor que raya en lo absurdo, el tono irónico y crítico del realizador marca la descripción de un país decadente, atrapado en sus propios fantasmas y sus viejos sueños de enriquecimiento sin escrúpulos. El autor rompe, una a una, las ideas del sueño americano, compara los Estados Unidos con el imperio romano cercano al colapso, formula preguntas evidentes para hacernos reflexionar sobre los abusos de un sistema que no entiende de personas ni de avances sociales. Lejos están los tiempos del maccarthismo en los que se enjuiciaba a cualquiera que criticaba las políticas internas del país y lejos también están los tiempos de Reagan en los que los Estados Unidos eran considerados como un modelo de libertad para todos.

Antes de exponer hechos novedosos y de tramar arriesgadas teorías, Michael Moore se hace portavoz de la América profunda, esa gran mayoría de trabajadores que lucha a diario para pagar su hipoteca y llegar a fin de mes, y lo hace sin tapujos, acercándose a ella con la sencillez de un ciudadano cualquiera que exige explicaciones y quiere causar ruido. Los casos indignantes de desahucios, los gestos agresivos de autoridades insensibles se suceden y muestran a una población ignorada por sus dirigentes y engañada por un sistema financiero demoledor. Los lloros se encadenan, se confunden con el furor de los que exigen justicia y evidencian una realidad innegable: América está rota, dividida entre una minoría corporativa amparada por el poder y una enorme mayoría, el pueblo, inconsciente de su fuerza. Siguiendo las pautas de una liviana lección de Historia (no exenta de humor), las definiciones del capitalismo se concatenan con gran velocidad, buscando una relativa exactitud, pero, al final, el espectador se queda con lo más impactante: eslóganes severos y críticos que aluden a “un sistema de buitres” o “un demonio que ha de ser eliminado”. Las imágenes también buscan un efecto notable en el público, tratan de sacudirle, y, sin embargo, mucho de lo que aparece en la película es conocido de todos: desde las famosas Subprimes hasta los escandalosos beneficios de las gigantes corporaciones que siguen despidiendo indiferentemente al personal, pasando por el equipo de asesoría de George Bush Jr o la participación de grandes compañías en la campaña electoral de Obama.

Entre distintos temas polémicos, destaca por su atrevimiento la narración de un supuesto complot realizado dos meses antes de la elección de Obama por los “buitres” codiciosos que controlan y dictaminan la política global del país. Se trata de un auténtico golpe de estado que deja maniatado a la clase política de Estados Unidos, anula al pueblo y permite a los golpistas escaparse con 700.000 millones de dólares sin que nadie pueda exigirles cuentas. Una orquestación tan excelente como indignante. También sorprende la solución propugnada por Michael Moore para evitar futuros abusos de poder y ésta se resume con la reactivación de la democracia americana en todos sus aspectos, fomentando la formación de sindicatos y la renovación de la clase política. Según el autor americano, “el capitalismo es un demonio y el demonio no se puede regular”.

Con la irreverencia que le caracteriza y un patriotismo fustigante, Michael Moore firma una obra llamativa y entretenida en la que el país más poderoso del mundo parece más enfermo que nunca.

PENSAR LA ECONOMÍA

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Ramiro Pinto
Debemos analizar nuestra manera de pensar la economía, que responde a un determinado tipo de lógica, pero hay otros modelos que serán necesarios tener en cuenta para resolver los problemas que nos afectan. Insistir en una política económica que busca crear empleos es un error, carece de sentido y sólo responde a una inercia del pensamiento y de la política. Hacen falta nuevos análisis, pues como dijera Einstein "no podemos buscar soluciones a los problemas con las mismas ideas que los provocaron".

Alrededor del tema de la Renta Básica se lanzan bulos que amplían los medios de comunicación para desprestigiar este tema sobre la base de hacer de él una caricatura. No es algo nuevo. Ya Karl Marx tuvo que salir a la palestra del debate, no para discutir sobre sus teorías, que muchas veces ni fueron leídas por sus detractores, sino para desmentir y salir al paso de fábulas que se desparramaron por la sociedad, como que el comunismo lo que pretendía es compartir a las mujeres forzosamente y socializarlas. Al menos seamos conscientes de cómo funciona nuestra psicología en la sociedad.

Permita el amable lector que recurra a una experiencia personal que pienso es muy ilustrativa para entender lo que quiero explicar. Cuando mi hija Daira tuvo tres o cuatro años, estaba en el parque de San Francisco (León) mientras que yo la cuidaba sentado en un banco, supongo que leyendo o tomando algunas notas. El caso es que mi hija empezó a llorar y medio a pelearse con otra niña porque quería su pala y un cubo. Ésta no se lo quiso dejar. Yo no acudí, pues pienso que es mejor que lleguen a un equilibrio entre ellas y si la cuestión no pasa a mayores no pasa nada. Pero la mamá de la otra pequeña intervino. Empezó a dar lecciones de generosidad, de que hay que prestar las cosas, etc. La niña suya cada vez lloró más pues no quería dejar sus juguetes. La mía también, pues le creó expectativas de que lo iba a tener. Se montó un follón. Ante lo cual me acerqué a ver qué pasaba y evitar que la señora siguiera con su estrategia. Le pregunté a ella si sería tan amable de dejarme su coche o su piso cuando se fuera de veraneo. La señora se lo tomó a mal, muy mal, sin apreciar mi sentido irónico y pedagógico, y empezó a gritarme, se creó un remolino de gente que hizo que me fuera con mi hija bajo insultos de ella y otras señoras que pensaron que fui allá a violentar a la madre aleccionadora. Quise, aunque no pude, explicar a esa madre que lo que para ella es el coche y su casa es para su hija la pala y el cubo y que no puede forzarla a dejarlos. Observé que su reacción forma parte de un esquema lógico que cada cual aplica a su contexto. Tal anécdota me vino a la cabeza cuando analicé este asunto de la Renta Básica, pues cuadra perfectamente. La madre tiene el mismo esquema lógico que la hija, sólo que no valoró los objetos de la pequeña. Cambia el contenido, pero el modelo de pensamiento es el mismo.

A este esquema responde el prejuicio sobre la RB. Vi que las pruebas que hace Piaget sobre la valoración lógica de los pequeños es aplicable a este tema. Cuando se dice que no hay dinero, por más que se demuestra que haciendo cálculos sale la cantidad y que es otra forma de organizar el dinero, es lo mismo que cuando a un chaval se le pregunta: ¿qué pesa más, un kilo de paja o un kilo de hierro? En realidad pesa lo mismo, pero el sujeto infantil tiende a pensar que el kilo de hierro pesa más, porque la paja apenas pesa como idea. Es el mismo elemento lógico que funciona para decir "no hay dinero".

Otra prueba es decir: si una vaca blanca da leche blanca ¿una vaca negra cómo la da? Por aplicación de la lógica la respuesta es que su leche será negra, pero la realidad es que la leche es blanca, sea la vaca del color que sea. Pues cuando se asegura que la gente no trabajaría con la Renta Básica es porque se aplica una lógica que consiste en pensar que si se trabaja por dinero y ya tenemos dinero, aunque sea un mínimo, nadie trabajaría, lo cual no es real, aunque sea "lógico" pensarlo, pero forma parte de un tipo de lógica que da lugar a errores cuando no se analiza en profundidad el asunto al que se aplica. Basta acercarse a la realidad para comprobar que mucha gente que gana tres y hasta cuatro veces más de lo que supone la Renta Básica hacen horas extras, pero no sólo en empresas de estructuras metálicas o en hostelería y la construcción, obligados por el empresario, sino que también, y fuera de la ley, policías que sacan un suplemento de taxistas con la licencia de un hermano, funcionarios de Hacienda que llevan la contabilidad de pequeños negocios. Trabajadores de instituciones autonómicas que por las tardes hacen unas horas de representantes de algún producto o se dedican a la venta de coches de importación o de automóviles de lujo de segunda mano. Profesores universitarios que hacen trabajos para empresas privadas, fuera del horario y el contrato laboral. Y así cada cual podrá poner decenas de ejemplos que conozca en su familia y entorno de amistades y conocidos ¡Y con 421 euros al mes dejarían de trabajar! Que ironía. Y sin embargo es una crítica recurrente a la Renta Básica.

El pedagogo Jean Piaget estudia el desarrollo de la inteligencia prestando atención a la construcción de estructuras lógicas. Para este autor la lógica no es sólo un mecanismo de pensamiento, sino que forma, construye, el conjunto de lo que piensa. Se adapta a un tipo de lenguaje, no de verdad, lo cual ocurre hoy insistentemente en el discurso económico. Considera necesario manejar varios tipos de lógica para pensar comprensiva y creativamente. Para Piaget conocer un modelo lógico es saber sus límites. Muchas veces se confunde la lógica con la argumentación, lo cual da lugar a soluciones equivocadas. Esto afecta de lleno al debate sobre la RB, pues muchos economistas que están a favor de la implantación de esta medida aplican un único modelo de lógica y pretenden su financiación con el mismo modelo de la era keynesiana, manteniendo como fuente del dinero necesario la modificación de la base tributaria, cuando es necesario encontrar una forma específica que emane de la realidad de la cual surge la necesidad de aplicar la RB, como es la tasa RB y otras medidas complementarias, que veremos a continuación.

Como bien dice Fabián Estapé, con su retranca al hacer comentarios incisivos, y que ha dejado escrito en su obra "El juego de vivir. Recuerdos de un economista", la Universidad ofrece una formación utilitaria, en la que el éxito se mide en función de los contratos. Propone como antídoto fomentar el diálogo, la creatividad y la crítica. Algo que cuando he hablado con él me comenta que brilla por su ausencia. Lo cual impide que se entiendan e investiguen nuevas ideas.

La desconexión de las ciencias económicas y de las ciencias en general con la realidad es otro mal endémico que padece nuestro modelo educativo. Por lo tanto cuesta mucho entender nuevas referencias que son necesarias de aplicar. Sobre este asunto el pedagogo brasileño Paulo Freire desarrolla un modelo pedagógico que parte de la idea de que para enseñar hay que entender la realidad en la que se vive. Esto es esencial para la historia, la biología, y demás, pero es especialmente importante para el estudio de la economía.
Recuerdo que algunos profesores y eminentes economistas se echaron las manos a la cabeza al incluir en mi libro sobre los fundamentos de la RB como factor del mercado laboral las influencias y amistades. Les propuse que hicieran una correlación sobre cien personas y ver cuántas no deben su puesto de trabajo a este factor. Todos superaron en sus listas el 85%. Me dieron la razón, pues les afectaba a ellos mismos, pero me dicen: eso no se puede enseñar. Te preparan para entrevistas de trabajo, para hacer test, etc. y luego hay factores que son los que funcionan en la realidad. Lo grave es que sucede lo que enseña Freire, en tanto y cuanto los adultos llegan a pensar con lógica y conceptos por el proceso de aprendizaje, pero pocos lo correlacionan con la realidad concreta. Sucede algo que está pasando hoy en la economía: cuando la realidad cambia la lógica y los conceptos al uso impiden que se vean las nuevas realidades que surgen. Así, con relación a la RB, la teoría aprendida ( y su consecuente lógica) no encaja con los fenómenos de la economía real.

Recientemente el profesor de química de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales y vicedecano de la Universidad Politécnica de Madrid, Gabriel Pinto, está empeñado en involucrar el aprendizaje de la química con la vida cotidiana. Observa la necesidad de entroncar lo que enseña con cuestiones directamente relacionadas con el entorno del estudiante. El tema parece que viene de lejos, pues recoge una cita de hace dos mil años, de Petronio, en su obra el Satiricón: "la razón por la que los jóvenes salen tan ignorantes de las escuelas es porque no han entendido el contacto con nada de alguna utilidad en la vida diaria".

Durante mis conversaciones en Moralzarzal (Madrid) con este profesor, mi hermano Gaby, comentó que cuando salió titulado de la Universidad no supo que NH3 se refería al amoniaco, que CaSO4·2H2O es el yeso, NaClO la lejía o Na2O.CaO.Na2O el vidrio. Aún hoy llegan a su Facultad alumnos que no saben que no todos los conocidos como plásticos lo son, o que el vidrio de una ventana no es un cristal y, sin embargo, el hielo sí lo es. Es triste que cuando expone su trabajo muchos profesores le preguntan que si al aplicar sus conclusiones les van a pagar más.

Joseba Arregi escribe un artículo muy interesante en el que plantea el debate sobre nacionalidades como un problema nominalista, al diferenciar "nación" como palabra o como realidad. El nominalismo, comenta, separa el nombre de la realidad. Observa la importancia de tomar conciencia de este fenómeno del lenguaje, pues el nominalismo surgió para legitimar las monarquías nacionales frente al poder del Papado. En definitiva, advierte, el nominalismo encierra cuestiones de poder sumamente graves, pues el lenguaje tiene el poder de definir la realidad, el cual viene a ser una especie de hipóstasis, o sea el poder que soporta los demás poderes. Y ciertamente en economía muchos debates transcurren en discusiones sobre palabras y teorías nominales.

¿¿AYUDA PARA HAITÍ??

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El FMI anuncia como “ayuda” un nuevo préstamo para Haití, Strauss Kahn ofrece otra carga crediticia a un país que ya debe 1.885 millones

El director general del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss Kahn, acaba de anunciar su firme intención de “movilizar ayuda” para Haití “muy rápidamente”, con el desbloqueo de 100 millones de dólares. Strauss Kahn dijo que el objetivo es “acompañar a Haití en la difícil tarea”, y expresó su “profunda simpatía para con las víctimas”. Lo que olvidó de decir el director general es que los 100 millones de euros no son ayuda. En la letra pequeña pone que la suma será desbloqueada en forma de “facilidad ampliada de crédito”. Es decir que los haitianos tendrán que devolverla, aunque estén bajo los escombros. Y con intereses.

Desde hace dos siglos, es una costumbre de eso que se suele llamar la comunidad financiera internacional. Auténtica ayuda y auténtica anulación de la deuda externa de Haití son irremediablemente las asignaturas pendientes del Norte con este país desde su nacimiento, en 1804.
 
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ELOGIO DE LA METAMORFOSIS

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Edgar Morin


El objetivo ahora es salvar a la humanidad. Para ello urge cambiar nuestros modos de pensar y vivir. La idea de metamorfosis, más rica que la de revolución, aporta la esperanza en un mundo mejor.

Cuando un sistema es incapaz de resolver sus problemas vitales por sí mismo, se degrada, se desintegra, a no ser que esté en condiciones de originar un metasistema capaz de hacerlo y, entonces, se metamorfosea. El sistema Tierra es incapaz de organizarse para tratar sus problemas vitales: el peligro nuclear, agravado por la diseminación y, tal vez, privatización del arma atómica; la degradación de la biosfera; una economía mundial carente de verdadera regulación; el retorno de las hambrunas; los conflictos étnico-político-religiosos que tienden a degenerar en guerras de civilización... La ampliación y aceleración de todos esos procesos pueden considerarse el desencadenante de un formidable feed-back negativo, capaz de desintegrar irremediablemente un sistema.

Lo probable es la desintegración. Lo improbable, aunque posible, la metamorfosis. ¿Qué es una metamorfosis? El reino animal aporta ejemplos. La oruga que se encierra en una crisálida comienza así un proceso de autodestrucción y autorreconstrucción al mismo tiempo, adopta la organización y la forma de la mariposa, distinta a la de la oruga, pero sigue siendo ella misma. El nacimiento de la vida puede concebirse como la metamorfosis de una organización físico-química que, alcanzado un punto de saturación, crea una metaorganización viviente, la cual, aun con los mismos constituyentes físico-químicos, produce cualidades nuevas.

La formación de las sociedades históricas, en Oriente Medio, India, China, México o Perú, constituye una metamorfosis a partir de un conglomerado de sociedades arcaicas de cazadores-recolectores que produjo las ciudades, el Estado, las clases sociales, la especialización del trabajo, las religiones, la arquitectura, las artes, la literatura, la filosofía... Y también cosas mucho peores, como la guerra y la esclavitud.

A partir del siglo XXI, se plantea el problema de la metamorfosis de las sociedades históricas en una sociedad-mundo de un tipo nuevo, que englobaría a los Estados-nación sin suprimirlos. Pues la continuación de la historia, es decir, de las guerras, por unos Estados con armas de destrucción masiva conduce a la cuasi-destrucción de la humanidad.

La idea de metamorfosis, más rica que la de revolución, contiene la radicalidad transformadora de ésta, pero vinculada a la conservación (de la vida o de la herencia de las culturas). ¿Cómo cambiar de vía para ir hacia la metamorfosis? Aunque parece posible corregir ciertos males, es imposible frenar la oleada técnico-científico-económico-civilizatoria que conduce al planeta al desastre. Y sin embargo, la historia humana ha cambiado de vía a menudo. Todo comienza siempre con una innovación, un nuevo mensaje rupturista, marginal, modesto, a menudo invisible para sus contemporáneos. Así comenzaron las grandes religiones: budismo, cristianismo, islam. El capitalismo se desarrolló parasitando a las sociedades feudales para alzar el vuelo y desintegrarlas.

La ciencia moderna se formó a partir de algunas mentes rupturistas dispersas, como Galileo, Bacon o Descartes; luego, creó sus redes y sus asociaciones; en el siglo XIX, se introdujo en las universidades y, en el XX, en las economías de los Estados, para convertirse en uno de los cuatro poderosos motores del bajel espacial llamado Tierra. El socialismo nació en algunas mentes autodidactas y marginalizadas del siglo XIX, para convertirse en una formidable fuerza histórica en el XX. Hoy, hay que volver a pensarlo todo. Hay que comenzar de nuevo.

De hecho, todo ha recomenzado, pero sin que nos hayamos dado cuenta. Estamos en los comienzos, modestos, invisibles, marginales, dispersos. Pues ya existe, en todos los continentes, una efervescencia creativa, una multitud de iniciativas locales en el sentido de la regeneración económica, social, política, cognitiva, educativa, étnica, o de la reforma de vida.

Estas iniciativas no se conocen unas a otras; ninguna Administración las enumera, ningún partido se da por enterado. Pero son el vivero del futuro. Se trata de reconocerlas, de censarlas, de compararlas, de catalogarlas y de conjugarlas en una pluralidad de caminos reformadores. Son estas vías múltiples las que, al desarrollarse conjuntamente, se conjugarán para formar la vía nueva que podría conducirnos hacia la todavía invisible e inconcebible metamorfosis. Para elaborar las vías que confluirán en la Vía, tenemos que deshacernos de las alternativas reductoras a las que nos obliga el mundo de conocimiento y pensamiento hegemónico. Así es necesario, al mismo tiempo, mundializar y desmundializar, crecer y decrecer, desplegar y replegar.

La orientación mundialización-desmundialización significa que, si bien hay que multiplicar los procesos de comunicación y "planetarización" culturales, si bien necesitamos que se constituya una conciencia de "Tierra-patria", también hay que promover, de manera desmundializadora, la alimentación de proximidad, los artesanos de proximidad, los comercios de proximidad, las huertas periurbanas, las comunidades locales y regionales.

La orientación crecimiento-decrecimiento significa que hay que potenciar los servicios, las energías verdes, los transportes públicos, la economía plural -y por tanto la economía social y solidaria-, las disposiciones para la humanización de las megalópolis, las agriculturas y ganaderías biológicas, y reducir los excesos consumistas, la comida industrializada, la producción de objetos desechables y no reparables, el tráfico de automóviles y de camiones en beneficio del ferrocarril.

La orientación despliegue-repliegue significa que el objetivo ya no es fundamentalmente el desarrollo de los bienes materiales, la eficacia, la rentabilidad y lo calculable, sino el retorno de cada uno a sus necesidades interiores, el gran regreso a la vida interior y a la primacía de la comprensión del prójimo, el amor y la amistad.

Ya no basta con denunciar, hace falta enunciar. No basta con recordar la urgencia, hay que comenzar a definir las vías que conducen a la Vía. ¿Hay razones para la esperanza? Podemos formular cinco:

1. El surgimiento de lo improbable. La victoriosa resistencia, en dos ocasiones, de la pequeña Atenas frente al poderío persa era altamente improbable, pero permitió el nacimiento de la democracia y la filosofía. También fue inesperado el frenazo de la ofensiva alemana ante Moscú, en el otoño de 1941, e improbable la contraofensiva victoriosa de Zhúkov, iniciada el 5 de diciembre, que vendría seguida, el 8, por el ataque de Pearl Harbour y la entrada de Estados Unidos en la guerra.

2. Las virtudes generadoras-creadoras inherentes a la humanidad. Al igual que en todo organismo humano adulto existen células madre dotadas de aptitudes polivalentes (totipotentes) propias de las células embrionarias, pero desactivadas, en todo ser humano, y en toda sociedad humana, existen virtudes regeneradoras, generadoras y creadoras durmientes o inhibidas.

3. Las virtudes de la crisis. Al tiempo que las fuerzas regresivas o desintegradoras, las generadoras y creadoras despiertan en la crisis planetaria de la humanidad.

4. Las virtudes del peligro. "Allá donde crece el peligro, crece también lo que nos salva". La dicha suprema es inseparable del riesgo supremo.

5. La aspiración multimilenaria de la humanidad hacia la armonía (paraíso, luego utopías, después ideologías libertaria/socialista/comunista, más tarde aspiraciones y revueltas juveniles de los años sesenta). Esta aspiración renace en el hervidero de iniciativas múltiples y dispersas que podrán alimentar las vías reformadoras destinadas a confluir en la vía nueva.

Las viejas generaciones están desengañadas de tantas falsas esperanzas. A las jóvenes les entristece que no haya una causa común como la de nuestra resistencia durante la II Guerra Mundial. Pero nuestra causa llevaba en sí misma su contrario. Como decía Vassili Grossman de Estalingrado, la mayor victoria de la humanidad fue también su mayor derrota, puesto que el totalismo estalinista salió victorioso de ella. Hoy, la causa es inequívoca, sublime: se trata de salvar a la humanidad.

La verdadera esperanza sabe que no es certeza. Es una esperanza no en el mejor de los mundos, sino en un mundo mejor. "El origen está delante de nosotros", decía Heidegger. La metamorfosis sería, efectivamente, un nuevo origen.
Fuente: Periódico El País

 

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