GOBERNAR ES TOMAR MEDIDAS IMPOPULARES ¿PARA QUIÉN?

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Vicenç Navarro – Consejo Científico de ATTAC España

Una frase que se está generalizando en ciertos sectores del establishment político español, incluyendo el gobierno español, es que gobernar significa “no temer a tener que tomar decisiones impopulares”. Esta frase se está utilizando para alentar al gobierno a tomar medidas como la congelación de las pensiones, la destrucción de puestos de trabajo en el sector público, la reducción de los salarios de los empleados públicos, la reforma laboral que facilitará los despidos y la reducción salarial, medidas que están siendo, como es lógico, altamente impopulares entre las bases electorales del partido gobernante.



Encuentro esta frase, además de enormemente arrogante, carente de sensibilidad democrática. La función primordial de un representante político es representar a sus electores, pues es la voz de aquellos que le han elegido. El poder de tal gobernante deriva única y exclusivamente de la soberanía otorgada a él o a ella por la población a la cual representa. Y si hay un conflicto entre lo que el representante opina y lo que los representados desean, es el representante el que debe cambiar o dimitir. No es el representado el que tiene que dimitir. La población vota a un programa con el cual el representante está comprometido. Y ninguna de estas propuestas del gobierno Zapatero, por cierto, estaba en la lista de políticas públicas en cuyas bases el gobierno fue elegido.

Muchas de las voces que sostienen aquella frase de que hay que ir en contra de la opinión de los representados parecen ser conscientes de la incoherencia de tomar posturas contrarias a su electorado. De ahí que subrayen el tema de la comunicación, aduciendo que la impopularidad de las medidas se debe a la falta de comunicación entre el Gobierno y su electorado. Es el eterno argumento de que las masas no entienden a las élites gobernantes que tienen que cargar en sus hombros la responsabilidad de tomar decisiones impopulares e incomprendidas. Esta actitud menosprecia, no sólo la inteligencia y madurez del electorado, sino que sobreestima las dotes del representante, creyendo que él o ella saben más lo que beneficia e interesa a su electorado que el propio electorado.

La realidad es que la impopularidad de cada una de estas políticas que el gobierno ha tomado no se debe a que no se hayan explicado. En realidad, los medios de mayor difusión del país no sólo las han explicado, sino que las han promovido activamente, pues la mayoría son de ideológica neoliberal. Y, en cambio, las bases electorales del gobierno socialista español, así como la mayoría de la población, no aceptan tales medidas, y con razón.

En toda esta justificación, la frase que debiera utilizarse no es si hay temor a tomar medidas impopulares, sino entre quiénes son impopulares.

Lo que estamos viendo es que se están tomando medidas impopulares entres los débiles, y muy populares entre los fuertes, medidas que éstos últimos han estado deseando tomar desde hace muchos años, y ahora, con la crisis (que ellos crearon), tienen el momento para implementarlas. La congelación de las pensiones, por ejemplo, fue impopular entre los pensionistas, pues ellos tendrán que pagar un déficit que se crea en las cuentas del estado (1.500 millones de euros) que podría haberse evitado no bajando los impuestos de patrimonio (2.500 millones) que beneficiaron primordialmente a las rentas superiores. El gobierno no tuvo temor en tomar medidas impopulares entre los pensionistas y muy populares entre las rentas superiores. El coraje que se exige, no es disminuir los beneficios sociales y laborales de la clase trabajadora, sino enfrentarse a los grupos más poderosos (desde la banca y la patronal a las rentas superiores). Y es ahí donde su cobardía es decepcionante, lo cual es incluso más acentuado entre las derechas españolas y catalanas, siempre muy próximas al mundo financiero y empresarial, y muy lejanas de los ciudadanos de a pie. De ahí que las derechas utilicen constantemente la cruz y la bandera para conseguir el apoyo que sus políticas económicas y fiscales dificultarían. Las izquierdas no pueden regirse por el mismo criterio de coraje que tienen las derechas, y han de tener valor para tomar medidas impopulares entre los poderosos en este país, que, por desgracia, no son las clases populares.

Artículo publicado en El Plural.
www.vnavarro.org

SOBRAN RAZONES PARA UNA RENTA BÁSICA

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Horacio García Pacios (Presidente de ARENCI)

Lo que aquí propongo, amable lector, es abrir el debate sobre la Renta Básica de Ciudadanía. Así podríamos aclarar cuestiones tan atinadas como las que tú, seguramente, planteas.

El tema de la justicia social es de capital importancia pero ha de tratarse, a mi entender, en un contexto más amplio que el de la mera economía. La propuesta de la Renta Básica suscita, con frecuencia, el problema de una excesiva ideologización e idealización de signo perfeccionista. Lo anterior lleva a perderse en discusiones interminables sobre sus condiciones de posibilidad y a reducir la renta básica a una mera propuesta ético-moral. Por eso, en la Asociación Renta Ciudadana (ARENCI) partimos de la economía misma y de sus leyes, orientada al servicio del ser humano, y no del ideal ético-moral de justicia o similares. Incluimos la ética y los ideales, por supuesto; simplemente nos merecen un tratamiento diferenciado de las cuestiones estrictamente económicas. Nos interesa saber cómo funciona la economía y la financiación de la renta básica, no su último porqué ni filosofías que dan vueltas sobre sí mismas. No necesitamos esperar a la plena igualdad y justicia social para instaurar la Renta Básica o para acabar con la explotación y la pobreza. La propuesta de ARENCI, y esto es novedoso, se hace desde planteamientos estrictamente económicos, a partir del estudio de la economía real. Constatamos el fracaso, por obsolescencia, tanto del liberalismo como del Keynesianismo y sus variantes. El camino del éxito económico, en el sentido de que la economía funcione para satisfacer las necesidades humanas de todos (no los caprichos), y no para llenar los bolsillos de cuatro acaparadores, pasa porabandonar el objetivo quimérico y disruptivo del "pleno empleo", y cambiarlo por el objetivo necesario del "pleno abastecimiento básico"para todos. Ha de entenderse aquí por tal “la provisión de bienes y servicios imprescindible para cubrir las necesidades básicas personales y sociales, objetiva y democráticamente determinados”, y no los caprichos.

La crisis actual se ha producido por aplicar unas políticas económicas neoliberales que ya no funcionan, en la estela del pensamiento económico bipolar que oscila, según toque, de Keynes a la Escuela de Chicago. Las soluciones prescritas tanto en la línea de la demanda (neokeynesianos) como en la de la oferta (neoliberales) se demuestran igualmente disfuncionales. Es más, llevadas hasta su extremo con la obsesiva finalidad publicitada de “crear empleo” y“crear riqueza” , generan graves problemas medioambientales que amenazan la vida sobre la faz de la Tierra y están promoviendo lo que con ellas se trataba de evitar. Las políticas de ajuste de caballo y recortes sociales para acabar con el déficit público provocan el descontento social y la amenaza de huelga general. Pero la huelga no servirá de nada si no va respaldada por una propuesta económica alternativa acorde con los tiempos y el interés de la clase obrera, especialmente de los obreros parados a la fuerza que no cobran prestación, ni tienen posibilidades reales de alcanzar una pensión de jubilación contributiva, tal como está la normativa de la Seguridad Social. A poco que se piense, teniendo en cuenta más la realidad que la ideología y las conveniencias del pesebre político, se verá quelos sindicatos mayoritarios, y algunos que no lo son tanto, van errados en su obsesión por "crear empleo" y por reivindicar“primero el empleo” . Las propuestas sindicales más voceadas están desfasadas o son insuficientes, son de sobra conocidas. Los sindicatos y la patronal, lo mismo que los partidos y economistas deberían replantearse su orientación y poner, en primer lugar, la "centralidad de la persona".Sobran razones para reclamar un sistema de propiedad incluyente, que garantice el derecho a la existencia, el derecho de todos a acceder a la riqueza natural.¿Por qué no hablamos del reparto, mediante una Renta Básica Ciudadana, de cierto porcentaje de “riqueza excedentaria en manos muertas”, la que acaparan los capitalistas financieros? No se trata con esto de beatificar a los pobres y demonizar a los ricos, mientras las clases medias son así mismo objeto de explotación. Exigir "medidas contra la banca, los ricos y la Iglesia", como ha hecho recientemente Zapatero, es un ejercicio más de demagogia. Unas medidas económicas sensatas no deberían tener como objetivo principal recaudar la cantidad necesaria para acabar con el déficit y volver, cuanto antes, a las prácticas que nos condujeron a él. El objetivo principal debería ser cambiar la organización y el funcionamiento de nuestra economía, de modo que ésta pueda responder cabalmente a las necesidades económicas de todos los ciudadanos, no a sus caprichos consumistas, ni a la voracidad de ganancia de una minoría acaparadora y adoradora del dios Capital. Se trata de unas"reformas estructurales" alternativas, pensando no sólo en los pobres, sino en la sociedad en general, en la estela del economista Henri George. Hablar de HENRY GEORGE es hablar de la renta Básica. Su libro“Progreso y Miseria” es tan actual como cuando se escribió. Puede leerse completo en la siguiente dirección:

http://www.eumed.net/cursecon/textos/h-george/index.htm

El mecanismo habitual para la distribución de la riqueza, que sigue siendo principalmente el empleo, ha quedado obsoleto porque ya no sirve a su objetivo. El modelo de crear empleo para distribuir la riqueza está agotado pues, con el aumento del paro forzoso y por el camino de las"políticas de empleo", son cada vez más los excluidos. Vista la insuficiencia, cada vez más obvia, del empleo para la distribución de la riqueza, la solución pasa por cambiar la mentalidad y la práctica económica, adaptando evolutivamente la organización y el funcionamiento del sistema actual, para que éste responda a las necesidades de la gente, teniendo en cuenta las características de la nueva situación: globalización económica, informatización y automatización de los procesos productivos, la desvinculación del empleo como elemento central de la creación de riqueza, que se traduce en el aumento del paro forzoso coexistiendo con un aumento global de la productividad, etc., etc. El inconveniente de los postulados enmarcados en las políticas al uso, tanto de derechas como de izquierdas, es que mantienen posturas y posicionamientos basados en arquetipos teóricos de la sociedad industrial, que poco o nada tienen que ver con la realidad de hoy. La alternativa de introducir la Renta Básica de Ciudadanía como variable estrictamente económica, en una zona monetaria de economía avanzada que ya no da más de sí (como la eurozona), viene a solucionar el problema señalado y, por ende, los que de él se derivan, representados en la paradoja de "las estanterías llenas y los bolsillos vacíos". La renta básica (pagada en moneda corriente, universal, individual, inembargable, y prácticamente incondicional) es la nueva variable que va a garantizar que la riqueza producida por el sistema llegue a todos sin excepción, acabándose con la pobreza de los ciudadanos derivada de la falta de ingresos, patente fracaso del actual sistema de genocidio económico. En tales circunstancias, se entiende la renta básica como un mecanismo capaz de facilitar el equilibrio dinámico del sistema y de encauzarlo por la vía de la humanización, del sentido práctico y la sostenibilidad.

La financiación de dicha renta pasa, según la Escuela Leonesa de Pensamiento Económico, por una reforma del sistema impositivo; desplazando la mayor carga de los impuestos a la base de la “pirámide de la producción” de la que habla el economista norteamericano Henry George (1839-1897), y que hoy descansa sobre el capital financiero. Hay que llevar la fiscalidad adonde llega la riqueza finalmente, que es al sector económico dominante que impulsa y determina a todos los demás. Lo que hemos denominado la “base de la pirámide georgiana”. De esta cuestión hemos tratado específicamente en varios estudios posteriores a la obra de Ramiro Pinto Cañón: Los fundamentos de la Renta Básica y la ‘perestroika’ del capitalismo. Teoría alternativa sobre economía política en la sociedad tecnológica y del bienestar (Entimema, Madrid 200).Pueden consultarlos en el apartado “Documentos de ARENCI”, en http://rentabasica.blogspot.com “Financiación de la Renta Básica” y “TASA RB” (Estudio sobre la financiación de la Renta Básica).


http://docs.google.com/Doc?id=dcxvss6_6cbbpwxn7

http://docs.google.com/Doc?id=dcxvss6_0cc5thggp

Se trata de cambiar el modelo vigente (riqueza privada-empleo-asistencia social) por otro en el que una parte del capital privado pasa a los fondos públicos y de éstos otra vez al capital privado, pero no para sumarse al capital empresarial con la excusa de “crear empleo” , sino en forma de rentas básicas. Ello revertirá en la dinamización económica, en el beneficio privado que retroalimenta el ciclo de creación de riqueza privada-social. No se trata, pues, de eliminar el capital ni de bloquear su funcionamiento castigando la especulación, sino de democratizarlo mediante la aplicación de una tasa que la regule y socialice. La Renta Básica, tal como la proponemos desde ARENCI, fundamentada en la Teoría Alternativa, encaja a la perfección como factor dinamizador del nuevo sistema y, a la vez, como su garantía de equilibrio dinámico. Hay una condición indispensable para la implantación del nuevo sistema económico: El modelo de Renta Básica, sobre todo en lo que atañe a su financiación, ha de funcionar correctamente desde el punto de vista estrictamente económico; de lo contrario la Renta Básica no será sostenible, con independencia de su deseabilidad y plausibilidad social o de su evidente contenido redistribuidor y solidario. En teoría funciona. Es hora exigir en la calle un debate político sobre el tema, frente a quienes predican como único remedio reducir el gasto social, los ingresos de los pobres, el salario del obrero y abaratar el coste del despido.

IMPUESTO SOBRE LAS TRANSACCIONES FINANCIERAS

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Visto en 'Renta Básica'

La fundación ideas, ha realizado un excelente trabajo sobre las posibilidades de gravar el sistema financiero.
Informe Impuestos para frenar la especulación financiera.

http://www.fundacionideas.es/sites/default/files/pdf/Informe_version_castellano.pdf

Pero a pesar de ello, el trabajo adolece de defectos de forma. Nos parece triste que esta institución, contrate a los más prestigiosos economistas, para elaborar estos documentos y no tenga en consideración los trabajos de aquellas asociaciones que llevan denunciando el problema desde hace muchísimos años como por ejemplo (ATTAC y ARENCI).
Asociaciones que son conocidas en el ámbito político y económico. Asociaciones que llevan muchos años solicitando estas medidas y que cuentan con el aval de haber acertado en muchos pronósticos, al margen de su experiencia y conocimiento del tema.

Dicho esto, debemos de proponer en este texto que se estudie la propuesta de ARENCI, de TASA RB o IMVA (Impuesto Monetario de Valor añadido), dentro del proyecto de la fundación IDEAS, puesto que la propuesta de ARENCI incorpora unas ventajas respecto al Impuesto de Transacciones financieras (ITF) propuesto en el estudio de la fundación ideas.
De hecho el (ITF) de la fundación ideas, solo implica el aumento de la tributación del actual sistema, mientras que el IVMA, grava los beneficios de las operaciones en el momento en el que se realizan, y este efecto provoca directamente la desaparición de los denominados paraísos fiscales ya que la tributación se aplica a la operación y no al país de residencia.
Hoy en día existen medios técnicos suficientes para hacer que el IVMA, sea una realidad, el problema es solo político. Sería un despropósito y una gran pérdida de tiempo si solo se utiliza la demagogia para poner parches, como los que propone la fundación ideas y no se aprovecha de una vez la propuesta de ARENCI, para gravar todos los beneficios de la industria financiera igual que se gravan a cualquier otra industria. El problema no reside en la fiscalidad nacional de los países sino, de la necesidad de adaptación de esa fiscalidad, a la globalización. El tributar en el lugar y momento en que se obtiene la plusvalía, liberaría la doble imposición y evitaría la evasión de riqueza a terceros países. En estos momentos son los grandes capitales y las multinacionales las que se aprovechan de estas circunstancias al disponer de empresas en el país que mejor fiscalidad tiene y que les permite evitar toda imposición a la mayor parte de los beneficios.
EL IVMA es un impuesto neutral que evita el fraude fiscal y la salida de capitales, evita la contabilidad creativa al apuntar perdidas en operaciones que lo que realizan es una evasión fiscal, evitaría el denominado lavado de cupón, cuando se venden las acciones a una participada en un paraíso fiscal, para que esta cobre el dividendo libre de impuestos, a la vez que se obtiene unas minusvalías patrimoniales en la cuenta en España, este impuesto al gravar el beneficio no interviene en el mercado como el resto de tasas propuestas.
EL IVMA, consiste en gravar con un porcentaje sobre el beneficio de cada transacción en el momento que se obtiene, hoy todas las operaciones se realizan electrónicamente y estas quedan registradas en los mercados, por lo que estas operaciones pueden ser gravadas en el momento de su ejecución.
Al gravar el beneficio, no se está interviniendo en el mercado. Obviamente este IVMA, se ajustaría entre las operaciones con ganancias y las operaciones con perdidas de forma que aquellas operaciones con perdidas sean contabilizadas en el porcentaje de beneficio final a tributar para que se grave solamente el beneficio real obtenido de forma que este impuesto sea justo.
Como bien argumenta desde siempre ARENCI, el IVMA, debería de hacerse a nivel Europeo y este debería de ser un impuesto Europeo, de forma que el parlamento Europeo disponga de los recursos y medios para aplicar la política Europea.
Este impuesto permitiría al parlamento crear y disponer de un Tesoro Europeo. Al disponer de ingresos el parlamento Europeo. El tesoro Europeo estará respaldado por unos ingresos para la emisión de deuda y solucionaría el problema de la diferencia del precio de la deuda de los estados y los problemas de financiación de la propia Unión Europea .
Obviamente esta medida, que proponemos al gravar solo los beneficios de las operaciones financieras, es compatible con el resto de impuestos planteado por la fundación ideas, que viene a ser un Fondo de garantía de depósitos a nivel europeo, que permita salvaguardar el pasivo de cualquier entidad en el caso de quiebra, y un impuesto como el colchón anticiclico que propuso el Banco de España y que ha permitido que las entidades Españolas hayan capeado en mejores circunstancias la primera parte de la crisis.
De todas las propuestas realizadas en este sentido en el texto, nosotros entendemos que estas propuestas se podrían articular a través del propio fondo de garantía de depósitos actual asumiendo mayores competencias, los expertos en el informe de la fundación ideas hablan de matices, obviamente existen diferentes tipologías de empresas financieras todas operan en el mercado y todas aportan su riesgo en el sistema, por lo que al igual que ahora existen dos fondos uno para las cajas y otro para los Bancos, será necesario crear más fondos para que se encuentren protegidos todos los integrantes de la industria financiera según su tipología y riesgo que representan, sean estos seguros, fondos de inversión , gestoras , agencias de valores, etc..
Estos fondos permitirán una adecuada gestión del riesgo, ya que cada especialista del mercado tiene su propio nivel de riesgos. Un intermediario asume el riesgo del volumen que intermedia, una entidad financiera pone en riesgo su pasivo, una aseguradora el volumen de sus seguros, un HEGD FUND añade al riesgo su nivel de apalancamiento. Muchas entidades financieras a su vez tienen como participadas agencias de valores, que pueden estar en el fondo de las agencias de valores sin que sea la entidad financiera la que asuma el riesgo de su participada.
Porque lo que hay que tener claro es que estos fondos consumen capital y por tanto, los recursos de este capital deben de ser asumidos o bien a través de los beneficios de las sociedades empresariales (cosa poco probable) o bien a través de el margen de intermediación que en definitiva será repercutido a los clientes y por tanto a todos los ciudadanos.
Al mismo tiempo es necesario prohibir las stock options, puesto que estas conducen a la especulación con los valores y para ello la retribución por objetivos deberían de estar englobada dentro de la retribución normal por ley. Esto en el caso de España permitirá que todas las retribuciones se gravamen a través del impuesto del IRPF. Debemos de recordar que estas retribuciones extraordinarias y mediante pago en especie lo que persiguen en el caso español es no tributar en el IRPF, de forma que los directivos puedan obtener un mayor beneficio.
Como síntesis al trabajo realizado por la fundación ideas, debemos de decir que esta muy bien que se lo hayan planteado al más alto nivel, pero las soluciones al problema deben de surgir de modificar la forma de pensar, cosa que no han hecho, puesto que de lo contrario no corregimos los problemas ya que a nuevas trabas, los actores del mercado generaran nuevas trampas que provocaran nuevas crisis.
El impuesto a las entidades financieras, es necesario para paliar la ayuda estatal recibida y sirve para reducir el riesgo de quiebra del sistema.
Como siempre hemos defendido en nuestro Blog www.rentabsica.blgospot.com , una gran parte del sistema financiero no tributa, y esto hace como decía MARX, que los recursos se destinen siempre a conseguir el máximo beneficio y este se encuentra allí donde no se pagan impuestos, perjudicando a la sociedad por dos vías una quitándole recursos a la economía real y por otra parte quitándole a la sociedad del bienestar parte de los recursos necesarios para que los ciudadanos puedan vivir en las mejores condiciones posibles.

Por último una propuesta para el G-20 es que todos los dividendos sean gravados en el mercado donde coticen las acciones. No en el lugar donde resida el dueño de las acciones de forma que desparezca el denominado lavado de cupón. Esto que es muy sencillo de realizar evitaría mucho fraude fiscal. El pago en especie a través de ampliaciones de capital, también deberá de ser gravado con su parte correspondiente por el valor de la transacción.
Un mercado eficiente es aquel que dispone de una regulación clara y concisa. Si se gravan los beneficios estamos hablando de un impuesto neutral, no se interfiere en el mercado, siendo este por tanto un mercado libre.
El poner un canon, como se pretende con un impuesto a las transacciones de los especuladores, implica una intervención del mercado, no se grava a quien más beneficio obtiene y genera un encarecimiento de la operativa que perjudica al mercado en su conjunto, de hacerse debería de ser sobre el nominal de la operación para evitar que paguen siempre los mismos los pequeños inversores.
La denominada Tasa Tobin, supone un canon al mercado de divisas, este es un mercado especial y particular, pero quizás haya que reconocer que el IVMA, supone una mejora a la Tasa Tobin, ya que una particularidad del mercado FOREX, es que en este mercado se realiza el denominado Carry trade, el que esta comprado en la divisa con mayor interés, obtiene el diferencial del tipo de interés de la divisa con independencia del movimiento del mercado, por lo que se pueden obtener beneficios por el mero hecho de mantener una posición en el tiempo. Gravar estos beneficios en un mercado global para la ONU, que es una entidad global, permite liberar de recursos a los estados a la vez que se ayuda a los países menos desarrollados.
Por último, entendiendo que queda mucho por hacer, el obtener más recursos, no debe implicar más gasto o realizar más obras. Uno de los problemas al que nos enfrentamos es a la crisis del empleo que no del trabajo.
ARENCI, propone una renta básica de ciudadanía universal, estos recursos deben de destinarse a quien carece de ingresos puesto que en la economía actual es el consumo el que mueve la economía, y no podemos excluir de la sociedad a aquellos que no tienen empleo.
Corresponde al capital y al mercado generar riqueza, y esta riqueza no se puede generar con subvenciones, ni con oligopolios, ni con favores del gobierno de turno, sino que debe de generarse a través del mercado y la demanda, es decir a través del consumo y para ello se necesita que todas las personas dispongan de ingresos independientemente del empleo.

CUMBRE DEL G-20 Y LOS DESENCADENANTES DE LA CRISIS

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Reproducimos a continuación, por su interés, un extracto del artículo que el economista Santiago Niño Becerra escribó en 'La carta de la Bolsa':

"(Marte y Venus, ¿se acuerdan?: USA era Marte y Europa Venus. ¿Eran, o lo siguen siendo?. USA dice que hay que continuar estimulando la economía, hasta el 2013, Europa que hay que consolidar. USA está con que el déficit no importa ahora porque si se frena la máquina se podría colapsar la recuperación, Europa con que si no se corta el déficit la confianza en el euro irá a mucho menos. USA dice que, apoyada en esos estímulos ya está recuperándose; Europa arguye que hacen falta reformas profundas para crecer, exportando, claro.

El problema de USA, pienso, es continuar creyendo que las cosas van a seguir siendo como han sido: que los demás le van a financiar su economía como, de una u otra manera, han estado haciendo desde el fin de la II Guerra Mundial (porque a esos demás también les ha convenido, evidentemente), y eso ya no va a ser así, ¿el motivo?, la deuda.

En el fondo todo es capacidad de endeudamiento, todo es crédito, todo es deuda, y la capacidad de endeudamiento de todos con respecto a todo está agotada, y las posibilidades de dar y de obtener más crédito no existen (en el estado en que se hallan las entidades financieras …), y la deuda ya no puede aumentar más.

USA dice que sí porque quiere creer que las cosas continuarán igual que siempre, Europa sabe que el muelle ya no da más de sí. En el fondo USA sabe que no tiene otra alternativa: su modelo interno se ha basado en esa forma de hacer y no sabe de otra; y Europa quiere creer que estrechándose el cinturón y empobreciéndose va a poder superar el atracón que se ha estado dando. Pienso que no, que de-lo-que-ya-estamos no se sale con ‘más madera’, tampoco con una ‘dieta de hambre’: los procedimientos han de ser otros: ‘Lo necesario es lo importante’, ya saben, pero algo así tiene consecuencias.

Algunas/os de Uds. me han preguntado cuál podría ser el desencadenante de la crisis, aquello que los libros de Historia apunten como el momento cero de la crisis sistémica en la que a efectos prácticos ya hemos entrado, pienso que ese desencadenante bien podría ser la puesta en fase de una serie de factores: el desencuentro inarreglable al que se va a llegar en Toronto, las filtraciones sobre profundos problemas por los que ya estarían pasando varias entidades financieras, el malestar de las poblaciones derivado de la pérdida en su poder adquisitivo que ya se está produciendo, los anuncios de disminuciones en la oferta de commodities (¿0,8 millones de barriles menos por la fuga del Golfo de México?), las consecuencias de las tensiones varias que pueden derivarse de hechos como el lanzamiento del nuevo satélite espía israelí, … Pienso que nos hallamos en el momento idóneo para que se inicie algo, por ejemplo … una crisis sistémica. Esta, por ejemplo)".

CRISIS ECONÓMICA. monólogo de Berto

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SALDO GLOBAL = + RICOS +POBRES

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Salvador González Briceño

La principal característica del mundo capitalista, en cualquiera de sus facetas históricas, pero especialmente acelerada durante la presente etapa imperialista en la globalización, es la concentración de la riqueza en pocas manos. Por eso, y pese a las crisis —más bien precisamente gracias a ellas, porque con la recesión siempre hay alguien que gana, y ganan los más ricos— últimas del capital financiero-especulativo, los ricos se vuelven más ricos contra los pobres que aumentan en número y se vuelven también más pobres.

Por lo mismo, Merrill Lynch ha reportado que en 2009 “a pesar de la recesión”, el número de millonarios en el mundo creció, porque su riqueza registra un aumento porcentual, también, de dos dígitos con respecto al año anterior. El número de millonarios aumentó en 17.1 por ciento para sumar 10 millones de individuos en 2009, en tanto su capital creció un 18.9 por ciento para alcanzar los 38 billones de dólares.

De ese total de “individuos de alto valor neto”, la crema y nata de los hombres más ricos del mundo porque acumulan la riqueza producida y luego concentrada y centralizada en algunos pocos países a los que favorece dicha concentración de capitales hasta caer bajo su control, se concentran en Estados Unidos, Japón y Alemania, entre quienes está el 53.5 por ciento de dichos individuos.

Porque para eso funciona e importa la dinámica del capitalismo en todas sus facetas, desde la producción en serie con la máquina de vapor del siglo XVIII, hasta los movimientos especulativos de las grandes bolsas del mundo en el siglo XXI, para producir riqueza. Y luego ésta se deposita en pocas manos.

Es el modelo inequitativo del reparto de dicha riqueza creada, a partir de la explotación de todas la manos del mundo que se alquilan por un salario y luego dejan en manos de otros (los que crean las condiciones del capital en su etapa productiva) el usufructo. La plusvalía en forma de plusproducto que en su faceta del mercado se realiza vía la comercialización hasta convierte en capital; y luego se reproduce a sí mismo reingresando al proceso productivo y creador de dicha riqueza, apropiándose nuevamente del fruto del trabajo hasta llegar a la dinámica bancaria para convertirse en capital financiero en muy poquísimas manos.

Desde luego que este proceso de concentración y centralización de riqueza tiene su explicación científica, y como tal amplia y compleja pero clara de entender a la luz de los datos empíricos. Nada del otro mundo. Porque está en la cimiente misma de la producción de capital. Lo que viene después son las formas más desarrolladas que adopta en la realidad.

Desde luego que los países más desarrollados son los que concentran esa riqueza, como los citados EU-Japón-Alemania, pero el resto no se queda atrás. Con todo y que, el mismo reporte de Merril Lynch incluye también a países de América Latina, con 500 mil millonarios —el mayor número que haya alcanzado este grupo— que equivale al 8.3 por ciento de la población mundial, con un crecimiento del 15 por ciento durante 2009 con respecto al año anterior.

Lo que, en otras palabras, significa que la creación de riqueza no cesa en tanto no paran las manos que la crean. No obstante la vida de la clase trabajadora sea desigualmente cada vez más cara porque crecen los precios de aquellas mercancías necesarias para su propia subsistencia, y los tiene que pagar más caros pese a la depreciación salarial y la pérdida de su poder adquisitivo.

Y luego los hombres ricos —muy conservadores, porque no exponen su dinero a riesgo alguno— prefieren coloca sus inversiones en instrumentos de “renta fija” que en el mercado accionario de ganancia más pronta si entra en el mercado accionario y especulativo.

El asunto no para en eso. Aumenta el cinismo de los ricos y de sus voceros más visibles, como las declaraciones de Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, quien se atreve a declarar que como concepto, el Tercer Mundo ha desaparecido. Y terminó en 2009. Porque esa “sección separada de la humanidad que era pobre” y dependiente de la ayuda del exterior y que no importaba mucho al mundo rico. El alegato es que mientras los países del “mundo rico” salen trabajosamente de la recesión, Asia, África y América Latina “aceleran y contribuyen más que nunca a la producción mundial”.

Como si esa característica, que es más bien coyuntural en la etapa actual de la crisis, se volviera una dinámica permanente y dichos países comenzaran a depender cada vez menos de los países ricos o hasta los dejan atrás. Nada más falso, para ver la realidad con lentes de aumento y lejos del piso que la sostiene.

No obstante que los “países en desarrollo se vuelvan otra cosa: motores de la economía mundial”. Porque de 2008 en adelante, según el BM, han aportado casi todo el desarrollo económico desde luego. Y proporciona ese año el 43.4 por ciento del ingreso global, en paridades del poder de compra, en tanto en 1980 representaba apenas el 33.7 por ciento.

Pero las conclusiones en este sentido son engañosas. Pues con todo y que “la deuda pública bruta de los países ricos se eleva del equivalente a un 75% del PIB a principios de la crisis de 2007 a un 110% que se estima para 2015, según el FMI. En los mercados emergentes, la deuda pública está por debajo de 40% del PIB y se desinfla”. (Ver, “¿El fin del Tercer Mundo?”, La Jornada, 22/VI/2010). Y, conforme otro informe de la Cepal, un 63 por ciento de los niños en América Latina padece algún tipo de pobreza que repercutirá en su futuro.

Es decir, que en tanto el mundo se polariza cada vez, los ricos son más ricos y los pobres más pobres. En el mismo año de la medición del BM, “Más de mil millones de personas viven con 1.25 dólares o menos a día, más que cuando se acuñó el término” del Tercer Mundo. ¿De qué se trata entonces? Tomadura de pelo de los ricos, y de los voceros de los ricos, para confundir o seguir justificando la concentración y una mayor riqueza en pocas manos. El imperialismo como le peor fábrica de los pobres, en el todavía existente Tercer Mundo.

AMNISTIA INTERNACIONAL: ÁRTE POR EL FIN DE LA PENA DE MUERTE

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DEL MECANISMO DE RESCATE DE LA UE A LAS MEDIDAS DE AJUSTE DE ZP (o sobre la política y los mercados)

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Ricardo Molero Simarro

El pasado lunes día 10 la Unión Europea anunciaba la aprobación de un mecanismo que supuestamente debía rescatar a la economía griega de los ataques que estaba sufriendo y, sobre todo, debía asegurar la estabilidad del Euro. Al día siguiente el diario español Público abría su edición impresa con un candido titular que rezaba: “La UE pone freno a los especuladores”; afirmando en el antetítulo: “La política gana a los mercados (por una vez)”. Sin embargo, si la política había ganado a los mercados, ¿por qué, entonces, el IBEX-35 lograba ese mismo día la mayor subida de su historia (siguiendo al resto de índices bursátiles de Europa y EE.UU. que también celebraban el acuerdo)? La respuesta ha tardado menos de dos días en llegar y se encuentra en el paquete de medidas de ajuste aprobadas por el Gobierno del PSOE: disminución del sueldo de los funcionarios, congelación de las pensiones, recorte de las ayudas a la dependencia y a la maternidad/paternidad, reducción de la ayuda al desarrollo y una sustancial contracción de la inversión pública, que se unen a la subida del IVA y el recorte de gasto público anunciados hace meses. ¿Qué vínculo concreto hay entre éstas y aquél?



En primer lugar, el núcleo del “Mecanismo de Estabilización Financiera” aprobado por los Ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea consiste en la posibilidad de movilizar hasta 750.000 millones de euros hacia la compra de los títulos de deuda pública de cualquiera de los Estados miembros que se encuentren con problemas para financiar su deuda pública en los mercados financieros. De esos 750.000 millones de Euros la Comisión Europea podrá aportar hasta 60.000 millones en forma de préstamos, respetando el límite puesto al presupuesto comunitario; 440.000 millones serán aportados, en su caso, por el resto de Estados miembros que, a su vez, habrán obtenido los recursos mediante la emisión de eurobonos con garantías públicas; y, por último, el FMI llegará a aportar hasta 250.000 millones, es decir, un tercio del total del fondo de estabilización creado.

De este modo, la participación del FMI toma un carácter más que simbólico. El montante de los recursos potencialmente prestables que tendrá origen en sus arcas asegura a los inversores el cumplimiento de las condiciones puestas al país que necesite la ayuda para darle el préstamo. Por otro lado, esas condiciones serán similares a las aplicadas en los planes de ajuste estructural que se impusieron durante las tres últimas décadas a lo largo y ancho de África, América Latina y Asia. No en vano, para obtener la financiación el Estado del que se trate deberá presentar un plan de ajuste fiscal detallado que asegure la rápida reducción de su déficit. Pero no sólo eso, sino que, como segundo paso, también deberá asegurar la puesta en marcha de toda una serie de las denominadas “reformas estructurales”. En aquéllos países éstas consistieron básicamente en la desregulación del mercado laboral, las privatizaciones, la liberalización general de la economía y su apertura externa, es decir, el recetario neoliberal básico.

En realidad, un paquete de medidas de ajuste como éste ya se había aprobado la semana anterior en Grecia. Como adelantábamos en nuestro anterior artículo (1) el razonamiento con el que se trataba de justificar su adopción partía de constatar la imposibilidad de utilizar la devaluación de la moneda para mejorar la competitividad de la economía. A partir de aquí se afirmaba que sólo era posible lograrlo a través de una “devaluación interna” de los precios y los salarios (2). La “devaluación” de los salarios se llevaría a cabo a través de la aprobación de los dos tipos de medidas de ajuste ya citadas: las de reducción del déficit público y las reformas estructurales. En primer lugar, con la excusa de tratar de disminuir los diferenciales de interés pagados por la deuda pública, se tendría que recortar el salario indirecto (es decir, el gasto social) y el salario diferido (las pensiones). En segundo lugar, con la excusa de incrementar la competitividad de la economíam se tendría que actuar sobre el salario directo a través de la aprobación de una nueva reforma laboral que disminuyese la protección a los trabajadores y, gracias a ello, las remuneraciones. Obviamente se olvidaba que el otro componente de los precios lo componen los (intocables) márgenes de beneficio, cuya disminución podría igualmente ayudar a mejorar la competitividad.

A pesar de ello, se trataba de justificar las injustificables medidas finalmente tomadas en economías como la griega, que estaban siendo devoradas literalmente por la acción de los, tantas veces nombrados, “especuladores". Lo que no esperábamos era que tan repentinamente los gobiernos del PSOE en España y del Partido Socialista de Portugal se apresurasen a aprobar paquetes de ajuste similares. ¿Cómo se explica esta prisa o, mejor, cómo puede explicar esto PRISA cuando las deudas públicas española y portuguesa respecto a sus PIB (64,9% y 85.8% respectivamente para 2010) se encuentran tan por debajo de la griega (124,9%), de la italiana (118,2%), o, en el caso de España también de la francesa (83,6%), de la inglesa (79,1%) e incluso de la alemana (78,8%)? Ciertamente, resulta muy difícil de hacerlo. Sólo sabemos que éste ha sido el precio a pagar para que los jefes de gobierno de países como Alemania u Holanda aceptasen la puesta en marcha de un Mecanismo de Estabilización Financiera que salva al Euro con la condición de asegurar la rentabilidad del capital, única clase social a la que la moneda única beneficia.

Porque si alguien se cuestiona que esto último sea así deberá explicar, entonces, un hecho que es aún más inexplicable que el de que el ajuste se haya puesto en marcha en un país con uno de los niveles de deuda pública más bajos de toda la UE. En efecto, más allá de ello, es necesario preguntarse también ¿por qué, además, se ha hecho recaer ese ajuste sobre las rentas de los trabajadores (aquí, obviamente, incluyo a los pensionistas) cuando existían otras opciones igual de eficaces para acabar con el déficit? Como ya hemos dicho muchas veces (y no nos cansaremos de repetir), mientras los salarios no han parado de perder participación en la renta nacional, los beneficios empresariales han seguido una tendencia a aumentarla desde hace al menos treinta años, es decir, desde que el neoliberalismo comenzó a imponerse como única política económica, a lo largo y ancho del mundo. No sólo eso, sino que en plena crisis, en España, al igual que en muchas otras economías, dicha participación del capital en la renta no ha dejado de crecer, desde el 43% en que se encontraban en 2007, hasta casi el 45% al que según los datos de AMECO (base de datos de la Comisión Europea) llegaron el pasado año 2009.

A pesar de todo ello, ZP no tuvo ningún rubor en afirmar en su intervención en el Congreso de los Diputados que “hasta ahora, (…) los empresarios que han visto frustradas o reducidas sus aspiraciones han pagado con creces su peaje en esta crisis. No es a ellos a los que quepa demandar solidaridad, sino a la inversa, ofrecérsela” (3). Partiendo de esta absoluta mentira, quería justificar el hecho de que no haya tomado absolutamente ninguna medida, ni siquiera de cara a la galería, que afecte a los más favorecidos. En efecto, después de una legislatura y media ahondando en una política fiscal regresiva, ni en plena crisis se han atrevido a plantear una subida del IRPF a las rentas más altas, una subida del tipo impositivo del Impuesto de Sociedades a las empresas, o una recuperación del Impuesto de Patrimonio para las grandes fortunas. Todas ellas son medidas que tienen una capacidad recaudatoria suficiente como para disminuir ampliamente el déficit público, objetivo que era el supuestamente buscado.

Sin embargo, si la hoy más que nunca necesaria respuesta social, sindical y política no lo impiden (y ahora mismo no parece que vaya a ser así), en vez de ver su aprobación, a lo que asistiremos muy pronto será a la puesta en marcha de la segunda fase del ajuste: la de las reformas estructurales y, más concretamente, la de la reforma laboral.

Si todo esto es una victoria de la política sobre los mercados, mejor no nos preguntemos qué ocurrirá cuando éstos ganen.

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(1) Molero Simarro, Ricardo: “¿Se va a convertir la Unión Europea en el nuevo FMI?”, en Economía Crítica y Crítica de la Economía, número 10, marzo de 2010:

http://economiacritica.net/web/index.php?option=com_content&task=view&id=184&Itemid=38

(2) Un proceso que ya se había llevado a cabo en Letonia a finales de 2009 y que hace apenas un par de semanas se emprendía también en Rumania.

(3) Discurso del Presidente del Gobierno en la comparencencia para informar de la reunión extraordinaria del Eurogrupo en relación con el rescate de Grecia y la situación de los mercados financieros. Congreso de los Diputados, 12 de mayo de 2010 (página 13 del documento).

DESARROLLO SOSTENIBLE, NO. DECRECIMIENTO, SÍ

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Entrevista a Gregorio López, de la Universidad de Castilla la Mancha

- Decrecimiento: una definición breve, o define esa filosofía del decrecimiento en dos o tres puntos.

En la actual situación de grave crisis ambiental y crisis de desigualdad y empobrecimiento que sufre la mayor parte de la población del planeta, el decrecimiento nos conecta con la responsabilidad que tiene el sistema capitalista globalizado en la explicación de las mismas. Crecer continuamente, sin pararnos a pensar en los posibles efectos laterales que ello con llevaba, ha sido el objetivo básico del capitalismo. Hay que frenar y cambiar el rumbo, y el decrecimiento nos invita a ello a través de la simplicidad voluntaria, de la reducción del consumo, de la valoración de las relaciones personales, de la autoproducción de los bienes básicos que necesitamos para la vida, del intercambio directo al margen de los mercados, el reparto del trabajo,…todo con el fin de que los recursos materiales y energéticos de la Tierra se utilicen con criterios de conservación y de justicia social.

- El decrecimiento no plantea volver a las épocas pasadas o vivir peor, ¿cierto?

Esa es la crítica fácil que plantean sus detractores. El decrecimiento implica una nueva concepción de la vida donde otorguemos importancia a lo realmente importante (las relaciones humanas), donde seamos conscientes de que nuestra opulencia es la causa del empobrecimiento. Por ello, la diversidad cultural se valora hasta el extremo, como formas de adaptación al medio que se han perfeccionado a lo largo de generaciones por los diferentes pueblos del mundo. Y claro, eso choca de frente contra las pretensiones del capitalismo neoliberal que lo inunda todo con su homogeneización cultural, que convierte al mundo en un único mercado global para mayor beneficio del gran capital.

- ¿Por qué se plantea como una respuesta tarde o temprano necesaria a esta situación de crisis?

Sencillamente porque existen signos evidentes de que esta crisis sistémica en la que estamos enfrascados no permite perder el tiempo en salidas en falso que no afectan a las verdaderas raíces de los problemas. Seguir condenando a millones de personas a la extrema pobreza y a la Madre Tierra al expolio es tremendamente injusto. La variable tiempo es cada vez más determinante: no actuar con rapidez es avanzar hacia el colapso.

- ¿Qué datos concretos nos pueden hacer caer en la cuenta de que la situación actual exige este cambio en la forma de vivir?

No solo los típicos de carácter cuantitativo que nos hablan de las crecientes desigualdades entre las personas muy ricas y las muy empobrecidas (tanto dentro de nuestras sociedades como entre países), los que nos indican a que nuestra huella ecológica ha superado la capacidad de carga de nuestro planeta, etc. Sino también los de carácter más cualitativo que hacen referencia a que la felicidad de las personas no aumenta a la par que su consumo, o a que cada vez hay más personas en nuestras sociedades opulentas que padecen enfermedades de carácter psicológico o mental, asociadas a profundas frustraciones con un estilo de vida que pone por encima de todo el tener, olvidando el ser y el compartir.

- Desde un punto de vista cristiano… no es cierto que debería ser la actuación lógica… la austeridad, vivir con menos para compartir etc…

Ni más ni menos. En este sentido el mensaje de Jesús es absolutamente claro: “Deja lo que tienes y sígueme”. Es decir, renuncia a las ataduras materiales que te impiden saborear las cosas importantes de la vida, y no te preocupes, no te faltará lo verdaderamente necesario en una comunidad de iguales donde hay para todos porque todo se pone en común. La metáfora de la multiplicación de los panes y los peces, nos adentra más aún en el Reino de Dios acá en la Tierra: “compartir sin miedo, porque, aunque nos parezca que no, hay para todos/as”.

- ¿Es suficiente con que revisemos individualmente nuestro modo de vivir?

Es lo que hay que hacer. Aquí no vale decir que esto lo debe de hacer el Gobierno, que se obligue a todos/as a cambiar sus actitudes o yo no me apunto. No, no. Los cambios, más o menos profundos, comienzan por cada uno/a, y se refuerzan comunitariamente, y se extienden como levadura cuando percibimos, sin imposiciones, que ése es el camino. En este tema de buscar una vida más austera, hay que hacer, no convencer.

- ¿Existen alternativas solidarias a la crisis?, ¿cuáles?

Claro, y cada vez más. No nos engañemos, no serán portada de ningún informativo ni ningún periódico de gran tirada, pero están ahí, que es lo importante. Personas y comunidades que comienzan a liberarse de la tiranía del dinero, de trabajar más y más horas, de pagar una hipoteca de por vida, de la “realización” a través del consumo,…están en marcha, demostrando que otro mundo es REALMENTE POSIBLE. Y los/as que quieran, que se apunten a disfrutarlo.

- ¿Se puede ser optimista?

Pues ya se sabe, esto del ánimo más o menos subido, va por barrios, bueno, mejor dicho, va por personas. Los nubarrones hoy son el gran capital que ha extendido un sistema económico inhumano que controla el mundo y dificulta que este convoy pueda girar para cambiar. Los signos de esperanza son que cada vez hay más iniciativas, en un grado más o menos incipiente, que no esperan a que el mastodonte de la economía mundial cambie su sentido (porque no tienen fe en ello), y deciden poner sus energías e ilusiones en transitar por otras sendas donde más importante que la seguridad que nos proporcionan es compartir y descubrir la verdadera riqueza de las relaciones humanas.

LA II PASARELA DE MODA JUSTA SORPRENDE CON UNA VARIEDAD DE 69 MODELOS RECICLADOS

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noticiaspositivas.

¿Quién dijo que una cortina sólo sirve para llenar el basurero?

¿O que un sillón viejo ha de alimentar el fuego de las Fallas?

La segunda edición de la Pasarela de Moda justa, organizada por la ONGD SETEM PV, ha dejado claro que se puede desarrollar estilismo a partir de telas y materiales usados o descartados. Y que ello, como se vio reflejado en los 69 modelos reciclados que desfilaron en el Centro cultural La Beneficencia, resulta perfectamente compatible con el buen gusto y la utilidad de las prendas.



De lo que se trata, en todo caso, es de plantear la moda con una filosofía distinta a la que impone el actual sistema de producción que la alimenta. Una filosofía respaldada en la sostenibilidad económica y medioambiental más que en el consumo desenfrenado y la expoliación del entorno. Y éste fue el espíritu que inundó la pasarela de Moda Justa y que encarnó en diseños de alumnos de la Escuela de Arte y Diseño de Alcoi, de la Fundación Arropa, de la marca RUDRAKSHA y de la estilista María Rosa Castelló Gil. De todo se vio ayer en La Beneficencia.

Vestidos de fiesta, ropa de trabajo, diseños étnicos ¡y hasta un vestido de novia! Y todo a partir de materiales reutilizados. Una verdadera fiesta aderezada con sonidos del mundo disparados desde sus bandejas por el deejay Paco Valiente. Y donde los modelos pertenecían a ámbitos muy distintos, menos al de la moda convencional. “Las personas que se han prestado desinteresadamente a participar en la pasarela, no reúnen los estándares del 90-60-90 que la sociedad nos marca”, aclaraba de antemano el animador del desfile. Precisaba: “Son personas como cualquiera de las que estáis hoy aquí compartiendo esta hermosa tarde”.

Y por si quedaban dudas, el presentador reiteraba el objetivo de la pasarela. “Estamos aquí porque queremos sensibilizar a la sociedad valenciana acerca de la vulneración de los derechos laborales en el sector textil a nivel mundial, facilitando alternativas concretas para practicar un consumo más responsable y comprometido”. Ahí radicó el motivo de que el catering post-pasarela se nutriera de productos ecológicos aportados por la empresa Yocomotuarte.

CRONOLOGÍA DE UN DESFILE

 Rompió el hielo la Escuela de Alcoi con tres colecciones. Primero, Deconstrucción del Denia, con 14 modelos. Tejanos deconstruídos, cortados y transformados por completo en artículos únicos. Replanteamiento de las pautas constructivas de las prendas, del uso y de la función de los elementos. Tratamientos de superficie: decolorar, teñir o pintar. Investigación en el desarrollo de contrastes de materias, texturas y color.

Once cuerpos que bien pueden encontrarse a diario en un bar, una esquina cualquiera o en la cola del supermercado, vistieron Descontextualización de tipologías. Esta colección propuso una intervención en la ropa de segunda mano o usar materiales textiles de desecho para crear nuevas sintaxis. Combinación de varias piezas diferentes en una sola prenda a partir de un proceso de reciclaje y descontextualización, es decir: nuevas funciones, nuevas fórmulas.

DEMO EXPERIMENTAL 2.0 fue el tercer tema de la Escola. La base de esta serie, más experimental que las dos anteriores, demostró nuevas ideas a partir de la investigación conceptual sobre la función de materiales en desuso. Centró toda la atención el feedback comunicativo que proyectaban los modelos ante el extenso abanico de objetos renovables. En definitiva, estas piezas añaden evolución al proponer nuevos usos alternativos.

Maria Miralles Navarro y Juan Jesús Izquierdo pasaron en cuarto lugar. También estudiantes de la Escuela de Alcoi, ellas presentaron su proyecto de final de carrera. Minúscul se titulaba el de la primera y reflejaba las estructuras formales del ámbito rural valenciano actual e histórico. La colección se basa en la tendencia del acabado manual, asumida en todos los sectores de diseño, y proyecta prendas ecológicas, pensadas para ser completamente unisex. Todas las piezas muestran referencias de recuerdos infantiles propios de la diseñadora y su entorno más cercano.

En el caso de Izquierdo, su colección Re-crafting accesories se nutrió del trabajo artesano de materias primas extraídas a partir de sustratos reciclados. Destacó en esta serie su proceso de fabricación manual, donde el pegado, cosido, ensamblado o collage, constituyen técnicas creativas,que resumen su desarrollo constructivo.

Luego desfilaron faldas de tela vaquera decorada con elementos reciclados y delantales aportadas por el proyecto MIL.UNA. Esta conforma una marca ecológica y solidaria creada por dos proyectos de la Fundación Jose Mª Haro-Intra, de Cáritas Diocesana de Valencia, para ofrecer a mujeres en riesgo de exclusión social la formación necesaria para poder acceder a un puesto de trabajo. Después, pasaron los niños y niñas que vestían prendas de segunda mano de @rropa: camisetas, pantalones, vestidos.

Por su parte, la estilista Rosa Mª Castelló Gil mostró modelos inspirados en la campiña inglesa. Los tejidos utilizados para esta serie fueron en su mayoría retales de muestrarios de tapicería y de tiendas de tejidos y algodones biológicos.

Cerró el desfile la organización RUDRAKSHA con una colección confeccionada por las mujeres de la Cooperativa que lleva ese nombre, ubicada en la ciudad de Bodhgaya, en el estado de Bihar en India. Sus prendas fueron realizadas con algodón procedente de esa ciudad, y la pintura y los bordados de las prendas, hechos a mano.

DATOS DE CONTACTO:

jpalladino@moebiuscreativa.es

UNA RAZA DE DEUDORES

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Antoni Puigverd

El fatalismo económico parece no tener freno, y la falta de dirección política lo intensifica. Se buscan culpables. La irritación, el miedo y el desconcierto exigen una válvula de escape. Descritos como vampiros, corruptos e ignorantes, los políticos son los más vapuleados. También reciben los funcionarios, presentados como encarnación de la deuda pública. No reciben menos los sindicatos, atrapados, se dice, en el conservadurismo y el inmovilismo. En la acera de enfrente, por el contrario, muchos izquierdistas que jaleaban hace dos días el liberalismo filosófico observan de nuevo el mundo en clave maniquea: a un lado, los diabólicos especuladores; en el otro, el honrado pueblo saqueado.

Cada una de estas caricaturas contiene algo de verdad, empezando por el peso determinante, a todas luces negativo, que han tenido para la economía mundial los productos financieros e hipotecarios, pues han sorbido casi todas las energías y han contaminado todo el sistema bancario con sus burbujas especulativas. Y saltan a la vista, por supuesto, la incompetencia, el conservadurismo y la falta de vista y reflejos de políticos, banqueros, administraciones, sindicatos y organizaciones empresariales. Pero de tales inquisiciones sacaremos poco. Perderemos el tiempo que nos queda si nos empeñamos en combatir las caricaturas que más nos ofenden, si nos dedicamos al deporte gallináceo en vez de intentar ponernos de acuerdo sobre qué está pasando.

Se dice y se repite que la crisis española es singular, que nada tiene que ver con las causas que destrozaron el sistema bancario internacional. Y, ciertamente, los riesgos del sistema estadounidense y los del español eran distintos. Pero coinciden en un común denominador: gastar por encima de lo que podía pagarse. La economía especulativa se ha revelado tóxica, pero no menos que el ladrillo de oro. La diferencia es formal, pero el fondo es el mismo: endeudarse era obligación. Construimos sobre las arenas movedizas de la deuda. Y cuando la deuda (privada, pública) se desborda, el sistema entero naufraga.

El último libro de Zygmunt Bauman El temps no espera (Ed. Arcàdia, no existe versión en castellano) ofrece una explicación plausible de la crisis de la deuda. El capitalismo contemporáneo –sostiene Bauman– realizó en las pasadas décadas un verdadero cambio de piel. Dejó de basar sus beneficios en el rendimiento del trabajo para obtenerlos del consumo. Para fomentar el consumo masivo y constante, había que romper la columna vertebral del capitalismo productivo: el ahorro, fundamento de la inversión. El ahorro llevaba implícita una determinadamoral social: si uno deseaba algo, pero no podía permitírselo, intentaba ahorrar para poder comprarlo; y si el objeto del deseo estaba fuera del alcance, no había más remedio que reprimir el deseo. Ahorraba quien podía, por consiguiente, y prescindía del deseo quien no podía ahorrar.

Contrariamente, para desarrollar una sociedad de consumidores era preciso generar el deseo irreprimible de consumir y había que facilitar tal consumo. En respuesta a este objetivo apareció la tarjeta de crédito, que daba a todos los objetos del deseo la posibilidad de ser comprados. Los consumidores han gastado a espuertas gracias al crédito. Y han comprado casas impensables para su estatus gracias a la hipoteca. La deuda se transformó en el principal generador de beneficios, sostiene Bauman. Uno debe pagar sus deudas de la tarjeta en algún momento, pero una refinanciación –deuda sobre la deuda– permite salir del paso. De oca en oca en oca, de deuda en deuda, se avanza hacia el colapso. "Las actuales restricciones del crédito son una consecuencia lógica de lo que los bancos han conseguido: haber transformado una inmensa mayoría de hombres y mujeres en una raza de deudores".

El Estado no está libre de este empeño. Y ha contribuido a consolidar la nueva raza de deudores. Las subprime son hijas de la administración Clinton, de la misma manera que la generalización de nuestras hipotecas es hija de una política fiscal iniciada por Felipe González. Bauman cree aventurado afirmar que el capitalismo está herido de muerte, como especulan los apocalípticos, pero recuerda que el capitalismo actúa como un parásito. "Una vez los deudores están sin una gota de sangre, aquel que los invitó a endeudarse agoniza con ellos". El origen de las penurias que hoy en día lamentamos "se encuentra en la esencia de nuestra manera de vivir, para la que hemos estado artificiosamente entrenados: pedir enseguida un crédito al consumo cuando nos enfrentamos a un problema o a una dificultad". Vivir del crédito, sostiene Bauman, "crea quizás más adicción que la droga y sin duda más adicción que los tranquilizantes". La única solución es reinventar el sistema, retornando de alguna manera al ahorro. Para ello, es precioso "afrontar el dolor intenso, pero comparativamente breve, del síndrome de abstinencia".

UN HURACÁN DE AUSTERIDAD SE CIERNE SOBRE EUROPA

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El FMI IMPONE SU POLÍTICA NEOLIBERAL

Jérôme Duval, Damien Millet y Sophie Perchellet, EN 'Diagonal'

Los autores, miembros del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM), explican cómo el Fondo Monetario Internacional, después de imponer durante años duras medidas de ajuste en los países del Sur, ahora impone sus recetas neoliberales en Europa recortando los derechos laborales en favor de las políticas liberales que perpetúan el sistema capitalista.

La crisis actual es el medio ideal para que el FMI aplique en Europa sus recetas ultraliberales adulteradas que ha estado imponiendo a los países en desarrollo desde comienzos de los años 80. Deslegitimado durante tres décadas de planes de ajuste estructural impuestos brutalmente a los pueblos del Sur, el FMI vuelve al centro del juego político desde el momento en que el G20 se hizo cargo de la gestión de la crisis en 2008.

El Sur fue el primer campo de batalla, Europa es ahora su prolongación. El FMI multiplica los préstamos a algunos países europeos que se encuentran en dificultades para pagar una deuda pública aumentada de golpe debido a la desaceleración económica y a los planes de salvamento para los bancos, cuya búsqueda desenfrenada de beneficios condujo precisamente a esta crisis. En 2007, Turquía era el único país de envergadura que todavía llamaba a las puertas del FMI. Muchos otros países como Brasil, Argentina, Uruguay, Filipinas, etc., habían cancelado de forma anticipada su deuda con el FMI para quitarse de encima su molesta tutela. El tiempo de las vacas flacas fue superado y el FMI ya abrió una línea de crédito para una decena de países europeos en menos de un año e interviene desde entonces en múltiples frentes.

Ahora, la institución ve que sus beneficios, sin considerar la venta de parte de sus reservas de oro, se han cuadruplicado durante el ejercicio 2009-2010 (cerrado a finales de abril), y es de 534 millones de dólares, frente a los 126 millones de dólares del ejercicio anterior. Confiar la gestión de la crisis a un organismo que saca provecho de ella hasta ese punto no debería dejar tranquila a la ciudadanía... Por otro lado, mientras que el Fondo impone la congelación, e incluso la rebaja, de los salarios un poco en todos lados, el correspondiente a su director general, el socialista francés Dominique Strauss-Kahn ‘sufrió’ un aumento superior al 7 % desde su llegada, para estabilizarse en medio millón de dólares al año.

El primer país tocado fue Hungría, antes de Ucrania, Islandia y Letonia. Después, en 2009, fueron Bielorrusia, Rumania, Serbia, Bosnia y más recientemente Moldavia y Grecia. La lista de países que solicitan un préstamo a la institución continúa alargándose y todos son obligados a aplicar los planes de austeridad dictados por los mercados financieros, el FMI y la Unión Europea.

El desastroso impacto social sobre las poblaciones nos recuerda los planes de ajuste estructural ,de siniestra memoria, implantados en el Sur después de la crisis de la deuda de 1982. Estos planes de austeridad tienen como objetivo una fuerte reducción de los gastos públicos, sin tocar a los grandes capitales, con el fin de encontrar los fondos necesarios para rembolsar prioritariamente a los acreedores.

Hungría abre el baile de los ajustes

En octubre de 2008 se decidió un plan para Hungría de 20.000 millones de euros: 12.300 millones prestados por el FMI, 6.500 millones por la Unión Europea y 1.000 millones de euros por el Banco Mundial. Además del crecimiento automático del stock de la deuda y de la pérdida neta por el pago de intereses, se implantaron una serie de severas condiciones para la población: el aumento de 5 puntos en el IVA, actualmente en el 25 %, el de la edad legal de jubilación a los 65 años, la congelación de salarios para los funcionarios durante dos años, la supresión del aguinaldo para los jubilados.

Hungría, gobernada por los socialdemócratas, había conseguido salvaguardar un sistema social bastante protector. El descontento de la población por la aplicación, bajo la conminación del FMI, de esas medidas de austeridad benefició a la derecha conservadora que acusó a los socialdemócratas en el poder de haber hecho del país “una colonia del FMI” (según publicó el diario conservador Magyar Nemzet). Sin embargo, la victoria del nuevo Primer Ministro conservador Viktor Orban fue bendecida por la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings, que estima que el partido de Orban, el Fidesz, obtuvo la mayoría necesaria para modificar la constitución y por lo tanto “representa una oportunidad para introducir reformas estructurales”.

Los socialdemócratas sufrieron una derrota histórica en las elecciones legislativas de marzo de 2010 y abrieron la puerta grande a la extrema derecha, que entró en el Parlamento por primera vez con el 16’6 % de los votos.

Ucrania sancionada por el FMI

El FMI aprobó en noviembre de 2008 un programa salvaje de dos años para Ucrania que llegaba a los 16.400 millones de dólares. Hasta mayo de 2010, el país sólo había recibido 10.600 millones de dólares de la institución ¿Por qué? Porque desde el aumento del 20% en el salario mínimo a finales de octubre de 2009 otorgado por el anterior Gobierno de Viktor Yúshenko, el FMI suspendió la aportación de fondos. La visita de una delegación ucraniana a Washington en diciembre de 2009 no cambió nada y el pago de una nueva fracción del crédito permanece bloqueado.

El último pago se remonta a julio de 2009, a falta de acuerdo sobre las condiciones que debía reunir Kiev. El FMI fijó el déficit presupuestario previsto para 2010 en un 6% del PIB, mientras que el Gobierno propone un déficit del 10% para no tener que ajustarse tanto el cinturón. Golpeada fuertemente por la crisis, Ucrania sufrió una caída del 15,1% en su PIB en 2009 y alcanzar un déficit del 6% en 2010, como quiere el FMI, es una misión imposible.

En espera, Ucrania tuvo que aprobar el retraso en la edad de jubilación y el aumento del 20% en la tarifa del gas para los particulares a partir del 1 de septiembre de 2009. Se prevé una privatización y recapitalización de los bancos. La privatización de la fábrica química de fertilizantes de Odessa vuelve a estar sobre la mesa, a pesar de la importancia estratégica que representa para la región y para el Estado, y a pesar de las críticas que se le pueden formular respecto a sus prácticas ambientales. El nuevo Gobierno, establecido en marzo de 2010 por la elección presidencial de Viktor Yanukóvich, propone entre sus prioridades, continuar la demanda de ayuda al FMI. De esa manera espera obtener un plan de apoyo de 19.000 millones de dólares del FMI, después de hacer que el Parlamento adoptase un presupuesto para 2010 que prevé reducir el déficit hasta el 5,3% del PIB, más allá de las exigencias del Fondo. La misión del FMI, a finales de marzo de 2010, fue la ocasión para aproximarse al nuevo Gobierno en vista del relanzamiento del crédito acompañado de futuros tratamientos de austeridad.

Grecia: la cuna de la democracia

Mientras Grecia, agobiada por una deuda récord, llamó a las puertas de la Unión Europea y del FMI (en un principio un préstamo de urgencia de 45.000 millones de euros, de los que 15.000 millones correspondían al FMI), la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s rebajaba (en tres grados) la nota de su deuda el 27 de abril de 2010. Los mercados caen y los inversores especulan a la baja, acentuando la tendencia.

El Primer Ministro Papandreu declaraba el 11 de diciembre de 2009 que: “Los asalariados no pagarán por esta situación: no procederemos a la congelación o a una reducción de los salarios. No hemos llegado al poder para desmantelar el Estado social. No obstante, desde el 18 de marzo de 2010, se estaba elaborando minuciosamente un plan común UE – BCE – FMI [http://www.cadtm.org/Apoyemos-al-pueblo-griego-en-su], con el acuerdo del PASOK, el partido de Papandreu en el poder, cuya contrapartida será una cura de austeridad sin precedentes con el fin de economizar, a costa del pueblo griego, 4.800 millones de euros en marzo de 2010, y luego 30.000 millones más en mayo, de acuerdo a un nuevo plan, con el objetivo de pagar a los acreedores.

En el menú, la congelación de contratación y reducción de los salarios de los funcionarios (una fuerte rebaja en las pagas extras, disminución de las primas, a pesar de una anterior reducción de los salarios decidida en enero de 2010); congelación de las pensiones; aumento del IVA del 19% al 23% —a pesar de que se trata de un impuesto injusto que afecta en mayor medida a los más desfavorecidos—; aumento de los impuestos sobre el alcohol y el tabaco; reducción drástica de los gastos sociales, como el de la Seguridad Social, etc. Los derechos sociales se sacrifican en el altar de los intereses de la “élite tradicional local” y de los gastos militares, el presupuesto más importante de la UE, respecto a su PIB. La población reaccionó con fuerza y organizó huelgas generales (los días 10 de febrero, 11 de marzo, 5 de mayo y 20 de mayo de 2010) que ya han paralizado el país muchas veces.

Los rumanos también salen a la calle

Junto a Bulgaria, Rumanía es uno de los países más pobres de la Unión. En marzo de 2009, Rumanía obtuvo un préstamo de cerca de 20.000 millones de euros: 12.900 millones corresponden al FMI, 5.000 millones a la UE, de 1.000 a 1.500 millones al Banco Mundial y el resto a varias instituciones, entre las que está el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD). A cambio, Bucarest se comprometió a reducir su déficit público del 7,9% del PIB en 2009 al 5,9%, pero al considerar este objetivo no realista, se fija finalmente en el 6,8% en 2010. En el menú, más de lo mismo: congelación de pensiones y de salarios con el mantenimiento del salario mensual mínimo de 600 lei bruto (145 euros), supresión de 100.000 puestos de funcionarios en 2010, o sea, el 7,5% de los efectivos de la función pública. Allí también la población se moviliza contra las medidas de austeridad. El 19 de mayo, más de 60.000 manifestantes se reunieron ante la sede del gobierno en el momento en que éste reforzaba su programa de ajuste, al anunciar una reducción del 25% en el salario de los funcionarios y del 15% en los subsidios por desempleo y en las pensiones, cuyo mínimo ya es de 85 euros.

Además, el Gobierno prevé la reducción por decreto de los subsidios a la familia así como de las ayudas a los discapacitados, a partir del 1 de junio de 2010. De nuevo es a costa de los más pobres que se quiere pagar la crisis, mientras que se evita cuidadosamente gravar al capital: el tipo del impuesto de sociedades ha caído 9 puntos, pasando del 25% en el año 2000 al 16% en 2009.

Los islandeses rechazan pagar

Antes de la famosa nube de cenizas volcánicas que paralizó el cielo europeo durante varios días en 2010, Islandia ya había sido noticia de plena actualidad por una grave crisis en 2008. El desempleo había pasado del 2% en octubre de 2008 a 8,2% en diciembre de 2009. El Estado salvó de la quiebra a los tres principales bancos del país endeudándose enormemente y luego no pudo asegurar el reembolso a los tenedores británicos y holandeses de sus títulos. Al pueblo isladés se le exigió pagar esa deuda mediante la ley Icesave, adoptada con nocturnidad y alevosía el último día del año 2009 y apoyada por el FMI, una deuda que había servido para reflotar a los banqueros culpables.

Después de una gran movilización popular, la ley fue rechazada por más del 73% de la población en el referéndum de marzo de 2010. Un informe de la SIC (Special Investigative Commission) presentado en abril ante el Parlamento cuestionó la responsabilidad de algunos dirigentes de los grandes bancos y de miembros del anterior gobierno, y en particular la del ex Primer Ministro en la crisis bancaria de 2008. David Oddsson, que dirigía el Banco Central en 2008, huyó justo antes de la publicación de ese informe y escapó así de la justicia de su país.

Cuatro antiguos dirigentes del banco Kaupthing, entre ellos el ex Presidente-Director General Hreider Mar Sigurdsson, fueron arrestados a su llegada a Luxemburgo donde residían. Sigurdur Einarsson, presidente del Consejo de Administración refugiado en Londres, también tiene una orden de arresto de Interpol. De acuerdo con el FMI, la Unión Europea dicta sus voluntades a los gobiernos e impone medidas muy impopulares. En noviembre de 2009, el Parlamento Europeo prestó a Serbia (200 millones de euros), a Bosnia-Herzegovina (100 millones de euros) a Armenia (65 millones de euros de préstamo y 35 millones de euros de subvención) y a Georgia ( una subvención de 46 millones de euros).

Abrumados por la especulación sobre la deuda, antes incluso de que intervenga el FMI, los Estados toman la iniciativa y se prevén reformas antisociales en España, en Portugal, en Irlanda, en Italia... En todos lados estos tratamientos de austeridad estrujan los salarios y preservan al gran capital responsable de este callejón sin salida capitalista. En todos lados los pueblos se movilizan y la única esperanza está precisamente allí, en esa movilización. Es urgente para todos y todas los y las que quieren resistir eficazmente a la lógica capitalista trabajar por la unificación de estas luchas.

LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

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Ignacio Urquizu, en 'El País'

El 7 de junio se cumplió un año de la derrota electoral de la izquierda europea. Desde entonces, ha sido extraña la semana en la que no se ha organizado un seminario o hemos leído un análisis sobre la supuesta crisis de la izquierda. De repente, la combinación de una derrota electoral con una crisis económica global está llevando a mucha gente al pesimismo. Pero lo cierto es que, si nos alejamos de la coyuntura y realizamos un análisis con cierta perspectiva, no estamos tan mal.

Todos los estudios de sociología electoral revelan que la ideología sigue explicando gran parte del comportamiento político de los ciudadanos. Aunque algunos pontificaron hace años el fin de la historia y de las ideologías, las ideas siguen moviendo el mundo. De hecho, la ideología es la forma más coherente de ordenar los proyectos políticos. Nos permite reducir y simplificar el mundo, haciéndolo más comprensible para la mayoría de los ciudadanos.



Esta supuesta crisis de la izquierda tampoco es defendible si atendemos a la presencia de partidos progresistas en el poder. Entre 1945 y 2006, en las principales democracias parlamentarias, solo el 21% de los Gobiernos pueden ser calificados de izquierdas. Además, mientras que en la década de los 40 solo el 17% de estos Gobiernos eran progresistas, en los últimos años, antes de la crisis, esta cifra se ha elevado al 24%. De hecho, nunca la izquierda había gobernado en tantas democracias desarrolladas como en los 80, 90 y principios del siglo XXI.

Finalmente, si nos detenemos en la acción de gobierno, las diferencias entre izquierda y derecha siguen siendo relevantes. Incluso en escenarios tan adversos como la Europa de los 90, donde los Gobiernos estaban limitados por el Tratado de Maastricht y la crisis económica, las diferencias en el gasto público siguieron siendo relevantes. Los partidos progresistas hicieron mayores esfuerzos en inversión de capital fijo y humano que los Gobiernos conservadores. Es decir, las políticas de ajuste son bastante distintas si las lleva a cabo la izquierda que si las implanta la derecha.

Entonces, ¿qué le está pasando a la izquierda? La realidad ha cambiado y eso le va a exigir enfrentarse al futuro con un nuevo relato. Muchos de estos cambios no son propios de un solo país, sino que son compartidos por las democracias desarrolladas. De hecho, en muchas ocasiones, ha sido la acción de Gobiernos de izquierdas la que ha propiciado estas transformaciones. Tres son los retos que tiene en estos momentos la izquierda, especialmente la europea.

El primero de ellos es político. Una izquierda que aspire a defender a los ciudadanos no puede permitir que las democracias sean cada vez menos democráticas. En las últimas décadas, observamos un "progresivo debilitamiento de las instituciones representativas" (Ignacio Sánchez-Cuenca, Más democracia, menos liberalismo, Katz Editores).

Un ejemplo de este retroceso es la creación de instituciones contramayoritarias. Estas se caracterizan por tener un "dudoso" origen democrático, puesto que sus miembros no son elegidos directamente por los ciudadanos. Además, sus integrantes tienen un mandato temporal superior al de los políticos que les eligieron, con el fin de que no respondan a los ciclos políticos. Estas instituciones son muy influyentes en nuestras vidas y deciden cosas tan importantes como la política monetaria en el caso de los bancos centrales, la legalidad en el del Tribunal Supremo o la constitucionalidad de nuestras leyes en el del tribunal correspondiente. La izquierda debería aspirar a limitar el poder de estas instituciones y, en la medida de que fuese posible, reforzar el poder de los Parlamentos.

Pero las instituciones representativas no solo han cedido poder en beneficio de otras menos democráticas. Además, tal y como viene señalando el Informe sobre la Democracia de la Fundación Alternativas, ciudadanos y expertos coinciden en que uno de los principales problemas de nuestra democracia es la enorme interferencia del poder económico sobre el político. Y esto nos conduce al segundo reto: la gestión de la economía.

En el último año, hemos visto cómo los mercados, en muchas ocasiones, pueden ser más poderosos que los ciudadanos. Pero, ¿quiénes son los mercados? La izquierda debe defender una mayor transparencia: poner rostro, nombre y apellidos a los mercados. ¿Quiénes están condicionando con tal virulencia a Gobiernos democráticos?

El objetivo último debería ser realizar un diseño institucional que saque lo mejor de los agentes económicos. Como muy bien ha señalado Félix Ovejero en estas páginas (EL PAÍS, 4-6-2010), no se trata de cambiar el sistema de valores o las bases del comportamiento humano. Deberíamos caminar hacia un modelo de desarrollo económico que no se reduzca a un juego de suma cero, donde lo que unos ganan, los otros lo pierden -por ejemplo, en eso consisten las operaciones financieras en corto y a la baja-. La izquierda debería aspirar a un modelo de desarrollo económico en el que la competición haga más fuerte a todas las partes y, en la medida de lo posible, todos ganen.

Para ello debería diseñarse un sistema de incentivos que penalice los malos comportamientos, por ejemplo con una tasa impositiva sobre movimientos especulativos, y premie los buenos. Además, es necesario controlar a los controladores. ¿Por qué no otorgar calificaciones a las agencias de calificación?

El tercer y último reto se enmarca en la sociedad. Los parámetros sobre los que se construyó el Estado de bienestar han cambiado. Por ejemplo, en España, en 1982, la esperanza de vida era de 73 años. En la actualidad es de 81. Es decir, el sistema de pensiones de principios de los ochenta estaba diseñado para unos jubilados que vivirían de media ocho años más. En cambio, en la actualidad, esta cifra se ha doblado.

Además, el gasto público tiene sus restricciones. Los ingresos no son infinitos y, como se ha señalado, entre los rasgos definitorios de la izquierda está su mayor preocupación por el gasto productivo -capital físico y humano-. Por lo tanto, no puede destinar todo el gasto público a política social.

Por estas dos razones, es necesario redefinir el Estado de bienestar. Se trataría de alcanzar dos objetivos. En primer lugar, primar los componentes redistributivos de la política social frente aquellos que son regresivos. Es decir, no todo gasto social transfiere renta hacia las clases bajas y, en algunas políticas, las clases altas son mucho más beneficiadas -el gasto en educación superior, por ejemplo-.

Un ejemplo de este tipo de medidas lo acabamos de ver en las últimas semanas. Los ajustes anunciados por el Gobierno de Rodríguez Zapatero preservan la parte del gasto más redistributivo. Las pensiones mínimas y no contributivas, que tienen un alto componente igualitario, van a seguir revalorizándose. Es decir, se trataría de hacer un mayor esfuerzo en aquellas partes del gasto que más ayudan a la igualdad social frente a otras que no necesariamente lo logran.

En segundo lugar, es un cambio de filosofía. El futuro Estado de bienestar debería tratar de adelantarse a los problemas sociales y preparar más que reparar. Hasta ahora, el Estado de bienestar trataba de dar solución a problemas ya existentes. El Estado de bienestar del futuro debería anticiparse a estos problemas. Para ello, debería concentrar sus esfuerzos en los tres grupos sociales que están en la base de muchas de las desigualdades existentes: niños, mujeres y ancianos (Gosta Esping-Andersen y Bruno Palier, Los tres grandes resto del Estado del bienestar).

En definitiva, toda la "crisis" de la izquierda se reduce a la necesidad de lograr un nuevo relato que le ayude a enfrentarse a los problemas del siglo XXI. Sin renunciar a sus valores y principios, debe seguir persiguiendo la causa que le mueve. Como ha hecho siempre, cuando la realidad cambia, la izquierda también cambia.


Ignacio Urquizu es profesor de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. Intervención en el seminario What's left? Next left, organizado por la Fundación Rafael Campalans y la Fundación Europea de Estudios Progresistas.

EL AHORRO ENERGÉTICO, humor de J.Mota

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LA CRISIS DE LA SOCIALDEMOCRACIA EN EUROPA

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Vicenç Navarro

La socialdemocracia en Europa está inmersa en una profunda crisis. Pasó de gobernar en la mayoría de países en la Unión Europea a estar en una minoría muy pequeña. Su crisis se refleja, no sólo en derrotas electorales, sino también en descensos muy marcados de sus afiliados: todos los mayores partidos socialdemócratas europeos han experimentado un enorme descenso de los miembros en tales partidos. Una de las explicaciones que han dado los dirigentes de tales partidos de este descenso (además de la supuesta falta de comunicación –argumento siempre utilizado por tales dirigentes-) es el éxito de sus políticas. Se asume que el gran bienestar que la socialdemocracia ha traído a Europa ha transformado sus bases electorales -la clase trabajadora- en clases medias, que se han ido haciendo más conservadoras. Algunos de estos dirigentes llegan incluso a postular que las clases trabajadoras están desapareciendo, sustituidas por las clases medias, que se han convertido en los sectores sociales a los cuales tales partidos orientan sus ofertas electorales. En realidad, muchos de estos partidos han abandonado una narrativa que incluya el concepto de clase social en su discurso, excepto en su referencia a las siempre presentes clases medias, y dentro de una estructura social que se redefine, limitándose a hablar de ricos, clase media y pobres, o clase alta, media y baja.

Este argumento ignora, sin embargo, varios hechos. Uno de ellos es que en la mayoría de países de la UE hay más personas que se definen como pertenecientes a la clase trabajadora que a la clase media, siendo en los países nórdicos escandinavos (que tienen el mayor nivel de riqueza de Europa) donde tales porcentajes son mayores. A mayor cultura socialdemócrata en un país (tal como ocurre en la mayoría de los países escandinavos), mayor es la propensión de la población a definirse como miembro de la clase trabajadora. Y, por el contrario, a mayor cultura conservadora y/o liberal en un país, mayor es la percepción de que las clases han perdido su valor definitorio, considerándose a la clase media como la clase mayoritaria por antonomasia en aquel país. El caso de EEUU y del Sur de Europa son ejemplos de ello. Las causas del declive de la socialdemocracia no pueden atribuirse, pues, a su éxito, o a cambios de la estructura social de sus países. Hay que buscar las causas en otras áreas y territorios de análisis, incluyendo los cambios muy sustanciales que han seguido en su cultura política y en el desarrollo de sus políticas públicas.

LA NECESIDAD DE UNA INEXISTENTE AUTOCRÍTICA POR PARTE DE MUCHOS PARTIDOS SOCIALDEMÓCRATAS EUROPEOS

El éxito de la socialdemocracia en Europa fue su identificación con el establecimiento del estado del bienestar (basado en la universalización de los derechos sociales y laborales, financiado con unas políticas fiscales progresistas), y un aumento de la capacidad adquisitiva de la población, mediante un incremento de las rentas del trabajo como motor de políticas expansivas de carácter keynesiano, que exigían un intervencionismo público no sólo en gasto, sino también en la regulación (y/o la nacionalización) de actividades claves para el quehacer económico, a fin de garantizar la existencia y accesibilidad de recursos básicos (tales como el crédito). La época dorada del capitalismo (1900-1980) se basó en estas políticas, que fueron y continúan siendo enormemente populares, no sólo entre las bases tradicionales de tales partidos –la clase trabajadora-, sino en otros sectores de las clases populares (incluyendo la clase media). Esta alianza de clases –clase trabajadora con clase media- fue central en el desarrollo del estado del bienestar. Éste tenía que ser de elevada calidad para responder a las expectativas de la clase media, lo que requería una carga fiscal elevada mediante una fiscalidad progresiva, cuyo objetivo era (además de conseguir fondos para el estado) la corrección de las desigualdades sociales. El declive de la socialdemocracia se ha basado primordialmente en el distanciamiento y/o renuncia de muchos partidos socialdemócratas de estas políticas. Es a partir de los años setenta y ochenta, que gran número de tales partidos fueron apartándose de tales políticas, adaptándose a los principios del neoliberalismo, que se convirtió en la ideología dominante en la construcción de la Unión Europea.

El argumento más utilizado por aquellos partidos políticos, en justificación de su abandono de las políticas socialdemócratas, fue que la globalización imposibilitaba el desarrollo de tales políticas. Anthony Giddens, entre otros, repitió esta argumentación en todos sus trabajos. Tal globalización –se nos decía- hacía imposible la continuación de aquellas políticas socialdemócratas. El keynesianismo, por ejemplo, era ya imposible. Los estados perdían poder frente a la globalización y no podían seguirse políticas expansivas. Este argumento, que encontró grandes cajas de resonancia en los medios próximos al capital financiero y al mundo empresarial, ignoraba que los países donde la tradición socialdemócrata estaba más desarrollada eran los países escandinavos, países profundamente globalizados, pues al ser pequeños, la suma de sus importaciones y exportaciones representaba el porcentaje del PIB más alto de la UE. Los datos mostraban que un país podía estar muy globalizado y, a la vez, continuar desarrollando políticas socialdemócratas.

EL ORIGEN DEL SOCIOLIBERALISMO: LA ADMINISTRACIÓN CLINTON

El socioliberalismo (la incorporación del neoliberalismo en los partidos progresistas y socialdemócratas) se inició en EEUU. La derrota del Presidente Carter, consecuencia de su conservadurismo y neoliberalismo, creó una rebelión en las bases del Partido Demócrata, que lideró Jesse Jackson, cuya candidatura consiguió el 40% de todos los delegados del Congreso del Partido Demócrata en el Congreso de tal Partido en Atlanta en 1988 (al final del proceso de las primarias en aquel partido). El programa de Jesse Jackson era el más progresista que el Partido Demócrata había propuesto desde el New Deal. Alarmó al aparato de tal Partido, que no hizo suyo tal programa. Pero en 1992, el candidato Clinton –que se había opuesto a Jesse Jackson- adoptó parte de aquellas propuestas, presentándose con un programa que el Financial Times (un tanto preocupado) definió como inspirado en la socialdemocracia sueca. Su programa incluía las promesas de universalizar el acceso a la sanidad en aquel país y desarrollar políticas expansivas de gasto público, añadiendo medidas proteccionistas al tratado de libre comercio, NAFTA (inicialmente propuesto por la Administración Bush padre) tales como exigir el establecimiento de normas laborales y ambientales en los países participantes en tal tratado: EEUU, Canadá y México.

Una vez ganadas las elecciones, el Presidente Clinton no cumplió ninguna de estas promesas. Convirtiéndose en el Presidente del Partido Demócrata más próximo al capital financiero que haya existido en EEUU (tal como ha indicado su Ministro de Trabajo Robert Reich), puso los intereses del capital financiero en el centro de sus políticas públicas, reduciendo el gasto público y favoreciendo al capital financiero, llegando a eliminar la Ley Glass Steagall (que, aprobada por el Presidente Roosevelt en 1933, había prohibido que los bancos comerciales pudieran también ser de inversión), abriendo así la puerta a la especulación y a la crisis financiera actual. La derrota del Partido Demócrata en las elecciones al Senado y al Congreso en 1994, resultado del enfado y de la abstención de la clase trabajadora, dio el control del Congreso al Partido Republicano, victoria que imposibilitó llevar a cabo el programa expansionista de Clinton. De ahí que, a partir de entonces, Clinton hablara de la Tercera Vía, la vía entre el New Deal del Partido Demócrata y el neoliberalismo salvaje del Partido Republicano, liderado por el ultraderechista Gingrich. La victoria de Clinton en 1996 fue resultado del temor del electorado demócrata (que se había abstenido en las elecciones al Congreso de 1994) a la victoria de la ultraderecha y se movilizó para frenar al Partido Republicano.

EL SOCIOLIBERALISMO EN EUROPA: LA TERCERA VÍA

El partido Laborista británico adoptó esta terminología y la Tercera Vía pasó a ser la vía entre el Laborismo expansionista, basado en el incremento de la demanda doméstica como estímulo económico (representada por la izquierda del Partido Laborista) y la vía neoliberal de austeridad social del gobierno Thatcher. Pero una vez en el gobierno, Blair fue, incluso más allá que Thatcher en algunos temas, como la desregulación de la banca. Fue Harold Brown, Ministro de Finanzas del gobierno Blair, el que dio plena independencia al Banco de Inglaterra, desregulando además el mercado financiero, convirtiéndose la City (el centro financiero de Gran Bretaña) en el mayor centro de los hedge funds en el mundo. En realidad, su escasísima regulación mereció el título de “Wall Street Guantánamo” a la City, indicando con ello que se permitían en la City prácticas irregulares no permitidas en Wall Street. Estas políticas favorecieron al capital financiero, que pasó a representar el 32% del PIB, crecimiento que tomó lugar a costa del sector industrial, que pasó de representar el 20% del PIB al principio del New Labour (1978), al 12% (2010) (ver mi artículo “El fracaso del nuevo laborismo y del socioliberalismo” Sistema digital 21.05.10). Esta reducción del sector industrial causó una disminución del salario promedio, disminución a la cual contribuyó la gran desregulación de los mercados laborales, “uno de los mercados más desregulados existentes en el mundo desarrollado”, tal como anunciaba el gobierno del Sr. Blair en su promoción exterior. Disminuyó también el intervencionismo del estado bajo el argumento de que el estímulo keynesiano a base de estimular la demanda doméstica era imposible de realizar, además de ser innecesario (tal como afirmaba Anthony Giddens).

Estas políticas fueron muy impopulares entre sus bases electorales, lo que explica el gran descenso de su apoyo electoral. Pasó de obtener el 33% del total del electorado en 1997 a un 25% en 2001 y un 22% en 2005. Si Gran Bretaña hubiera tenido un sistema electoral proporcional, habría perdido la mayoría ya en la segunda convocatoria electoral desde que ganó la primera vez en 1997. El sesgo electoral británico, que favorece el bipartidismo, ocultó este descalabro de manera que, a pesar de este declive tan marcado, el New Labour mantuvo la mayoría en el Parlamento hasta la última elección, la de 2010. Ello explica su largo mandato, que no se debe a su popularidad –como erróneamente lo presenta Giddens-, sino al sesgo del sistema electoral y a la crisis tan profunda del Partido Conservador. Las políticas neoliberales del New Labour desalentaron a las bases del partido, que perdió más de la mitad de sus afiliados durante el gobierno Blair.

EL PARTIDO SOCIALDEMÓCRATA ALEMÁN

El otro partido socialdemócrata que viró hacia el neoliberalismo fue el Partido socialdemócrata alemán, el cual, con su llamado programa 2010 antagonizó a su militancia y a sus bases electorales. El programa 2010, liderado por el canciller Schroeder, inició las políticas neoliberales en Alemania (incluyendo las políticas de austeridad pública más acentuadas hasta entonces), apoyando al capital financiero y al mundo empresarial exportador, a costa del nivel de vida de la clase trabajadora alemana. Sus políticas, continuadas por el gobierno Merkel, significaron una reducción de las rentas del trabajo, contribuyendo al estancamiento de la economía alemana como consecuencia de la disminución de la demanda doméstica, que tal reducción determinó (ver mi artículo “El problema de la eurozona no está en la periferia, sino en el centro” Sistema digital. 28.05.10). Fue Oskar Lafontaine, entonces Ministro de Economía del Gobierno Schroeder, y los sindicatos, los que propusieron un aumento de la demanda interna, que hubiera estimulado la economía alemana y, por lo tanto, la economía europea. Perdieron aquella batalla y Oskar Lafontaine dimitió (y abandonó el Partido Socialdemócrata alemán, acusando a la dirección de tal Partido de estar excesivamente próxima a la banca y al mundo empresarial exportador), ayudando a establecer un partido –la izquierda, Die Linke- que denunció tal socioliberalismo. Es el partido que está creciendo más en aquel país.

EL SOCIOLIBERALISMO EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA UNIÓN EUROPEA

La influencia de la banca alemana configuró, en gran manera, la arquitectura institucional europea, basada en un Pacto de Estabilidad, que frenó el crecimiento del gasto público, y en un Banco Central Europeo, que más que banco central era un lobby de la banca, que impuso intereses elevados (ver el citado artículo “El problema de la eurozona no está en la periferia, sino en el centro”). La mayoría de partidos socialdemócratas en la UE contribuyeron a la construcción de este marco neoliberal, que resultó en un gran descenso de las rentas del trabajo en la mayoría de países de la UE, causa del enorme problema de demanda existente en la UE. Las personas nombradas a propuesta de los partidos socialdemócratas (y ellos mismos simpatizantes y/o miembros del Partido Socialista Español) en la Comisión Europea, fueron el Sr. Pedro Solbes y el Sr. Joaquín Almunia, que se convirtieron en los guardianes de la ortodoxia neoliberal a través de la Comisión Económica y de Asuntos Monetarios. El propio Sr. Claude Trichet, Gobernador del Banco Central Europeo, había sido miembro del Partido Socialista francés (próximo a Pièrre Mendès-France), del cual continúa siendo miembro el Presidente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, responsable de la aplicación de políticas neoliberales de austeridad que están causando un enorme daño a las clases populares en los países donde el FMI las impone. Paradójicamente, Strauss-Kahn aparece como el mejor candidato dentro del Partido Socialista francés para competir con Sarkozy. El hecho de que tal profesional sea el candidato preferido por el Partido Socialista francés es un indicador del grado de confusión existente entre amplios sectores de la socialdemocracia francesa.

EL CASO DE LA SOCIALDEMOCRACIA ESPAÑOLA

La socialdemocracia española siguió políticas de clara tradición socialdemócrata en el periodo 1982-1993, facilitadas por la presión popular y por los partidos a su izquierda. La agitación social a finales de la década de los años ochenta jugó también un papel clave en la expansión del gasto público social por habitante, corrigiendo, en parte, el enorme déficit de gasto público social entre España y el promedio de la UE-15. España había sido, en 1982, cuando comenzó el periodo socialdemócrata, el país con un estado del bienestar menos desarrollado de la UE.

Ahora bien, en 1993 (cuando el déficit de gasto público social había ya sido reducido a la mitad) hubo un cambio político muy importante, con consecuencias en las políticas públicas, tanto económicas como sociales. El PSOE perdió la mayoría en Las Cortes y se alió con la derecha catalana, CIU, desarrollando políticas neoliberales (que supuso un espectacular descenso del gasto público social por habitante), políticas que fueron continuadas por el gobierno Aznar hasta 2004. La alianza del PSOE con CIU inauguró una estrategia que incluía la marginación de las izquierdas, tanto dentro del PSOE como fuera, lo cual creó una reacción entre sus bases, de protesta en contra de la dirección, que llevó a la elección del candidato a la Presidencia por parte del PSOE, de Josep Borrell, que era de clara orientación keynesiana y que creó enormes resistencias tanto dentro como fuera del aparato del partido. Tal resistencia llevó a su dimisión y sustitución y más tarde a la derrota del PSOE, configurándose posteriormente tres sensibilidades distintas dentro del PSOE. Una, la del aparato de partido, que apoyó al candidato conservador, José Bono; otra de sensibilidad keynesiana liderada por Matilde Fernández; y otra que en teoría era la de compromiso por José Luis Rodríguez Zapatero, y que ganó debido al apoyo de la izquierda. José Luis Rodríguez Zapatero ganó y, con la excepción de Cristina Narbona, excluyó completamente a la izquierda de su gobierno, nombrando a Solbes (que había iniciado las políticas neoliberales en 1993 y había sido el guardián de la ortodoxia liberal en la Comisión Europea) y a un equipo ultraliberal dirigido por David Taguas (procedente de la Banca y que había propuesto, antes de integrarse en La Moncloa, la total privatización de la Seguridad Social, tal como había hecho el General Pinochet en Chile) (ver “La Seguridad Social es viable. Réplica a David Taguas” en mi blog www.vnavarro.org 24.02.10), como director de su equipo económico. Estos nombramientos tenían como objetivo tranquilizar a la Banca (que es el poder fáctico más importante en España), nombrando como gobernador del Banco de España a otro ultraliberal, Miguel Fernández Ordóñez. La dimensión socialdemócrata del PSOE apareció claramente en las áreas sociales, que estuvieron limitadas, sin embargo, en sus iniciativas (algunas de claro corte socialdemócrata, como la Ley de Dependencia) por una austeridad de gasto público. El Sr. Solbes había manifestado que la política durante el periodo 2004-2008 de la cual él estaba más orgulloso fue la de no haber aumentado el gasto público, dicho y hecho en el país de la UE que tiene un gasto público (incluyendo el social) más bajo de la UE-15. Su alianza en 2004 con partidos a su izquierda, IU-ICV-EA, ERC y BNG, forzó, sin embargo, una mayor sensibilidad social, que se tradujo en una reducción del enorme déficit de gasto público social que España tiene con la UE-15.

En su segundo mandato, iniciado en 2008, el gobierno Zapatero viró a la derecha, buscando el apoyo de la derecha nacionalista catalana, siempre afín al equipo económico del gobierno, que continuó siendo neoliberal. Tal equipo ha desarrollado una respuesta a la crisis actual que reduce sustancialmente los derechos laborales y sociales en el país, causa de una protesta que ha llevado a la convocatoria de una huelga general. De continuar estas políticas, la socialdemocracia española sufrirá un declive electoral profundo, tal como ha ocurrido a la mayoría de partidos socioliberales en la UE.

 

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