FORO SOCIAL MUNDIAL EN MADRID 2010

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Amigas y amigos
que no habéis perdido la esperanza
en que otro mundo es posible:

Llegamos al décimo aniversario del Foro Social Mundial que, como sabéis, es un “espacio de encuentro de quienes se oponen al neoliberalismo  y al dominio del mundo por el capital o por cualquier forma de imperialismo y que están empeñados en la construcción de una sociedad planetaria orientada hacia una relación fecunda entre los seres humanos y de estos con la tierra” (Carta de principios del FSM).

En Madrid hemos organizado un FSM en 2008 y 2009 y ahora se pone en marcha un tercer encuentro que tendrá lugar de aquí a cuatro meses, entre el 27 y 30 de enero de 2010 en el centro social ocupado y autogestionado Patio Maravillas.

En esta ocasión el Consejo Internacional del FSM, reunido en Rabat (Marruecos), ha tomado dos acuerdos: que los foros se desarrollen a lo largo de 2010 de manera descentralizada en todo el mundo; y que tengan como estrategia común “enlazar las respuestas y alternativas de los movimientos sociales y la sociedad civil a las crisis, porque no sólo enfrentamos una crisis global financiera o económica, sino también ambiental, alimentaria, energética, de civilizaciones, en fin, humanitaria”.

La asamblea de movimientos surgida en Madrid al calor de los Foros Sociales, en la que estamos inscritos 38 movimientos además de personas particulares, convoca a todos los grupos y personas de Madrid con orientación crítica a participar activamente en el proceso del FSM de 2010 que se llevará a cabo en las siguientes etapas:
1 al 30 de octubre de 2009: inscripción de talleres y actividades para confeccionar el programa (ver ficha adjunta). Esta invitación está abierta a todos los grupos críticos de Madrid por lo que rogamos a todos extender a los cuatro vientos esta convocatoria.
30 de octubre: reunión para presentar las propuestas de talleres y actividades, y establecer los criterios para elaborar el programa.
Noviembre: etapa de compactación de talleres y actividades, y de diseño del programa del FSM en Madrid.
28 de noviembre: asamblea general para presentar y ratificar el programa del FSM en Madrid.
Diciembre y enero: difusión masiva del programa y de un cartel anunciador del FSM’10.
28-31 de enero de 2010: celebración del FSM en Madrid (acto inaugural, talleres y actividades, espacios de encuentro, manifestación y asamblea de movimientos sociales).

Os esperamos.

LOS RICOS GANAN UN 27% MAS, EN AÑO DE RECESIÓN

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Las principales fortunas españolas se olvidan de la crisis y atesoran 6.800 millones más que en 2008. La subida de la bolsa desde marzo provoca un aumento en el valor de sus patrimonios. 

Los ricos no pasan penurias ni en crisis. En un año de recesión, como el que ahora se cierra, las diez principales fortunas del país han elevado ya su patrimonio un 27%. Dueños de grandes compañías, que en su mayoría cotizan en el Ibex 35, tienen 6.803 millones más en sus participaciones empresariales más de lo que costó la T4 de Barajas por la subida de la bolsa.

Tras un final de 2007 en el que los ricos lloraron, pero poco, tras perder en los parqués en torno a un 30% de su patrimonio, llegó 2008. Fue peor, con la quiebra de Lehman Brothers y el escándalo de Madoff(que salpicó a Banco Santander y a los millonarios Alicia Koplowitz y el indio Ram Bhavnani) y se llevó por delante más de 26.000 millones de euros, en torno a la mitad de lo acumulado en sus participaciones en cotizadas.

Ortega ha retirado 700 millones de sus sicav sin tener que pagar al Fisco

Pero, en marzo pasado, los mercados internacionales comenzaron a repuntar. El Ibex español se ha revalorizado un 30% desde enero. De eso se han beneficiado los millonarios españoles.
El que más ha engrosado su patrimonio es, de lejos, el fundador del imperio Inditex, con la marca Zara a la cabeza, Amancio Ortega. El rico español número uno, según la lista de la revista Forbes, ha logrado aumentar su participación en Inditex en 4.313 millones, un 37% , hasta 15.893 millones.

El imperio Zara le sirve para quitarse el mal sabor de boca que le han dejado algunas inversiones inmobiliarias, que rondan los 3.000 millones de euros. Y también el golpe que vienen sufriendo desde el último trimestre de 2007, cuando empezaron a ir mal las bolsas, sus sicav (sociedades de inversión de capital variable, el instrumento donde las grandes fortunas colocan sus ahorros).

Como otros ricos, que también usan estos vehículos para tributar sólo al 1% en el Impuesto de Sociedades, Ortega ha visto evaporarse una parte significativa de su dinero. Para evitar una sangría mayor, ha retirado en torno a 700 millones de estas sociedades desde que comenzó el mal escenario bursátil en 2007. Sólo el mes pasado reembolsó unos 200 millones con estas operaciones, por las que no tiene que pagar impuestos.

Y lo mismo han hecho otras grandes fortunas, que han optado por reducir drásticamente su inversión en bolsa para optar por la deuda de países y empresas (renta fija), como ha hecho Alicia Koplowitz. Sólo en Morinvest acumula 428 millones, un 11% más. Su hermana, Esther Koplowitz, dueña del 45% de FCC, es un 24% más rica que en 2008. Aunque la mujer más rica de España es la ex esposa de Amancio Ortega, Rosalía de Mera. Atesora 1.874 millones gracias a su 7% en Inditex.

Emilio Botín, presidente del Santander, es el que más ha revalorizado su patrimonio empresarial, un 71% este año, hasta 885 millones. Le sigue la familia Del Pino, dueña del 44,6% del grupo de construcción y servicios Ferrovial que, tras fusionarlo con su filial de autopistas Cintra, ha incrementado el valor de su participación un 48% (2.568 millones).

Los Entrecanales, propietarios de Acciona, logran revalorizar su patrimonio un 3,4% más y los dueños de ACS, los banqueros March, los Albertos y Florentino Pérez, han visto cómo el valor de su empresa gana un 6%, sobre todo en los últimos días gracias a la noticia de la compra de una constructora en EEUU.
(Kaosenlared)

LA NAVIDAD DE LOS QUE TIENEN FRÍO

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La llegada de las fiestas de la cristiandad no sólo trae consigo el característico espíritu de paz y reconciliación.

Este 2009 la Navidad volvió a traer, para el invierno boreal, las noticias de muertes por congelamiento, particularmente entre mendigos y homeless.

La exposición a temperaturas extremas, que en algunos casos bajaron de los 30 grados bajo cero, azotó sobre todo a Europa central, donde se produjo más de un centenar de muertes.

Sólo en Polonia, con temperaturas inferiores a los 20 grados bajo cero, murieron de frío cuarenta y dos personas el último fin de semana, con lo que la cantidad de muertes desde comienzos de diciembre se elevó a 69.

Ucrania también sufrió la dureza de este invierno, con temperaturas por debajo de los 15 grados bajo cero y 27 personas muertas.

En Rumania, el ministerio de Salud anunció la muerte por congelación de al menos once personas, producto de temperaturas que llegaron a -20 grados. Otro saldo similar ocurrió en República Checa, con doce muertos por congelación. La mayor parte de los muertos eran indigentes.

Hungría también registró la muerte de al menos tres personas durante la madrugada del lunes, víctimas de la inclemencia del frío y la nieve.

En Polonia, donde se vivieron los episodios más dramáticos, la policía debió apelar a la sensibilidad y socorro de los habitantes, instando a dar alojamiento, o al menos ofrecer techos precarios, abrigos y frazadas, a mendigos guarecidos en portales o plazas.

El flagelo no conoce de geopolíticas y castiga también a países más desarrollados, supuestamente con otra infraestructura de auxilio: Francia, Inglaterra y Estados Unidos tuvieron sus muertos en las calles este invierno.

Con mayor o menor crudeza, estas noticias se repiten cada fin de año en Europa y ponen al desnudo una realidad que en los países pobres del hemisferio sur no conoce de “temporadas”: aquí el factor climático sólo es un agravante en medio de un clima social en estado de permanente zozobra 

(Mundo Microfinanzas).

LA MAYOR MOVILIZACIÓN DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD ACABA CON TODAS LAS FORMAS DE EXPLOTACIÓN

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Daniel Jimenez

Lo que parecía que nunca iba a suceder, se hizo posible en apenas una semana. Tiempo en el que se extendió como la pólvora, gracias a Internet, la iniciativa de un grupo de personas que con un simple gesto, como es retirar su dinero de los grandes bancos, han provocado que se derrumbe un sistema basado en la explotación del hombre y de la naturaleza.


No ha sido Obama, ni Lula, ni por supuesto ninguno de los mandatarios europeos los que han posibilitado este movimiento ciudadano sin precedentes, que se ha producido gracias al despertar de la conciencia colectiva de personas que no quieren dirigir naciones, que simplemente desean poder vivir en paz y armonía. Como rezaba una de las pancartas que se pudieron ver en la gran manifestación de Washington: “Obama, tú no eres el cambio, nosotros somos el cambio”.

Todo comenzó a gestarse en Promise, modesto barrio de la ciudad estadounidense de Detroit, conocida por ser el corazón de la industria del automóvil norteamericano. La crisis que vive el sector había llevado a la ruina a la inmensa mayoría de las familias de la zona. De pronto, muchas factorías cerraron y miles de humildes trabajadores de clase media baja se vieron sin empleo, sin ahorros y sin un sistema de protección social que les garantizara su manutención. Esta situación contrastaba con la de las propias empresas, que a pesar de despedir a plantillas enteras, seguían subsistiendo gracias a las ayudas del Gobierno Federal.

Al mismo tiempo, muchos de los parados tenían que hacer frente a hipotecas que no podían pagar, y que habían sido suscritas con algunas de las entidades financieras involucradas en escándalos como los de las subprime o el caso Madoff. Estas entidades financieras ejecutaban a menudo los embargos y se quedaban con las casas de aquellos clientes que no podían pagar. Poco importaba que también en este caso se tratara de bancos que no hubieran podido sobrevivir sin los fondos públicos, sin esos fondos que, paradójicamente, procedían en parte de los propios embargados.

Muchos de los habitantes de Promise sentían que esta situación era insostenible y abusiva. Uno de ellos no sólo lo sintió, sino que además quiso dejar constancia de ello por escrito. Fue el autor de ese anónimo correo electrónico que a partir de ese día comenzó a extenderse como una gigantesca ola que acabó por llevarse a todo el sistema económico anterior por delante. Nadie sabe quién fue a ciencia cierta, y el propio responsable no parece interesado en desvelarlo. Lo único que parece más o menos claro es que se trataba de alguien de Promise, único dato sobre su propia persona desvelado por el autor en el texto, en el que además realizó una descripción bastante exacta de la realidad de dicho barrio.

El texto de este correo no era un sesudo análisis realizado por ningún economista, ni tampoco un excelente ejercicio literario cargado de razones y simbolismos. Simplemente expresaba la visión de lo que estaba sucediendo de este ciudadano que Detroit, que afirmaba que “no podemos seguir depositando nuestro dinero en bancos que usan el fruto de nuestro trabajo contra nosotros mismos. No podemos comprar coches ni ninguna otra cosa a empresas que nos han utilizado como si fuéramos cosas, y que ahora nos dejan abandonados. Tenemos que unirnos y buscar alternativas para poder vivir como hombres libres y no como cosas que se pueden usar y tirar. PÁSALO”.

En efecto, el correo empezó a ser reenviado de forma masiva, y en cuestión de pocas horas se había extendido por todo EE. UU. Al segundo día, se descubrió que el texto original empezaba a incorporar nuevos añadidos, ya que miles de remitentes decidieron incluir información útil sobre algunas de estas alternativas que tenían que poder existir, según pedía el ciudadano de Promise. Alternativas como la banca ética o las cooperativas de crédito para depositar el dinero fuera de la gran banca. O como el trueque, los bancos del tiempo o las monedas sociales para poder intercambiar bienes sin necesidad de emplear dinero.

En tan sólo una semana, se retiraron alrededor de 50.000 millones de dólares del sistema financiero norteamericano. Debido al riesgo de que se produjera un nuevo hundimiento de los bancos, el presidente Obama decidió salir al rescate anunciando un nuevo plan de ayudas federales. La respuesta fue otro mail masivo, cuyo autor pudiera ser el mismo ciudadano de Promise, llamando a abandonar todo trabajo u ocupación para manifestarse en las calles de forma persistente hasta que la administración Obama decidiera actuar de acuerdo con los deseos del pueblo. Ese mismo día, unos 200 millones de norteamericanos decidieron secundar este llamamiento en las principales ciudades norteamericanas, incluyendo Nueva York, Boston, Chicago, Filadelfia, y Los Ángeles. Otro efecto inmediato fue la desaparición de 50.000 millones de dólares más del sistema financiero en pocas horas.

“Le estamos haciendo al sistema lo mismo que el sistema le hace a las personas. Cuando el FMI o el Banco Mundial le dicen a un país pobre, ey, si quieres créditos para tu gente, tienes que privatizar la sanidad y bajar los salarios a los trabajadores, nadie parece escandalizarse. No entiendo ahora cuál es el problema” decía irónicamente un manifestante neoyorkino. “Wall Street se ha acostumbrado a que las personas sean algo que se compra y se vende, como las acciones. Para ellos somos cosas. Pues que se las arreglen sin nosotros”, retaba un ciudadano en la protesta de Texas, mientras comía chicle y lucía una típica vestimenta de cowboy.

Obama no pudo luchar contra el clamor popular, y tuvo que retirar su nuevo plan de rescate al día siguiente de anunciarlo. Todos los grandes bancos cayeron y tomaron el control los bancos éticos y las cooperativas ciudadanas, entidades a las que acabaron siendo destinados los fondos federales. Con ellos se pusieron en marcha proyectos de desarrollo local que apostaban por crear empleo y por promover actividades ecológicas y respetuosas con el medio ambiente. Por otro lado, fueron eliminadas de raíz todas las ayudas y subvenciones prestadas por los antiguos bancos para los proyectos de explotación de los recursos naturales y de la mano de obra de los países pobres que promueven las grandes multinacionales, que de este modo se vieron obligadas a cerrar o a emprender un proceso de reforma de su modelo de negocio que lo hiciera compatible con los derechos humanos.

Todo esto sucedió en cuestión de 72 horas, tiempo en el que este movimiento ciudadano se contagió a velocidad de vértigo por el resto de los países del mundo gracias a internet. Desde Nueva Zelanda hasta Helsinki, pasando por El Cairo, Buenos Aires o Pekín, el mundo fue un clamor contra todas las formas de explotación. Aquí en España, la campaña “Podemos vivir sin capitalismo”, iniciada por el activista Enric Durán, consiguió convocar a más de tres millones de personas en las calles de Barcelona, y una cifra similar se estima que se manifestó en Madrid. El resto de las grandes ciudades y pueblos españoles también vivieron manifestaciones multitudinarias en las que participó un 95% de la población.

Hoy, apenas una semana después de esta primera movilización que tuvo lugar en todo EE. UU. gracias a un ciudadano anónimo, al que tal vez nunca conozcamos, podemos decir que OTRO MUNDO ES POSIBLE.

Hoy es el Día de los Santos Inocentes y sabemos que esto no ha sucedido. ¿Pero podría suceder? Eso depende de nosotros. Sólo necesitamos voluntad y buenas herramientas para la acción. La primera de ellas es el conocimiento. La información es poder. Hagamos un mundo positivo. PÁSALO SI PIENSAS LO MISMO.

PERSPECTIVA DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA PARA 2010

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Mill, en Desde el exilio

No es posible hacer predicciones concretas en asuntos económicos. Pero sí podemos analizar tendencias y examinar los problemas de la economía española.

Si retrocedemos en el tiempo 15 años (1994) nos encontramos ante otra crisis en parte inmobiliaria en parte de deuda pública. El precio de la vivienda bajó entonces apenas un 10% en términos reales. La relación deuda pública/PIB era del 65% y el déficit publico del 6%. No cumplíamos ninguno de los requisitos para entrar en el euro. El déficit público asfixiaba la inversión privada. El paro estaba en el 20%. En fin una situación insostenible. A principios del año siguiente el diferencial de interes con el marco era de 4 puntos (400 puntos básicos) y fue necesaria una devaluación del 8%. Cuando finalmente el PP llegó al poder, después de ganar por los pelos las elecciones del 96, el panorama era estremecedor. Tiraron de manual para salvar la situación sin cambiar lo fundamental de la economía española. Privatizaron (los socialista ya lo habían empezado a hacer) Telefonica, Endesa, Repsol, Aceralia.. con eso, con la congelación del sueldo de los funcionarios y con un estricto control de gastos lograron una importante reducción del déficit. La reducción del déficit disminuyó la necesidad de financiación del Estado y los tipos de interés bajaron. Al final se entró en el euro y España se convirtió en un buen país para invertir. Pero nada se hizo para cambiar la estructura económica de España. En el año 2000 los síntomas de burbuja crediticia ya son evidentes pero el fiasco de las puntocom y los atentados del 11-S provocaron una pequeña recesión. Una pequeña recesión que fue atajada por los Bancos Centrales con unas agresivas bajadas de tipos de interés. Y aquí empieza la gran burbuja. En España una generación de cinco millones de jóvenes que acaban de empezar a trabajar o de casarse busca vivienda. Los inversores particulares pronto se dan cuenta del fabuloso negocio de invertir en un activo que da una rentabilidad de dos dígitos. Los constructores y promotores, los de toda la vida y los advenedizos, compraban los solares con la garantía de vender las viviendas sobre planos.

El 2004 hubiera sido un buen año para empezar una reforma a fondo de la economía, pero llegaron los socialistas al poder (está por ver si los populares hubieran hecho otra cosa) y la mayor panda de descerebrados se hizo cargo de España. Subidos en una orgía de créditos con los que la gente compraba pisos, coches, muebles, viajes… Una orgía que llenaba las arcas del Estado, que permitía toda clase de despilfarros… y además disminuía las cifras de paro. Las cuentas de la Seguridad Social con la afiliación de dos millones de inmigrantes daban superávit. Todo maravilloso, pero cualquiera con unos mínimos conocimientos de economía que viese las cifras macro vería un gigantesco déficit exterior, un aumento de los créditos escandaloso y una subida del precio de los inmuebles insostenible.

Luego el estallido de la burbuja crediticia/inmobiliaria primero en USA y luego en Europa. Finalmente y en extrañas circunstancias la FED deja caer al Lehman Brothers, mientras se buscan cabezas de turco como Madoff y el montaje de la crisis ya está. Y digo montaje porque lo único que se ha hecho hasta ahora es CAMBIAR LA DEUDA DE SITIO.

En España la situación es la siguiente:

-No somos competitivos con el exterior, es decir con los países de la UE. Puede que nuestro saldo exterior mejore pero apenas se va a notar en la economía.

-El endeudamiento de particulares y empresas rebasa el 200% del PIB. Todo el mundo, particulares y empresas que se ha podido endeudar ya lo ha hecho. Todo crédito adicional que concediesen los bancos seria temerario porque simplemente ya han prestado a todo el mundo. Además el Estado ha sustituido a los particulares como gran solicitante de crédito. Ningún banco va a prestar a nadie mientras pueda prestar al Estado con un diferencial de dos puntos respecto al tipo de interés del BCE y con la garantía del Estado. Además el poco crédito restante se lo están llevando las grandes corporaciones (bancos, telecos, eléctricas). El crédito,por mucho que digan los políticos no va a llegar a la gente ni a las PYMES.

-Aunque con la ventaja de partir de un ratio deuda pública/PIB del orden del 40% el brutal déficit público y la contracción del PIB situaran el ratio en torno al 65% a finales del año que viene. Estamos pues a tres / cuatro años de ser una nueva Grecia, un país al borde de la bancarrota.

-El sector de la construcción, contra lo que digan algunos, va a seguir contrayéndose. Este año (2009) se acabaron más de 600.000 viviendas, mientras que el número de visados para nuevas viviendas andará por las 200.000. Eso significa que en el sector de la construcción aumentará el paro por lo menos hasta el 2011 y que los ingresos del Estado continuarán menguando.

-Los 400.000 puestos de trabajo creados por el plan E y similares se acabarán en unos meses ¿Y luego qué? Más planes E, más gasto público.

-Cientos de miles de parados que aun cobran el subsidio de paro lo agotaran en los próximos meses, un gasto menos para el Estado pero también miles de hipotecas que pueden convertirse en impagados. Con 90.000 millones en créditos dudosos, y por mucho que digan, esas hipotecas significarán quiebras bancarias.

-No hay estrategia de salida, ni plan alternativo. Se está manteniendo la economía con respiración asistida a base de gasto público. Pero ese gasto público a su vez genera un déficit que sólo se podrá mantener unos años. Mientras, si se corta el grifo de dinero público, se producirá un ajuste brutal, puede que no digerible por los votantes (igualito que en USA).

-Para colmo de males y dado que todos los países del mundo han recurrido al déficit publico, USA a la cabeza, no va a haber suficiente dinero y los tipos de interés van a subir. Y ya como guinda el precio del petróleo: a mínima que sea la recuperación en USA va a saltar a los $100 otra vez.

-¿La esperanza del gobierno? Una rápida recuperación en USA que tire de las economías europeas, sobre todo la alemana, y que tiren a su vez del sector exportador español, que vuelvan los turistas franceses y alemanes (los ingleses van a tardar más), que la energía eólica impida la subida del petróleo y yo creo que hasta se vuelvan a construir otra vez 600.000 viviendas al año y que el precio de los pisos vuelva a subir. En fin que todo vuelva a estar como a antes de la crisis. Zapatero ni siquiera acepta el mundo post-crisis, él sigue creyendo que la culpa de todo es de unos malvados banqueros y especuladores y que con unos cientos de miles de millones de dinero público la cosa se arreglará por sí sola.

-Resumiendo nos espera otro año perdido. Da igual que salgamos de la recesión y crezcamos unas décimas. Da igual que el déficit sea del 8% o del 10%, da igual que lleguemos a los 5 millones de parados o nos quedemos en los 4,5. Tenemos ya muy poco margen y sólo nos quedan por perder cuatro o cinco años, luego argentinización. Intentarán engañarles (otra vez) pero la realidad es esa.

Pueden pensar que los economistas sólo tenemos malas noticias y nunca soluciones. Pues no, la economía española tiene solución y podría tener un futuro brillante pero eso se lo dejo como regalo de Reyes.

Saludos amigos.

ConSuma Responsabilidad: es Navidad

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noticiaspositivas

Cada español gastará de media unos 728 euros durante estas fiestas, según una encuesta realizada por la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI). Aunque supone menos dinero que el año pasado debido a la crisis económica, se trata de una importante cantidad en muy poco espacio de tiempo. La Navidad se convierte así, paradójicamente, en un período más propicio para el consumismo que para la reflexión.

Pero también es posible consumir de forma responsable durante estas fechas. Desde ConSuma Responsabilidad nos dan algunas herramientas para lograrlo.


Este colectivo asambleario madrileño se conformó a raíz de la unión de un grupo de personas procedentes de diferentes ámbitos, que decidieron trabajar juntas para hacer realidad un proyecto emblemático del movimiento del consumo responsable, como es la “Guía de consumo responsable y solidario de la Comunidad de Madrid”. El libro salió a la luz hace unos tres años, y además se puede descargar de forma completamente libre y gratuita desde la web http://www.consumaresponsabilidad.com

Más de 400 entidades de la economía solidaria y verde están presentes en este trabajo, centrado en la Comunidad de Madrid. Son organizaciones que ofrecen más de 100 productos y servicios de todo tipo. También es posible encontrar desde revistas, emisoras de radio y librerías, hasta bancos del tiempo, tiendas de comercio justo o de productos ecológicos, pasando por empresas de inserción, centros de reciclaje, cooperativas o iniciativas relacionadas con la bioconstrucción y las energías renovables.

La guía nació con una finalidad eminentemente práctica. Así lo explica a Noticias Positivas Amaya de la Riva, miembro de ConSuma Responsabilidad: “veíamos que había bastante trabajo sobre el consumo responsable desde un punto de vista teórico. Pero a nivel práctico, cuando la gente quería consumir según estos criterios, a menudo no sabía cómo hacerlo. Por eso elaboramos esta guía, para que sirviera de mapa a los que quieren ejercer el consumo crítico”.

El libro comienza con una introducción que explica los objetivos del colectivo y las características esenciales del consumo responsable y solidario. A continuación se desarrolla el núcleo de la obra, que tiene cuatro partes bien diferenciadas.

La primera parte está dedicada a la información, y recoge una amplia selección de medios de comunicación interesados en la difusión del consumo responsable. También es posible encontrar librerías, editoriales, bibliotecas, videotecas o iniciativas de contrapublicidad centradas en la misma temática.

“Financiación, inversión e intercambio” es el nombre del segundo apartado. “Se trata de dar a conocer otras formas de adquirir los productos y servicios”, indica de la Riva. Herramientas como la banca ética, el trueque o los bancos del tiempo.

La tercera parte se titula “Empresas que priorizan a las personas” y su objetivo es ilustrar sobre las repercusiones sociales del consumo responsable. Aquí es donde tienen su cabida el comercio justo y las tiendas solidarias, así como las empresas de inserción social, los centros especiales de empleo y las cooperativas.

El último gran bloque está dedicado a la ecología y aborda multitud de temas, como la producción ecológica, los grupos de consumo, el reciclaje, la bioconstrucción, las energías limpias o los restaurantes ecológicos.

A través de la guía también es posible conocer cómo fueron elegidas las entidades presentes en la misma. Todas ellas tenían que cumplir al menos uno de los principios de la Carta Solidaria de la Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS). La información que figura en el libro era remitida por los propios colectivos, a través de las respuestas que dieron a un cuestionario que recoge los seis criterios de la Carta, como son la equidad, el empleo, el medio ambiente, la cooperación, el carácter no lucrativo y el compromiso con el entorno.

De la Riva destaca que ya se está trabajando en una nueva edición actualizada de la guía, labor en la que es posible participar, ya que ConSuma Responsabilidad es un colectivo abierto a nuevas incorporaciones. Al margen de esta obra, el grupo además imparte charlas y talleres en multitud de foros y eventos, como en el pasado Encuentro de Economía Solidaria, que tuvo lugar el último fin de semana de noviembre en el Patio Maravillas.

En la página web de ConSuma Responsabilidad figuran todas las actividades y proyectos del colectivo, así como una completa base de datos sobre el consumo responsable.

Foto: Imagen obtenida de la guía. Cortesía de ConSuma Responsabilidad.

PLANETA TIERRA TENEMOS UN PROBLEMA: SIN RUMBO Y HUNDIÉNDONOS

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Joan Buades

Finalmente la Conferencia de Copenhague se cierra con un “acuerdo”, pero absolutamente insuficiente y lamentable. Incluso se saltan la cita prevista en México para finales de 2010 y la aplazan siete años más, hasta el 2016. Copenhague pasará a la historia como el punto de no retorno de la credibilidad del sistema mundial que hemos conocido tras la Segunda Guerra Mundial y el final de la Guerra Fría. El carácter patriotero e irresponsable que los máximos dirigentes de los países que generan más del 40% de los gases letales para el clima común supone un fiasco colosal y confirma que nos encontramos en el peor escenario posible.

Después de oír a Wen Jiabao y Barack Obama y contemplar los agónicos intentos fuera de tiempo por salvar la cara ante el mundo, Copenhague pasará a la historia como el punto de no retorno de la credibilidad del sistema mundial que hemos conocido tras la Segunda Guerra Mundial y el final de la Guerra Fría. El carácter patriotero e irresponsable que los máximos dirigentes de los países que generan más del 40% de los gases letales para el clima común supone un fiasco colosal y confirma que nos encontramos en el peor escenario posible. En el discurso probablemente más gris pronunciado por Obama en todo su mandato, se limitó a pedir colaboración a los demás pueblos y se comprometió, si hay suerte en el Senado, a reducir un 3% las emisiones de los EE.UU el 2020 respecto 1990. Jiabao se mantuvo férreo en su negativa a cualquier reducción vinculante aunque China ya sea el primer país contaminante del Planeta. Y eso que, justo antes, el presidente Lula les había exhortado a salir de Copenhague con un acuerdo real, a la altura de las necesidades de la Humanidad más vulnerable y pobre en África, América Latina y Asia. No dan para más.

Un órgano tan cercano al corazón del sistema mundial neoliberal que ha creado el problema, el Financial Times, señalaba ayer que Copenhague, lejos de suponer la puesta de largo en un mundo multipolar, anuncia el “nuevo caos”. Sin objetivos vinculantes de reducción de gases contaminantes, con un horizonte de inversión en el Sur equivalente al 3% de la actual ayuda oficial al desarrollo para 2010-2012 y que apenas llegaría a doblar la AOD de hoy en 2020, y sin haber adoptado ningún mecanismo real para reducir el impacto de los dos grandes olvidados del Tratado de Kioto (la deforestación y el transporte internacional, que están en el origen de un tercio de las emisiones), el mensaje del “acuerdo Copenhague” es claro: la fiesta ha terminado, nadie está al mando, que cada uno se busque la vida como pueda. Es más, se saltan la cita prevista en México de finales de 2010 y la aplazan siete años, para 2016. Realmente desolador para los 6.800 millones de seres humanos que vivimos hoy y una angustiosa herencia para los 2.000 millones más que nacerán en los próximos 40 años. Esta falta de coraje político y de talla como estadistas se da mientras se ha conseguido una amplísima mayoría de países en Naciones Unidas (112 de 192) para que haya un tratado vinculante que permita un aumento máximo de las temperaturas de 1°5C y un decrecimiento de las emisiones hasta las 350 partes de CO2 por millón consideradas el umbral de seguridad climática para la Humanidad. Claro que, entre los 112 estados no figura ni los EE.UU, ni China, ni ninguno de la UE, así como tampoco Japón ni Australia. La foto de los ausentes dice mucho de por qué Copenhague ha fracasado.

¿Dónde podemos mirar? ¿Podemos aprender algo positivo de la Cumbre? El poeta Hölderlin escribió que “donde hay peligro /crece también la esperanza”. Ante el desbarajuste y la frivolidad de los VIP, es tiempo de volver la mirada a las propuestas surgidas en el KlimaForum, la llamada cumbre popular por el clima. Con energías limpias y renovadas por los 100.000 manifestantes que desfilaron el sábado exigiendo justicia climática, la declaración final, suscrita ya por cerca de 400 organizaciones en todo el Planeta, orienta sobre cómo podemos tomar la iniciativa y reclamar poder democrático mundial ante unos dirigentes ineptos para cuidar el aire que respiramos. Sus soluciones a la catástrofe climática pasan por garantizar una transición hacia una sociedad pospetróleo basada en la apuesta masiva por fuentes verdes de energía y la equidad entre el Norte y el Sur. Sus ideas son, realmente, sugerentes. Deberíamos empezar plantearnos abandonar completamente las energías fósiles en 30 años, recortando un 40% de las emisiones letales antes de 2020. El Norte tendría que compensar inmediatamente al Sur por la deuda climática acumulada para ayudarle a superar su extrema vulnerabilidad a la inestabilidad climática. Hay que enterrar el tráfico de contaminación vía “mercados del carbono” y dar paso a un acuerdo vinculante, real y justo de obligado cumplimiento por los estados y grandes corporaciones transnacionales. Y, finalmente, debemos cultivar una relación sostenible con el resto de la Naturaleza, especialmente en lo que tiene que ver con la producción y transporte de alimentos, energía, el uso del suelo y la disponibilidad de agua. KlimaForum cuenta con una ventaja crucial sobre Chimérica, la UE y el resto de Grandes Dinosaurios: son realistas y saben que no tenemos un Planeta B. Empieza una carrera contra el tiempo y la mejor alternativa vuelve a ser volverse ciudadanos activos, buscar y compartir aquello que nos une como seres humanos por encima de las barreras nacionales y, sobre todo, desobedientes con un poder ciego a la catástrofe en marcha. Será la gran tarea de esta generación, la nuestra: cambiar el sistema para preservar la vida humana sobre la Tierra.

OTRA VARA DE MEDIR Y OTROS PRINCIPIOS PARA LA ECONOMÍA

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Xavier Caño Tamayo, Periodista y escritor
Antes de comprobar que millones de hipotecas estadounidenses no se cobrarían nunca (convertidas en basura) y de que se tambaleara el sistema financiero mundial hasta casi hundirse, en 2007 se calculó que el Producto Interior Bruto mundial (PIB: todos los bienes y servicios producidos) era de 63 millones de millones de dólares. Un valor tangible. Sin embargo...

Bajo la presidencia de Bush, por ejemplo, los 400 estadounidenses más ricos cuadruplicaron sus fortunas. Pero, según la Oficina Federal del Censo de Estados Unidos, en ese tiempo los pobres aumentaron en 1.700.000, hasta 35 millones de pobres. Y hoy ya son 46.

En 2003, la FAO contabilizó 18 millones de hambrientos más en el mundo que ocho años antes. 842 millones. Hoy son casi 1000. Como también son mil millones quienes malviven en favelas, villas miseria o bidonvilles. Más medio millón de mujeres que mueren anualmente por complicaciones del embarazo o parto que no ocurren en países ricos. Más...

Antes de la crisis, hubo bonanza económica, incremento del PIB. Pero la mayoría de ciudadanos del mundo ni se enteró.

Ahí está la cruda realidad. Además de sufrir pobreza, hambre y otras calamidades, miles de millones de seres humanos aguantan como pueden. Y no por casualidad o mala suerte. El crecimiento económico que indica el PIB no garantiza nada en un sistema voraz, desigual, injusto, insostenible, suicida, depredador y antidemocrático.

Las cifras verdaderas sobre la situación y vida de las personas explican cómo son las cosas realmente. Y este sistema, con su PIB como estrella polar, sólo asegura un beneficio descomunal para la minoría de los que más tienen, más generosas migajas para auxiliares, sirvientes, siervos, asesores, encubridores y cómplices.

Una economía no funciona (por mucho que el PIB saque pecho) si no satisface las necesidades sociales básicas de la inmensa mayoría de los ciudadanos: alimentación suficiente, vestido adecuado, vivienda digna, atención sanitaria, educación, desarrollo personal (no sólo profesional o laboral)...

No es así. Por eso esta economía neoliberal es un espejismo. O algo peor.

Tenemos la imperiosa necesidad de cambiar los valores directores de la economía. Comosustituir el necio principio de competividad por la cooperación y la solidaridad. O recuperar la progresividad y equidad de los ingresos del Estado. Es decir, que pague más quién más tiene. Y no lo dijo Marx, sino Adam Smith.

Una pista de por dónde ir tal vez la ofrezca el Reino de Bután, un pequeño país al norte deBangladesh. Y no es el principio de un cuento de reyes y princesas.

El joven rey de Bután, Jigme Singye Wangchuck, tras convertir el reino de 47.000 kilómetroscuadrados y unos 700.000 habitantes en la democracia más joven del mundo, ha renegado del PIB como vara de medir la bondad de la economía. Y ha establecido un índice nuevo para conocer el estado real del país y de las gentes que lo habitan: la Felicidad Interior Bruta (FIB).

La FIB tiene cuatro pilares: Desarrollo socioeconómico sostenible y equitativo, preservación y promoción de la cultura, conservación del medio ambiente y buen gobierno. Para averiguar la FIB de Bután, en 2008 se crearon una comisión nacional y varios comités locales, encargados de investigar y averiguar el grado de FIB del país.

Para ello, los butaneses responden a 180 preguntas sobre bienestar psicológico, uso del tiempo, disfrute de la cultura, vitalidad de lo comunitario, disfrute de salud, acceso a la educación, diversidad medioambiental...

Las preguntas pueden ser: Su vida es: a) muy estresante, b) algo estresante, c) nada estresante. ¿Ha perdido el sueño por sus preocupaciones? ¿Cuenta usted cuentos a sus hijos? En el último mes, ¿con qué frecuencia se relacionó con sus vecinos e hicieron cosas conjuntamente? ¿Cuán independientes considera usted son nuestros jueces para impartir justicia?...

No es broma. Es, de una vez por todas, llamar las cosas por su nombre. Porque lo que ya tenemos claro es que el PIB (y lo que significa) no explica cómo vive y puede vivir la gente.

Visto lo que da de sí este sistema neoliberal (como la crisis ha demostrado diáfanamente), lo que no ayuda a mejorar la vida de las personas es agua de borrajas. O humo. Necesitamos otras varas de medir.

Xavier Caño Tamayo
Periodista y escritor

LAS VIRTUDES DE UN IMPUESTO SOBRE LAS TRANSACCIONES FINANCIERAS

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Hay un creciente movimiento tanto en EEUU como alrededor del mundo para gravar impositivamente la especulación financiera. La lógica es simple: incluso un muy pequeño impuesto sobre los acuerdos sobre opciones de compra de acciones, los seguros derivados de crédito y otros instrumentos también derivados puede aportar una enorme cantidad de ingresos.

Incluso aceptando importantes reducciones en el volumen de actividad en razón del impuesto, el país podría aún subir más de 100.000 millones de dólares al año de ingresos o más de un billón a lo largo del horizonte de 10 años de presupuesto. Los costes comerciales han caído en picado a lo largo de las tres últimas décadas debido a las mejoras en la tecnología de los ordenadores. Por consiguiente, impuestos modestos a la especulación financiera, tal como un 0,25% de una compra o venta de un stock de acciones, sólo aumentaría los costos comerciales del tipo que ya existía en los 70 u 80.

Los EEUU tenían un efervescente y bien desarrollado mercado de capitales en aquellas décadas, así que no hay razón alguna para creer que aumentando los costos comerciales a niveles de entonces podría impedir a estos mercados el desempeño de su función económica. Mayores costos comerciales solamente actuarían para desmotivar a la especulación.

Además, la mayor parte del dinero incrementado mediante el impuesto sería extraído de los bolsillos de la pandilla de Wall Street, los mismos chicos cuya avaricia nos trajo este desastre económico. ¿Qué mejor regalo de fiestas podríamos dar a Wall Street que la oportunidad de compensar parte del daño que ha causado al país?

No hay argumento de peso contra las ventajas de un impuesto a la especulación, así que muchos de los oponentes se centran en materia de cumplimiento. Afirman que si nosotros imponemos un impuesto unilateralmente en los EEUU, entonces todo el comercio se largará al exterior, de manera que no debemos recaudar ningún ingreso.

Hay tres problemas con este razonamiento. Primero, ya tenemos un modelo que desmiente la afirmación básica. El Reino Unido ha tenido un impuesto sobre el comercio de acciones durante décadas. Comparativamente al tamaño de su economía, supone el equivalente a más de 30.000 millones de dólares al año en EEUU, sin más que la tasación del comercio de acciones. Obviamente este comercio no se ha largado al exterior.

Si la realidad no es una refutación suficiente de este argumento, podemos también volver a la lógica elemental del razonamiento. Los líderes de muchos otros países ricos han mostrado ya su apoyo para imponer tasas a las transacciones financieras después de la crisis. Si los EEUU se hubieran unido con los líderes de Alemania, Francia, el Reino Unido y otros países cuyos líderes han declarado públicamente su apoyo por los impuestos a las transacciones financieras, es difícil creer que no se podría alcanzar un acuerdo internacional. Esto no es una condición necesaria para imponer exitosamente un impuesto a la especulación, como el ejemplo del Reino Unido muestra, pero la coordinación internacional sería sin embargo deseable.

Surge entonces la pregunta sobre lugares como Lichtenstein y las Islas Caimán, que pueden al parecer operar como paraísos fiscales, permitiendo a los especuladores escapar al impuesto. Este argumento también pone a prueba la credulidad. ¿Pueden estos minúsculos países actuar realmente de manera perniciosa para los intereses de los países más grandes y poderosos del mundo?

¿Qué podría pasar si en lugar de ser paraísos fiscales, estos países se permitieran ser usados como corredores de armas por Al Queda? ¿Podrían el Presidente Obama y otros líderes mundiales cruzarse de brazos y lloriquear que no hay nada que pueda hacerse? La verdad es que estos paraísos fiscales solamente pueden existir por la cooperación gustosa de las naciones ricas. Si hubieran cortado el acceso al sistema bancario internacional, su utilidad como paraísos fiscales rápidamente desaparecería. Los evasores fiscales del mundo no llenarán los barcos con oro para esconder sus ingresos en las Islas Caimán.

También podemos ser un poco ingeniosos y tomar medidas enérgicas con los evasores. Supongamos que damos una recompensa del 10% de los impuestos recolectados a los trabajadores que entregaran a sus jefes al fiscal. Hay pocos mil millonarios de Wall Street que hagan físicamente ellos mismos el comercio. Tienen asistentes para esta tarea. Y muchos de estos asistentes estarán felices de hacerse ricos entregando a sus jefes.

En realidad, la idea de que un impuesto a la especulación no se puede cumplir es claramente ridícula. Compárese las dificultades para hacer respetar un impuesto sobre la especulación con el respeto a la propiedad intelectual. En el caso de un impuesto a la especulación la cuestión se trata de un relativamente pequeño número de transacciones muy sustancioisas. Nadie se preocupa si el comercio que implica unos cuantos miles de dólares escapa a los impuestos. La cuestión real es por el contrario un relativamente pequeño número de operaciones que afectan a millones, o incluso a miles de millones, de dólares.

En contraste, hacer respetar la propiedad intelectual supone miles de millones de pequeñas transacciones que afectan a películas con un precio de propiedad intelectual protegida de 15 o 20 dólares o canciones con un precio de propiedad intelectual protegida de menos de un dólar. El problema de hacer respetar la propiedad intelectual es varios órdenes de magnitud mayor que el problema de hacer respetar la imposición a las transacciones financieras. Nadie de los que insisten en la imposibilidad de hacer respetar un impuesto a las transacciones financieras ha dicho aún que la propiedad intelectual no se pueda hacer cumplir. La cuestión es claramente qué se quiere hacer cumplir, no el problema de qué es susceptible de hacerse cumplir.

El país no puede dejarse timar indefinidamente por la pandilla de Wall Street. Podemos hacerles pagar un precio por el daño que han causado. Hemos de prestar oídos sordos a los apologistas de Wall Street y ponernos serios.

Dean Baker es codirector del Center for Economic and Policy Research (CEPR). Es autor de Plunder and Blunder: The Rise and Fall of the Bubble Economy.

LA NAVIDAD DEL INDOCUMENTADO HISPANOAMERICANO

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Algunos con suerte han cenado con amigos o familiares, otros con lo que les han dado en alguna iglesia o ONG. Unos dormirán en una habitación, otros en un albergue junto a borrachos y mendigos, otros ni siquiera eso.

Algunos llevan años viviendo en España, otros menos, algunos dormirán en un calabozo especial para indocumentados.

Algunos lograron su tarjeta de trabajo, otros la perdieron por falta de trabajo, a otros se la niegan por haber sido detectados por la policía y entregados por el abogado del Estado.


Muchos resisten porque no se quieren ir con los bolsillos vacíos. Han dejado sus casas, a su gente, han gastado sus ahorros, y ya no pueden obtener el arraigo, aunque lleven mas de 3 años y tengan una oferta de trabajo. Pues se les ha decretado "orden de expulsión" sólo por no tener papeles.

Muchos son latinoamericanos, y de esos muchos son mestizos, descendientes directos de españoles. Y provienen de países que acogieron a miles de españoles que escaparon de su guerra fratricida no hace tantos años.

Son de pueblos que han dado todo a la España, sus riquezas, su fuerza de trabajo, su generosidad sin límites.

Aquéllos que hoy son perseguidos como delincuentes, acechados en el metro, en la calle, en los locutorios, en sus barrios, a la salida del colegio de sus niños. Encerrados en un CIE, y deportados.

A otros inmigrantes, de razas más blancas se les da un trato preferencial, y se van quedando, pues son "comunitarios", y mientras a la hispanidad americana, se le margina y denigra. Olvidan los españoles que son su descendencia en el otro lado del mundo, que son los que le dieron una gloria a España jamás nunca vista, olvidan que levantaron con sus manos construcciones que en solo 15 años y llevaron a España a ser una potencia económica de las 10 primeras del mundo.

Olvidan que han traido la música, el baile, el fútbol, sus sabores, sus deleites. Olvidan que hablan su propia lengua.

Olvidan que son hispanos también.

España quiere ser Europa, y para eso debe amputarse, castrarse, mutilarse.

Muchos panchitos, sudacas, extranjis, esta noche pasan frío, soledad y hambre en la España actual. Y no por no tener ganas ni fuerza para trabajar. Muchos son denigrados en sus trabajos por no tener el documento de la dignidad.

Así paga España y olvida lo que le ha dado más sentido a su existencia: América.

Muchos no han tenido una nochebuena, y el invierno traerá muchas noches realmente malas.

Esta navidad el latinoamericano indocumentado, no tiene mucho que celebrar.

Indoamericanos por la Regularización Ahora (I.R.A)

LULA ABOGA POR LA LIBRE CIRCULACIÓN DE INMIGRANTES EN EL MUNDO

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A través del libro “Visa para el mundo: por la libre circulación de inmigrantes”, el mandatario brasileño insta a la sociedad a combatir las medidas discriminatorias y represivas contra la inmigración. La lucha por la vida y la supervivencia irán siempre más allá de cualquier discriminación, sostuvo. El libro es de su autoría.

El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, aboga por la libre circulación de inmigrantes en el mundo, considerando que las “medidas discriminatorias y represivas” son ineficaces, en el prefacio de un libro que acaba de publicar la ONG Emmaus International en París.


“La gran brecha zanjada por la desigualdad en la distribución de riquezas entre las naciones no será cerrada con medidas discriminatorias y represivas contra la inmigración; los que piensan y actúan así, se equivocan”, afirma Lula en el libro: “Visa para el mundo: por la libre circulación de inmigrantes”.

“La lucha por la vida y la supervivencia irán siempre más allá de cualquier medida discriminatoria, despojándola de toda eficacia”, consideró el presidente brasileño.

“Al fin y al cabo no hay más que un remedio contra el miedo al inmigrante y contra la xenofobia que invade actualmente a un buen número de países y poblaciones: construir una nueva relación entre países y naciones, que ponga término al vil proteccionismo así como a la explotación de los países pobres”, agregó.

El libro, publicado con ocasión del Día Internacional de los Migrantes, el 18 de diciembre, recoge los testimonios de 150 personas de 20 países diferentes, inmigrantes, responsables de asociaciones y trabajadores sociales.

ABRAZOS

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LA BANCA ÉTICA SE CONSOLIDA EN EUROPA A PASOS AGIGANTADOS

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Las entidades éticas tratan de conjugar el beneficio económico con las actividades de impacto social positivo


Beatriz Lorenzo
Ha pasado, desde sus orígenes como mero instrumento de transacciones financieras, a ser un constructor de realidades capaz de elevar o destruir imperios económicos y de moverse virtualmente a gran velocidad por todo el planeta. El dinero contante y sonante, o más bien los intentos de extraerle el máximo rendimiento a toda costa, han protagonizado de forma desafortunada los debates en torno a los motivos de la crisis económica que asola al mundo desde el año 2007. La parálisis del consumo, la debacle del mundo financiero, las alarmantes cotas de desempleo provocan la imperiosa necesidad de un modelo productivo nuevo, mucho menos voraz y con vocación de permanecer en el tiempo y centrarse en los objetivos a largo plazo, generando beneficios económicos sin descuidar los objetivos sociales, la preservación medioambiental, los derechos humanos y laborales y el resto de premisas de la Responsabilidad Social Corporativa. La banca ética, que ha comenzado en los últimos tiempos a extender sus brazos a lo largo y ancho del mundo financiero, da respuesta a las necesidades del recién nacido escenario productivo, y en la Unión Europea proliferan a gran velocidad este tipo de iniciativas. En España, tras los pasos del pionero Triodos Bank, ha nacido recientemente la iniciativa Banca Cívica formada por Caja Canarias y Caja Navarra, a las que se unirán Caja Burgos y Sa Nostra.

La banca ética representa una nueva concepción del mundo financiero en el que las entidades se basan en criterios negativos o positivos para llevar a cabo su modelo de negocio. Los primeros se abstienen de invertir en actividades o empresas que vulneren los criterios definidos por la entidad. Algunas actividades que habitualmente se excluyen son la producción de armamento, las que llevan implícita la explotación laboral y el trabajo infantil, la destrucción del medio ambiente, la producción de tabaco y de alcohol o el comercio de drogas. A su vez, los bancos éticos que se rigen por criterios positivos financian única y exclusivamente inversiones de alto rendimiento social, con criterios prefijados por la entidad tales como mejoras medioambientales, comercio justo, promoción del entorno social, y similares.

Los precedentes de la banca ética se enraízan en la década de los setenta, cuando diversos colectivos comenzaron ya a cuestionarse la realidad económica y financiera. Surgieron bancos que intentaban reunir en un solo modelo de negocio la generación de beneficios y un impacto social positivo, tratando de demostrar que un banco ético no tiene porqué ser menos rentable que un banco tradicional a la hora de ofrecer un rendimiento a los ahorradores, si bien de cara a compaginar perfectamente los dos objetivos algunas entidades ofrecen unos rendimientos menores que la banca tradicional, o varias opciones al inversor, para que éste decida si parte de ese rendimiento se dedique a apoyar las iniciativas que el banco financia.

BANCA ÉTICA, EJEMPLOS DE ÉXITO

Banca Cívica, la última iniciativa española en materia de banca ética fue presentada recientemente al Banco de España, y el grupo se situará, una vez haya recibido el visto bueno definitivo, como la sexta entidad del sector de cajas en activos totales, con 60.000 millones de euros, la cuarta por fondos propios, con más de 3.800 millones de euros (fuerte capitalización con un 'core capital' superior al 8%), y la quinta en resultados antes de impuestos, con 224 millones de euros (según datos de cierre del primer semestre de 2009 y teniendo en cuenta los procesos de consolidación sectorial que se han hecho públicos). La fórmula de integración será la creación de un Grupo Económico Consolidado (GEC) que ofrecerá resultados consolidados, lo que significa que contará con un rating único y una sola supervisión por parte del Banco de España. Del mismo modo, el grupo actuará como un único interlocutor en los mercados financieros.

A su vez, la participación en esta nueva sociedad estará fijada en función a la valoración económica de las entidades. Las cuatro cajas mantendrán su personalidad jurídica, gestión de obra social, marca y gestión de redes comerciales en sus territorios naturales, manteniendo el arraigo local y compromiso con el desarrollo económico, social e institucional. Una nueva sociedad fijará las políticas estratégica, financiera, comercial, de créditos y riesgos, internacional y de organización. Desde esta sociedad se gestionará también la red comercial del grupo que se encuentre fuera de los territorios naturales de las cajas, así como su crecimiento futuro tanto en nacional como, muy especialmente, en internacional.Además, en Banca Cívica, como en Triodos Bank y otras entidades éticas, los clientes deciden cómo distribuir el dinero de la obra social entre miles de proyectos sociales y conocen cuánto dinero están movilizando con su elección.

Destaca también en España el caso de Fiare, creada en 2002 por 62 organizaciones de cooperación, reinserción social y por organizaciones religiosas con la propósito de fundar un banco social y alternativo en el País Vasco. El objetivo es dar sustento financiero al ámbito no lucrativo, particularmente vivo y activo en la región, y dar oportunidades concretas de inversión a los ahorradores más sensibles.

Por otra parte, también en el resto de Europa los proyecto de banca ética se consolidan. En colaboración con otros bancos alternativos y sociedades financieras eurha surgido una iniciativa destacable, FEBEA - Federación Europea Bancos Éticos y Alternativos. La asociación tiene la sede en Bruselas y reúne bancos y cooperativas financieras activas en el ámbito de las finanzas éticas y solidarias en sus respectivos países. FEBEA es un lugar de encuentro donde se valora la experiencia generada a nivel nacional de cada miembro, con el fin de crear instrumentos financieros destinados a promover el desarrollo de las finanzas éticas, en Europa. Los miembros fundadores de FEBEA son Banca Popolare Ética (Italia), Caisse Solidarie du Nord Pas-de-Calais (Francia), Crédal (Bélgica), Crédit Cooperatif (Francia) y Tise (Polonia). A partir de su creación, numerosas instituciones financieras se han adherido a la Federación, y entre estas: La Nef (Francia), Caixa Pollença (España), BBK (España), Bank für Sozialwirtschaft (Alemania), Cassa Centrale delle Casse Rurali Trentine e BCC del Nord Est (Italia), Charity Bank (Gran Bretaña), Femu Qui (Corcega), Fundació Un Sol Mon (España), SIDI (Francia), FIG (Suiza), Merkur (Dinamarca), Cultura Sparebank (Nuruega), Ekobanken (Suecia) y FIARE (España).

Tras su creación, las instituciones miembros de FEBEA se han comprometido para dar vida a SEFEA (Sociedad Europea Finanzas Éticas y Alternativas), un consorcio de instituciones financieras, nacido para dar soporte financiero a los Institutos de crédito éticos y solidarios europeos, actualmente existentes y en vía de creación, y para favorecer su crecimiento y desarrollo. SEFEA financia, además, los proyectos de alcance europeo que se colocan en el ámbito de la promoción de un desarrollo económico y social que valora y protege el patrimonio natural, cultural y humano en todos los Países de la Unión Europea.

La banca ética es, en suma, una realidad que pone de relieve que el beneficio financiero es compatible con la ética y el beneficio social. Es, no obstante, importante no confundir los bancos éticos con las estrategias comerciales usadas en demasiadas ocasiones por las entidades tradicionales para hacer mella en la conciencia social con fondos, tarjetas u otros productos solidarios, que no dejan de ser un simple marketing ajeno a la verdadera esencia de la banca ética

LA ECONOMÍA DE LOS REGALOS EN FIESTAS

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Por Mark Thornton
[Scroogenomics: Why You Shouldn't Buy Presents for the Holidays • Joel Waldfogel • Princeton University Press, 2009 • 186 páginas]

Este librito podría ser un buen regalo de Navidad para muchos de nuestros amigos y parientes. Tiene una información nítida sobre la Navidad y comparto la opinión del autor de que la fiesta cristiana ha sido completamente comercializada.

Por desgracia, todo el planteamiento del libro se basa en un error económico básico. Esto acaba llevando a desarrollar el argumento de Waldfogel contra los regalos de Navidad. Sin embargo, el libro ejemplifica las importantes diferencias entre economistas austriacos y la corriente principal.

Los economistas de la corriente principal como Waldfogel adoptan la posición de Scrooge de que dar regalos es malo para la economía. Pero para los austriacos los regalos en fiestas están bien. La gente ha venido celebrando este tiempo desde hace mucho y tenemos multitud de opciones, incluyendo Jánuca, Navidades, Año Nuevo y más recientemente Kwanzaa y Festivus para el resto de nosotros. Todos los problemas de esos regalos son o bien insignificantes o sólo afectan a las personas implicadas.

El fundamento básico de Scroogenomics es que dar regalos crea un peso muerto perdido para la sociedad. Los compradores de regalos transfieren su dinero para comprar regalos que ofrecen poca utilidad a la gente que los recibe. De hecho, Walgfogel pregunta a sus estudiantes si los regalos que recibieron en vacaciones valían realmente lo que se pagó por ellos y descubrió al menos un valor inferior del 13%. ¡Sorpresa! Los estudiantes universitarios habrían preferido recibir el dinero.

Supongamos que este peso muerto perdido sea una realidad. ¿Cuál es el error? Bueno, es un problema de realizar comparaciones entre utilidades interpersonales. Waldfogel está comparando el coste para el comprador con el beneficio para el receptor. La comparación real es el coste de comprador con el beneficio del comprador. Sí, comprar regalos puede ser frustrante, ¿y qué? El valor real está en el reconocimiento del receptor. El propio regalo es sólo una parte del ritual general.

Si gasto 20$ para comprar un pastel de frutas para la Tía María, recibo más satisfacción que en gastar 20$ en alguna otra cosa para mí o para ella. Sí, los que hacen regalos pueden “sentirse obligados” a comprarlos y la utilidad que reciben podría considerarse más como un alivio que otra cosa, pero sigue siendo una utilidad. Además, el receptor obtiene utilidad tanto directa como indirecta al recibir el regalo.

A veces quienes hacen regalos dan intencionadamente cosas que no producen la máxima utilidad posible para el receptor. La gente regala libros a gente que no lee mucho esperando que desarrolle buenos hábitos. Los que regalan música que otros no conocen, lo hacen con la esperanza de aumentar sus experiencias musicales. Sí, puede que esos planes no funcionen, pero eso no cambia la utilidad en el momento de la compra.

Hacemos lo mismo en las donaciones de caridad. La caridad que intenta ayudar a los pobres no lo hace simplemente firmando cheques y entregando dinero. El dinero puede ser más importante en lo que respecta a la utilidad del receptor, pero a los donantes y su caridad les interesan otros resultados. Por eso tienden a ofrecer comida, ropa, alojamiento, medicinas y educación. De hecho, la caridad privada tiende a proveer esos servicios de forma que no puedan venderse a cambio de dinero. Así, comen, duermen y reciben medicinas bajo los parámetros de la caridad. La ropa probablemente sea usada y de la talla del donante, por lo que es difícil de revender.

Incluso el gobierno trata de actuar así. A nadie le interesa maximizar la utilidad del receptor, especialmente si el recipiente es joven, analfabeto o alcohólico.

La perspectiva austriaca hace menos probable caer en las trampas en las que tan a menudo incurren nuestros colegas de la corriente principal y los paternalistas libertarios. Sabemos que no podemos medir la utilidad. Sabemos que no podemos comparar la utilidad. Sabemos que hay aspectos en las transacciones que no entendemos ni podemos entender.

El resto del libro de Waldfogel confirma básicamente que dar regalos no es tan horrible como la economía de la corriente principal podría esperar. Incluso si aplicamos los resultados de las encuestas de los estudiantes universitarios al valor total de los regalos, resulta que el peso muerto perdido en Estados Unidos asciende a sólo 17.000 millones de dólares. Me apena decirlo, pero eso actualmente es una cantidad muy pequeña de dinero.

Asimismo resulta que la Navidad en Estados Unidos no está tan comercializada en comparación con otras naciones. Estamos en el puesto 21 más bajo en gasto de los 31 países de la OCDE y gastamos sólo 3 de cada millón de dólares del PIB, colocándonos los sextos más parecidos a Scrooge de las 26 principales economías mundiales. Desde 1935, el gasto en Navidades se ha reducido en un 50% (ajustado a la inflación y el PIB). Gastamos más, pero el gasto en Navidades está realmente haciéndose menos importante en el modelo general de cosas.

El autor demuestra que en lugar de la postura de ahorrar y gastar en compra de regalos, los estadounidenses han adoptado la postura de pedir prestado y gastar propia de nuestro gobierno. Como el punto de inflexión se produjo en 1980, podemos acusar de este problema a la política pública, no a Santa: el gobierno ha destruido virtualmente el incentivo para ahorrar.

Las Navidades como institución han evolucionado con el tiempo y los cambios en la sociedad. Sigue tratando de adaptarse a la prosperidad y a la naturaleza más dispersa de nuestras familias. Como sugiere el autor, una solución a este dilema son las tarjetas regalo, que permiten al vendedor evitar la decisión sobre el regalo, envolverlo y enviarlo y permite al receptor una gran variedad de regalos. Además, individuos, familias y grupos han cambiado sus tradiciones para pedir fiestas sin regalos, donaciones de caridad y limitaciones en los regalos (cantidad, precio o sólo a niños).

A mí este libro me parece como Freakonomics. Es divertido, fácil de leer, destaca las diferencias fundamentales entre economía austriaca y de la corriente principal. Los economistas de la corriente principal parecen empeñados en reformar todo lo que no hayan fastidiado ya. Entretanto los economistas austriacos se contentan con apuntar los errores de la corriente principal acerca de la Navidades pasadas y presentes.

Feliz Navidad.
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Mark Thornton es miembro residente senior en el Instituto Ludwig von Mises en Auburn, Alabama, y es editor de la crítica de libros del Quarterly Journal of Austrian Economics. Es autor de The Economics of Prohibition y coautor de Tariffs, Blockades, and Inflation: The Economics of the Civil War.

POBREZA, CRISIS Y NAVIDAD

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Las Comunidades Cristianas Populares de Zaragoza, queremos trasladar a la sociedad nuestra opinión sobre la situación actual, en que la pobreza y el futuro incierto afectan cada día a más personas, producto de una crisis que no sólo es financiera sino de todo un modelo económico. Lo hacemos en un marco navideño de luces y guirnaldas utilizadas como maquillaje para la crisis y manipulación de la esencia de la Navidad.

Consideramos que es necesario centrar la atención en las personas que están siendo víctimas de las crisis. La situación económica afecta a toda la sociedad, pero de manera muy especial a quienes menos tienen, a las personas más desprotegidas. Ahí están quienes han perdido su empleo y no se resignan a vivir de subsidios; los inmigrantes, en los que se basa buena parte de nuestra calidad de vida, las mujeres, especialmente las que tienen cargas familiares e intentan sobrevivir desde la economía sumergida; los jóvenes, cegados cuales luciérnagas por los focos del consumo y la inmediatez, y hoy sufriendo el desempleo y la baja cualificación, que dificultará más su integración laboral y social.

Y otras personas que cada uno tenemos presentes, porque es importante que pongamos rostro a estas situaciones de precariedad vital. Un catorce por ciento de los aragoneses (185.769 personas) viven por debajo del umbral de la pobreza. Sólo este dato nos debería llevar a una seria reflexión, (y acción), sobre la sociedad que estamos construyendo.

Pero ni está es la única crisis ni la sufrimos solos. La “crisis financiera” no hace sino evidenciar otras crisis más profundas del actual modelo económico, sobre las que se quiere pasar de puntillas pero que condicionan la vida de miles de millones de personas (de hecho dos terceras partes de la humanidad viven en permanente crisis).Nos referimos a la crisis alimentaria, a la falta de agua potable, al despilfarro energético y a la sobreexplotación de los recursos de nuestro planeta.

Como muestra, ahí están los datos del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas, según los cuales hemos conseguido un record vergonzante: este año hay en el mundo más personas hambrientas que nunca, serán más de 1.020 millones y mientras la ayuda humanitaria se sitúa actualmente en "un mínimo histórico", su nivel más bajo en 20 años.

Lo más sorprendente, e indignante, es que según ese organismo, con "menos del 1%" de las inyecciones económicas que han hecho los gobiernos para salvar al sistema financiero global, se podría resolver el desastre de millones de personas que son víctimas de la hambruna.

Estas crisis no son un hecho natural o casual. Son las consecuencias de una economía que en vez de centrarse en el beneficio de la sociedad y las personas ( que era su finalidad original), se ha centrado en la acumulación, en la riqueza en sí misma, en la especulación, sin importar las consecuencias personales, medioambientales o planetarias; creando una situación realmente injusta, para hoy y para el futuro. Un ejemplo: según la OCDE, entre 1995 y 2005, las empresas españolas aumentaros sus beneficios en un 73%; los costes laborales crecieron un 3,7%; y los salarios perdieron un 4% de poder adquisitivo.

Las Comunidades Cristianas Populares de Zaragoza, consideramos que este tiempo de Navidad es un buen momento para la reflexión y la acción. Como creyentes celebramos que Dios se hace presente en este mundo con una opción preferencial por los pobres (fue a unos pastores a quienes primero se les anunció y quienes acudieron a acompañar a Jesús, nacido en un simple establo). Hoy, esa opción por los pobres y sencillos, continúa siendo elemento central a la hora de abordar la situación de crisis.

No compartimos la actual deriva de la celebración de Navidad, como tiempo de consumo y despilfarro, expresión de ese modelo económico basado en el individualismo y el consumo desaforado; insostenible e injusto. Sólo hace falta ver la publicidad de algún centro comercial “Estas navidades no te prives de nada”, o “Lujo para todos”. De ahí la necesidad de revisar nuestra actitud ante la crisis y reafirmar nuestro compromiso con las víctimas, pues parece que hay mucho interés en que realmente nada cambie.

En estos momentos es imprescindible, reflexionar y hacer propuestas, pensando en las causas que han generado la situación actual. No basta con operaciones de maquillaje. Se trata de salir de la crisis financiera, pero sin olvidar que el problema central es cómo resolver los problemas de la humanidad. Por ello las soluciones han de tener presente lo concreto y local, pero también al conjunto de la humanidad, desde una visión del bien común, de las personas de hoy y también de las que vendrán, y eso pasa por resituar el
papel de la economía, dando prioridad al trabajo sobre el capital y a la economía real sobre la especulativa.

Navidad es tiempo de Esperanza, por eso queremos impulsar nuestras actuaciones para contribuir a lograr esa sociedad más justa, a la que aspiramos. Tenemos una responsabilidad como ciudadanos, de exigir soluciones pensadas globalmente, con actuaciones concretas, sin pérdidas de derechos. Es fundamental tomar conciencia de nuestro protagonismo socio-económico; y concebir la participación ciudadana como un derecho irrenunciable. La democracia económica no puede ser responsabilidad exclusiva de las instituciones públicas ni de los políticos. Nosotros y nosotras hacemos economía todos los días. Se trata de actuar en consecuencia con nuestros valores. Es con nuestro dinero, poco o mucho, en el que se sustentan determinadas prácticas bancarias que consideramos injustas y que es preciso cambiar.

Es tiempo de tejer alianzas, desde la responsabilidad social de las personas. Cada uno tiene su papel que desempeñar; es preciso volver a insistir en la participación ciudadana en las distintas organizaciones y plataformas sociales; pues la salida a la crisis o pasa por lo comunitario, lo social y la cooperación, o estaremos abocados a su repetición.

Desde Comunidades animamos a profundizar en otro estilo de vida y de consumo. Frente a la tentación de que nada cambie y siga la fiesta del consumo esta la opción de planteamientos más austeros y solidarios, “vivir sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir”, pues mientras sigamos viviendo como vivimos, otros seguirán muriendo como mueren.

Zaragoza diciembre 2009.
Comunidades Cristianas Populares

RUMBO AL DESASTRE (Copenhague)

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Leonardo Boff
No me vienen otras palabras al asistir al melancólico desenlace de la COP-15 sobre el cambio climático en Copenhague. La humanidad ha penetrado en una zona de tiniebla y de horror. Estamos yendo hacia el desastre. Años de preparación, diez días de discusión, la presencia de los principales líderes políticos del mundo... no fueron suficientes para despejar la tiniebla mediante un acuerdo consensuado de reducción de gases de efecto invernadero que impidiera llegar a los dos grados Celsius. Sobrepasado ese nivel y rozando los tres grados, el clima ya no será controlable, y quedaríamos entregados a la lógica del caos destructivo, amenazando la biodiversidad y diezmando millones y millones de personas.

El presidente Lula, en su intervención en el día mismo de la clausura, el 18 de diciembre, fue el único que vino a decir la verdad: "Nos ha faltado inteligencia", porque los poderosos prefirieron negociar ventajas a salvar la vida de la Tierra y los seres humanos. Obama no aportó nada nuevo. Fue imperial, al imponer minuciosas condiciones a los pobres.

Dos lecciones se pueden sacar del fracaso de Copenhague: la primera es la conciencia colectiva de que el calentamiento es un hecho irreversible, del cual todos somos responsables, pero principalmente los países ricos. Y que ahora somos también responsables, cada uno en su medida, del control del calentamiento para que no sea catastrófico para la naturaleza y para la humanidad. La conciencia de la humanidad nunca más será la misma después de Copenhague. Si se dio esa conciencia colectiva, ¿por qué no se llegó a ningún consenso sobre las medidas de control de los cambios climáticos?

Aquí surge la segunda lección, que importa sacar de la COP-15 de Copenhague: el gran villano es el sistema del capital con su cultura consumista. Mientras mantengamos el sistema capitalista mundialmente articulado, será imposible un consenso que ponga en el centro la vida, la humanidad y la Tierra, y tomar medidas para salvarlas. Para el capitalismo, la centralidad la tiene el lucro, la acumulación privada y el aumento de competitividad. Hace mucho tiempo que distorsionó la naturaleza de la economía como la técnica y el arte que era de producción de los bienes necesarios para la vida. La transformó en una brutal técnica de creación de riqueza por sí misma, sin ninguna otra consideración. Esa riqueza ni siquiera es para ser disfrutada, sino para producir más riqueza, en una lógica obsesiva y sin freno.

Por eso es por lo que la ecología y el capitalismo se niegan mutuamente o hay acuerdo posible. El discurso ecológico busca el equilibro de todos los factores, la sinergia con la naturaleza y el espíritu de cooperación. El capitalismo rompe con el equilibrio al sobreponerse a la naturaleza, establece una competición feroz entre todos y pretende sacar de la Tierra todo lo posible, hasta que ésta no pueda ya sostenerse. Si asume el discurso ecológico... es para hacer lucro con él.

Además, el capitalismo es incompatible con la vida. La vida pide cuidado y cooperación. El capitalismo sacrifica vidas, crea trabajadores que son verdaderos esclavos pro témpore, y adopta el trabajo infantil en varios países.

Los negociadores y los líderes políticos en Copenhague fueron rehenes de este sistema, que trafica, quiere obtener lucros, no duda en poner en riesgo el futuro de la vida. Su tendencia es autosuicida. ¿Qué acuerdo podrá haber entre los lobos y los corderos, o sea, entre la naturaleza que clama pidiendo respeto y los que la devastan sin piedad?

Por eso, quien entiende la lógica del capital, no se sorprende con el fracaso de la COP-15 en Copenhague. El único que levantó la voz, solitaria, como un loco en una sociedad de sabios, fue el presidente Evo Morales, de Bolivia. "O superamos el capitalismo, o destruirá la Madre Tierra".

Nos guste o no nos guste, ésta es la pura verdad. Copenhague quitó la máscara del capitalismo, incapaz de conseguir consensos porque poco le importa la vida y la Tierra, sino las ventajas y los lucros materiales.

ME CAÍ DEL MUNDO Y NO SÉ CÓMO SE ENTRA

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Eduardo Galeano, periodista y escritor Uruguayo 

(Para mayores de 30)

Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco..
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.
Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo.

¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!
¡Es más!
¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas de loza.
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces.
¡¡Nos están fastidiando! ! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más y más basura.
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 30 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la basura!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de... años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)
No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan.
Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que haya sido mejor.. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y bote que ya se viene el modelo nuevo’. Hay que cambiar el auto cada 3 años como máximo, porque si no, eres un arruinado. Así el coche que tenés esté en buen estado. Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo!!!! Pero por Dios.
Mi cabeza no resiste tanto.
Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.
Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!
Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para pone r en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'éste es un 4 de bastos'.
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza completa.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo, pegatina en el cabello y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la 'bruja' como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición  y corro el riesgo de que la 'bruja' me gane de mano y sea yo el entregado.

 

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