Estos días la prensa nos obsequia con largos relatos en los que se detalla, con gráficos, estadísticas y comentarios adornados de cierta palabrería técnica, el resultado de un chapuza financiera protagonizado por “ejecutivos de alto nivel” en EE.UU. pero con repercusiones globales. (Recordemos también la excelente descripción de Leopoldo Abadía: La crisis NINJA)
Entre otras minucias, con las que nos vamos familiarizando con esta información, está el juego de las siglas estadounidenses “Fed” (Reserva Federal) y “SEC” (autoridad reguladora del mercado de valores )
La “Fed” se dedica, según nos cuentan, a inyectar dinero en el sistema (descuento de valores a bajo interés, operaciones de rescate, créditos puente etc.), la “SEC” a incrementar y mejorar su labor de control y seguimiento del mercado.
Resulta que el sistema bancario y financiero en general,seguros inclusive, está en crisis. Esta crisis afecta al la economía real - la que produce bienes y servicios - y nadie sabe como atajarla eficazmente.
Se achaca el origen de esta crisis, con repercusiones globales, a una “mala práctica profesional “, es decir lo que de forma castiza ( y soy gallego) diríamos “una chapuza “.
La ” chapuza” que ha originado la crisis es la concesión sistemática (no puntual o eventual ) de créditos hipotecarios con garantías sobrevaloradas, es decir, con garantías insuficientes. Ello pone de manifiesto una falta de profesionalidad de los equipos directivos que no admite paliativo y un ansia de beneficios desmedida y , probablemente, impulsada “ad infinitum “, en relación a los subordinados, por la llamada “técnica ” de objetivos (cruz y/o remuneración de todo ejecutivo que se precie).
Por cierto, y dicho sea al paso, que una empresa española acaba de despedir a varios directivos por prácticas erróneas, pero cuya única finalidad era, según la propia entidad que los despide, el de “sumar créditos para cumplir con los objetivos ” (El PAÍS 18-09- 2008, pág. 24).
Pero esta chapuza, no debemos obviarlo, es consecuencia directa de una falta de filosofía adecuada , es decir de una filosofía errónea. Así la filosofía - la mala o errónea filosofía - vienen a ser la causa última de esta debacle .
Efectivamente, en el fondo de la crisis y de esta actuación chapucera, de conceder prestamos de forma insolvente y temeraria, late una filosofía del “negocio”, una visión del “sistema”, de la “técnica” y del mundo que es preciso desenmascarar .
Por un lado una visón idílica del mercado y sus artilugios, y,por otro lado, una concepción mítica del beneficio financierocomo medida del bien y el mal hacer, y una utilización errónea, o malévola, de determinadas “técnicas”. En el fondo la crisis nos remite, ¡sorpresa!, a Marcuse y al espíritu del 68.
A esta “cuestión filosófica” se ha referido el candidato demócrata a la Casa Blanca Barak Obama al decir (Ver El PAÍS 17-09-2008, pág. 2): “Yo no le echo la culpa a McCain de estos problemas, pero le echo la culpa a la filosofía económica que él suscribe, la filosofía económica que ha dominado en los últimos ocho años, la misma que da mas y mas a los que mas tienen”.
Por su parte McCain, candidato republicano, no duda ahora, vista la situación, en referirse a la corrupción y al comportamiento personal de los ejecutivos. Dice: “los fundamentos de la economía están amenazados y en riesgo porque algunos en Wall Street han tratado Wall Street como un casino “.
Así pues mientras Obama habla de cambiar la filosofía económica , MacCain parece referirse sólo a loscomportamientos personales poco profesionales, o poco éticos e incluso corruptos , pero sin alcanzar a ver losproblemas del sistema .
¿QUÉ LE PASA AL SISTEMA?.
La cuestión es saber si es el propio “sistema ” el que tiende, (además de sus intrínsecas ineficiencias, planteamientos y resultados indeseables e injustos ) a provocar los comportamientos no profesionales y no éticos.
En efecto el sistema económico vigente parece tener como único norte y objetivo el beneficio empresarial más allá de toda ética y racionalidad y, aún más, el enriquecimiento personal .
Es de destacar también que el sistema financiero ha dejado de comportarse como un sistema, es decir un conjunto de instituciones e instrumentos orientados a la financiación de la economía real de los ciudadanos y de las empresas, para convertirse, cada vez mas, en un puro mercado de capitalesque vuela sin control por su cuenta y que encuentra justificación en sí mismo.
Y este vuelo de independencia y desenfreno lo emprende el propio “mercado financiera”, en una economía global, al margen de cualquier atisbo de posible intervención externa,potenciando a su favor el poder del dinero frente al poder político. Dice Josep Ramoneda:
“La economía se ha globalizado y la política no. El resultado es doble: la economía es la que tiene hoy la capacidad normativa - hasta el punto de que los Gobiernos han aceptado ciegamente la mercantilización de las conductas en todos los ámbitos del sistema - y la criminalidad económica gana terreno todos los días. Urge, por tanto que la política se rearme.” ( “Quietismo”, EL PAÍS 18-09-2008, pág. 14)
Si hay que rearmar la política, debe recuperar su capacidad normativa por encima de la del mercado, pero no desde cualquier filosofía . Ha de hacerse desde la filosofía de la satisfacción de las necesidades reales de los ciudadanos.
Por otra parte las intervenciones de la Fed y de la SEC, ponen en evidencia las debilidades del mercado y la relevancia de la intervención de las instituciones estatales y del Gobierno en el proceso financiero y económico en general.
Esta crisis “filosófica ” ha llegado a la cúpula empresarial española , que, hábilmente, ha sabido matizarla poniéndoleparéntesis .
Nos cuenta A. Abellán en el PAÍS (18-09-2008, pág. 30) que el presidente de la patronal española CEOE “realizó ayer una insólita defensa del intervencionismo gubernamental para que la tormenta económica amaine”. Dijo el presidente: ” Creo en la libertad de mercado, pero en la vida hay coyunturas excepcionales. Se puede hacer un paréntesis en la economía de libre mercado” apelando directamente al Gobierno para que sea mas intervencionista.
Bien, tomémosle la palabra al presidente de la CEOE:hagamos un paréntesis en la economía de libre mercado.
- Hagamos un paréntesis hasta que tantos “sin techo”, que mal viven entre nosotros, encuentren habitación estable
- Hagamos un paréntesis hasta que el desarrollo de los países hispanoamericanos permita la permanencia en sus tierras de tantos emigrantes como huyen en busca del pan de cada día.
- Hagamos un paréntesis hasta que el continente africano alcance el desarrollo necesario para que sus gentes puedan llevar una vida digna y coloquen los “cayucos” en sus museos etnográficos como recuerdo del dolor de otros tiempos.
- Hagamos un paréntesis hasta que los países pobres del tercer mundo en cualesquiera ubicación alcancen el nivel medio de desarrollo de la Unión Europea.
- Hagamos un paréntesis hasta que en todos los países se instale definitivamente la sanidad y la seguridad social gratuitas para todos los ciudadanos.
- Hagamos un paréntesis hasta que las administraciones públicas y la sociedad hayan atendido debidamente las necesidades de las personas discapacitadas físicas y psíquicas.
- Hagamos un paréntesis en la fiebre de la gestión privatizadora del sistema sanitario, y dotemos de sufrientes recursos personales, materiales y de gestión a la sanidad pública.
- ¡Si! ¡Hagamos un paréntesis al absolutismo del libre mercado, de las chapuzas y de la “mecánica” y pasiva utilización de técnicas (como las de los “objetivos”) que nunca debieran habernos descargado de la obligación de pensar!
¡¡¡ Hagamos un paréntesis !!!
Eloy Isorna, en Atrio
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