ESTE VA A SER "NI" AÑO

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Javier Capitán

En 2009 no voy a dejar de fumar (además no he fumado nunca) ni voy a ir al gimnasio ni me voy a poner a dieta ni voy a dejar de beber vino ni me voy a apuntar a ningún curso para mejorar mi inglés ni voy a leer más ni voy a reducir mis gastos por la crisis ni voy a planificar mejor mis actividades ni voy a reservar más tiempo para asistir a actos culturales ni voy a ver menos fútbol ni voy comer más sano ni voy a pensar que tenemos unos políticos competentes ni voy a depositar mis esperanzas en Obama ni voy a pensar que es posible un mundo más justo ni pensaré que es posible que la crisis toque fondo este año ni dejaré de indignarme con los jueces ni pasaré menos tiempo delante del ordenador ni tantas y tantas otras cosas que se nos pueden ocurrir a todos. 2009 tiene que ser “ni” año, porque después del penoso 2008, que encima ha durado un segundo más por aquello de “¿no quieres caldo?, pues toma dos tazas”, lo mejor es no depositar ninguna esperanza en el año que acaba de empezar. No se trata de paralizarse, se trata de no marcarse objetivos que nos lleven a otro año de frustraciones individuales y colectivas. Se trata de no hacer ni puñetero caso a ZP cuando dice que esto ya va a empezar a cambiar, ni a nosotros mismos cuando nos decimos que esta vez sí iremos al gimnasio. Se trata de no esperar que el bueno de Obama resuelva el sólo los problemas de un mundo que entre todos hemos ido jodiendo en los últimos años, se trata de no creer que el Madrid puede ganar la Champions…

2009 nos lo tenemos que plantear de otra forma. Vamos a ir tirando, poniendo todas nuestras ganas en conseguir que mejoren las cosas, en dar un nuevo impulso a nuestros proyectos, pero sin que la ensoñación nos cambie la realidad. Y, a medida que consigamos logros, disfrutemos del momento y preparémonos para asaltar el siguiente. Este no es el año de ganar la guerra, sino de empezar a ganar batallas. Que ningún general con mando en plazo nos nuble la vista, porque nuestras fuerzas son las que son. Sólo si comenzamos con pequeños logros empezaremos a cambiar el clima, empezaremos a generar contagio. Por eso es “ni” año, el año de no engañarnos a priori ni con esto ni con lo otro. El año de empezar a andar despacito, sin fijar el momento de la llegada. Y si empezamos a dar pasos, seguro que los siguientes serán más ligeros y que otros se nos unirán en el camino. Pero que no nos llenen la cabeza de pájaros los que se creen que la mentira bobaliconamente optimista nos hace sentirnos mejor. Las realidades son las únicas que nos convencerán de que los objetivos que no nos hemos impuesto tal vez los encontremos en el camino. A disgustarse de a poquito y a disfrutar de a poquito. Se trata de que el fiel de la balanza se venza a nuestro lado despacito, sin saltos bruscos, poniendo granito a granito.

Así me he levantado este 1 de enero de 2009. Ni lo voy a releer. Lo cuelgo tal y como ha salido. Por cierto, este 1 de enero dormiré por primera vez en la casa que hemos hecho en el campo. A disfrutar de a poquito

PD. En la foto el paisaje en Polentinos (Palencia). El año empieza con nieves. A ver si el dicho es cierto

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