Diecisiete años después de firmarse una paz que ponía fin a más de una década bélica que incendió de punta a punta al pequeño país centroamericano, el FMLN consigue un triunfo histórico después de una larga y sucia campaña electoral.
Podríamos decir que esta alternancia política consolida el modelo democrático salvadoreño después de 20 años de gobiernos monocolor de ARENA y pone fin a una larga posguerra.
Cuatro horas después de que se cerrasen los colegios y con el 88% de los votos escrutados que daba una diferencia insalvable, Funes se autoproclamó presidente electo de El Salvador.
Acompañado por el Comité político del FMLN y recibido con gritos de “Funes, presidente”, el candidato reconoció que era la noche más feliz de su vida y agradeció a Dios que le hubiera protegido, “ya que sin su voluntad” nunca hubiera conseguido el triunfo en las urnas.
Funes felicitó al pueblo salvadoreño por escoger “el camino del cambio y la esperanza, vencer el miedo a la hora de votar y entregarse a pecho abierto por un nuevo El Salvador”. Afirmó que el triunfo en las urnas se asimila a “un nuevo acuerdo de paz y reconciliación” e invitó a “los buenos políticos a implicarse en la reconstrucción del país”.
.
0 comentarios:
Publicar un comentario