Hay un artículo que publica la revista estadounidense TIME sobre la juventud española. Bajo el título “Las esperanzas rotas de la generación española”, la revista pone como ejemplo a una joven gallega de 23 años, que ha perdido su empleo en la factoría de Citroen en Vigo.
Así comienza el artículo: “Hace no mucho, Lorena Domínguez miraba hacia el futuro … después llegó la crisis”. Primero Lorena no pudo vender su apartamento, pese a reducir el precio en varias ocasiones. Después, perdió su trabajo y tuvo que pedir ayuda a sus padres para pagarlo.
TIME denomina a la juventud española como la "Generación Decepción", porque uno de cada tres jóvenes españoles que busca empleo no lo encuentra. Estos jóvenes, dice la revista, han vivido dos décadas de crecimiento. Pero ahora se dan cuenta de que las Nike, la Wii y los teléfonos móviles no son un derecho de nacimiento. Es una dura lección. Hasta la crisis, prosigue TIME, España era un ejemplo de éxito. Las clases medias aspiraban a seguir progresando. Los niños han crecido con expectativas consumistas y se sienten frustrados al no poder mantenerlas, afirma el artículo, aparentemente en serio. Pero más frustrantes son las previsiones sobre la vivienda y el trabajo. TIME se hace eco del término “mileurista” para describir a la generación de jóvenes españoles y destaca la temporalidad de los contratos basura en nuestro país, que afecta directamente a los jóvenes. La revista pone como ejemplo a varios jóvenes que dependen de sus padres para vivir porque han perdido su trabajo o están estudiando y no encuentran trabajo Para terminar el artículo, TIME pone como ejemplo a un joven que ha empezado a traficar con drogas para poder subsistir y que afirma “no tener esperanzas de nada”. El artículo termina diciendo que existe una profunda sensación de frustración y desesperanza entre millones de jóvenes europeos. Los años buenos hacen que las cosas parezcan incluso peores ahora.
Un comentario de una joven sirve para rematar la crónica: “Mi generación”, dice una joven “nació en la era de la abundancia. Supongo que nuestras expectativas fueron demasiado altas”. Está claro que los problemas de la juventud española son muchos y muy preocupantes, pero aún son mayores las ganas de los medios anglosajones por mostrar la cara más amarga y triste de la sociedad española.
CCMlosmejores, en euribor
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