Ignacio Escolar
Un detalle que no se ha explicado mucho: la idea del Gobierno de subir el IVA y bajar las cotizaciones sociales, a falta de conocer los detalles, puede poner en riesgo la caja de la Seguridad Social, nuestro sistema de pensiones.
Sobre el papel, el plan tiene sus cosas buenas. El IVA es un impuesto que no es progresivo y retrae el consumo –más aún en un momento de crisis–. Pero, por el otro lado, el IVA es muy eficiente a la hora de recaudar, sigue siendo bajo en España si se compara con el resto de Europa y permite poco fraude fiscal. Además, si al mismo tiempo se bajan las cotizaciones sociales, mejora la competitividad de toda la economía.
Si el Gobierno sube el IVA y baja las cotizaciones sociales, las exportaciones aumentarán. Producir en España sería más barato porque los costes laborales de las empresas bajarían. Además, como el IVA solo se paga si el producto se vende en España, la combinación de ambas medidas actuaría como una barrera frente a las importaciones. En términos relativos, los productos y servicios españoles serían más baratos, más competitivos, tanto dentro como fuera del país. Esto para una economía como la nuestra, con serios problemas en la balanza de pagos por la dependencia energética, es algo muy bueno.
Los contras: además de lo ya dicho –que el IVA retraerá el consumo y afectará más duramente a las clases medias y bajas–, hay otro más. La cotización social no es un impuesto al uso: es parte del sueldo de los trabajadores. Ese dinero que paga la empresa lo recibe indirectamente el empleado; es un salario diferido que el trabajador cobra más tarde, ya que con ese dinero se pagan las pensiones, el FOGASA, el seguro de desempleo o los accidentes laborales. Si bajas las cotizaciones, estás bajando el sueldo de todos los trabajadores, aunque no lo noten inmediatamente en su nómina mensual.
Además, rebajar las cotizaciones sociales supone poner en riesgo la sostenibilidad del sistema de pensiones. En España el sistema de pensiones es de reparto y de contribución definida. Es decir: las cotizaciones son derechos a pensiones futuras. Si las bajas, solo te quedan dos opciones: o bajas también las pensiones o sustituyes ese dinero que dejas de ingresar por un impuesto. Y si derivas parte de lo que recaude la subida del IVA hacia la Seguridad Social, rompes el modelo de contribución definida: habrá personas que paguen IVA, pero no tengan derecho a una pensión.
¿Hay forma de bajar las cotizaciones sin tocar las contribuciones comunes (las que sirven para pagar las pensiones)? Sí. Se puede recortar la parte que sirve para pagar los accidentes laborales, unos fondos que gestionan las mutuas patronales de forma tan sospechosa como poco eficaz. Sin embargo, si solo se rebaja esa partida, la medida no ayudará gran cosa para mejorar la competitividad. Sea cual sea el modelo elegido, estaría fenomenal que el Gobierno aclarase estos detalles importantes y nos explicase exactamente cuál es su plan y cómo y quiénes lo vamos a pagar. Que diese algo de información, para variar.
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