Bernardo de Miguel, Blogs 'Cinco Días'
El movimiento 15-M parece dispuesto a adelantarse a los sindicatos a la hora de hacer realidad la confesión de Mariano Rajoy a su homólogo finlandés. "Esta reforma [laboral] me va a costar una huelga [general]".
"Tomaremos la calle para hacer realidad los sueños de Rajoy", advertía anoche (31 de enero) una entusiasta voz del 15-M en Bruselas. "No tengo ni idea de cómo lo haremos pero será nuestro principal objetivo". La cita es para la próxima primavera y marcará el regreso a la calle de las columnas de indignados que el pasado mes de octubre se movilizaron en decenas de ciudades de todo el mundo.
El anuncio surgió durante un coloquio organizado por el 15-M en Bruselas en torno a las causas, consecuencias y posibles salidas de la actual crisis financiera. El encuentro mantuvo el formato de asamblea, pero se invitó a participar a cincoponentes, entre los que tuve el privilegio de estar.
Con medio centenar de personas en la sala y otras tantas siguiendo las intervenciones a través de Internet, la convocatoria permitió palpar en directo el descontento de una parte de la población con la deriva actual de la Unión Europea hacia una organización controlada desde Berlín y sin un anclaje democrático claro. "Toda Europa se está volviendo antieuropea", advirtió una joven que se confesó europeísta.
También hubo quejas contra el presunto dominio del sector financiero sobre la clase política y contra las estructuras de representación política (partidos, sindicatos...) heredadas desde el siglo XIX.
¿Alternativas? El movimiento se plantea volver a la calle tan pronto como sea posible (la cita de anoche fue en un local, porque en Bruselas estamos a 6º bajo cero en el exterior) y utilizar también canales como la iniciativa popular europea, que permite plantear proyectos legislativos con al menos un millón de firmas procedentes de al menos una cuarta parte de los países de la UE (37.500 al menos en España).
Por lo demás, el 15-M considera, según una intervención durante el coloquio, que "nosotros no tenemos por qué probar nuestros puntos de vista. Son ellos [los poderes establecidos] quienes tienen que demostrar la validez de sus recetas, porque no están funcionando".
(Los otros ponentes: Viktor Sukup, analista y exprofesor de Economía Internacional y europea en la Universidad de Buenos Aires; Pablo Sánchez, especialista en sindicalismo; Pedro Obando, economista; y Andreu Missé, corresponsal de El País en Bruselas).
Foto (tomada del twitter de micky y mouse@regaliza2003): asamblea coloquio del 15-M en Bruselas, 31 de diciembre 2012.
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